La vasectomía en jóvenes, uno de los conflictos éticos más comunes en la consulta del urólogo
Madrid (29-31/10/2011) - Redacción
La Asociación Española de Urología considera que en época de crisis económica el profesional debe actuar aún con mayor responsabilidad ética en su toma de decisiones
La vasectomía en jóvenes o en varones aún sin hijos es uno de los conflictos éticos más comunes en la consulta del urólogo. También generan dilemas de este tipo la limitación del esfuerzo terapéutico al final de la vida, la disparidad de criterios entre profesionales y la ausencia de recursos, tanto humanos como materiales. Estas y otras cuestiones son objeto de debate en la IV Jornada de Ética en Urología que organiza en Madrid la Asociación Española de Urología (AEU), con el patrocinio de GlaxoSmithkline.
Para el presidente de la AEU, el doctor Humberto Villavicencio, el objetivo de este encuentro es favorecer un ámbito de reflexión sobre la valoración ética que conllevan diversas actuaciones en Urología, tanto en la práctica asistencial como en la investigación y en la aplicación de las nuevas tecnologías en los hospitales. "Es esencial además que en el momento de crisis económica que vivimos, con el consiguiente recorte de recursos en algunos casos, hagamos un llamamiento a los profesionales para que actúen con una mayor responsabilidad y ética en la toma de decisiones", subraya.
Por su parte, el doctor José Jara, coordinador de la Oficina de Ética de la AEU, hace hincapié en que en el momento actual es importante que se definan y consensúen criterios éticos sobre la implantación de nuevas tecnologías, como es la robótica y la cirugía laparoscópica. "Se deberían desarrollar pautas comunes sobre su aplicación, para que el aprendizaje de estas técnicas en ningún caso suponga experimentar en pacientes con el riesgo que eso siempre conlleva", añadió.
Durante la jornada se han discutido ejemplos concretos de casos que generan dudas éticas en las consultas.
Una investigación de la AEU reveló que la vasectomía es la técnica quirúrgica urológica más practicada en España, con una estimación de más de 70.000 intervenciones cada año. Aunque el perfil del paciente que lo solicita suele ser el de un hombre casado y con dos hijos, que busca la tranquilidad de un método anticonceptivo definitivo, en algunos casos acuden a la consulta jóvenes o varones sin descendencia que solicitan una esterilización, y son estas situaciones las que plantean más dilemas a los profesionales.
Normalmente son pacientes que han solicitado una esterilización y un tiempo después, al cambiar sus circunstancias vitales y de pareja, se arrepienten y piden una nueva intervención para revertir el proceso. "Esta vuelta atrás resulta más complicada, por lo que el debate moral intenta profundizar aquí en las razones que debemos contemplar al indicar la vasectomía y las objeciones a la misma", explica el doctor Jara.
Implantación de nuevas tecnologías y falta de formación
Otro de los asuntos debatidos en el marco de esta reunión ha sido la implantación y aplicación de las nuevas tecnologías. La introducción de nuevas técnicas como las terapias con láser, la cirugía laparoscópica, la robótica, la crioterapia y los tratamientos focales de próstata, en muchos casos choca con la falta de experiencia del equipo quirúrgico.
"En ocasiones", advierte el doctor Jara, "los equipos se están iniciando en estas técnicas y faltan datos a largo plazo sobre la eficacia de las mismas. Debe haber antes un aprendizaje sistematizado que contemple incluso el desplazamiento a otros centros o la colaboración de cirujanos expertos, primando en todo momento la seguridad del paciente y la veracidad en la información sobre las indicaciones de cada intervención. En definitiva, se debe distinguir entre lo que es un ensayo clínico y lo que es una terapia admitida en la práctica asistencial, aunque ésta sea pionera".
Aunque las nuevas generaciones de urólogos ya están empezando a recibir formación ética durante el pregrado, aún siguen existiendo muchas lagunas en este ámbito de conocimiento. "Los más jóvenes desconocen los criterios éticos que ya están consolidados en los profesionales con más experiencia. Por este motivo, desde la Oficina de Ética de la AEU estamos organizando periódicamente cursos de formación continuada con el fin de paliar esta falta de información y formación en los futuros especialistas", concluye este experto.
Para el presidente de la AEU, el doctor Humberto Villavicencio, el objetivo de este encuentro es favorecer un ámbito de reflexión sobre la valoración ética que conllevan diversas actuaciones en Urología, tanto en la práctica asistencial como en la investigación y en la aplicación de las nuevas tecnologías en los hospitales. "Es esencial además que en el momento de crisis económica que vivimos, con el consiguiente recorte de recursos en algunos casos, hagamos un llamamiento a los profesionales para que actúen con una mayor responsabilidad y ética en la toma de decisiones", subraya.
Por su parte, el doctor José Jara, coordinador de la Oficina de Ética de la AEU, hace hincapié en que en el momento actual es importante que se definan y consensúen criterios éticos sobre la implantación de nuevas tecnologías, como es la robótica y la cirugía laparoscópica. "Se deberían desarrollar pautas comunes sobre su aplicación, para que el aprendizaje de estas técnicas en ningún caso suponga experimentar en pacientes con el riesgo que eso siempre conlleva", añadió.
Durante la jornada se han discutido ejemplos concretos de casos que generan dudas éticas en las consultas.
Una investigación de la AEU reveló que la vasectomía es la técnica quirúrgica urológica más practicada en España, con una estimación de más de 70.000 intervenciones cada año. Aunque el perfil del paciente que lo solicita suele ser el de un hombre casado y con dos hijos, que busca la tranquilidad de un método anticonceptivo definitivo, en algunos casos acuden a la consulta jóvenes o varones sin descendencia que solicitan una esterilización, y son estas situaciones las que plantean más dilemas a los profesionales.
Normalmente son pacientes que han solicitado una esterilización y un tiempo después, al cambiar sus circunstancias vitales y de pareja, se arrepienten y piden una nueva intervención para revertir el proceso. "Esta vuelta atrás resulta más complicada, por lo que el debate moral intenta profundizar aquí en las razones que debemos contemplar al indicar la vasectomía y las objeciones a la misma", explica el doctor Jara.
Implantación de nuevas tecnologías y falta de formación
Otro de los asuntos debatidos en el marco de esta reunión ha sido la implantación y aplicación de las nuevas tecnologías. La introducción de nuevas técnicas como las terapias con láser, la cirugía laparoscópica, la robótica, la crioterapia y los tratamientos focales de próstata, en muchos casos choca con la falta de experiencia del equipo quirúrgico.
"En ocasiones", advierte el doctor Jara, "los equipos se están iniciando en estas técnicas y faltan datos a largo plazo sobre la eficacia de las mismas. Debe haber antes un aprendizaje sistematizado que contemple incluso el desplazamiento a otros centros o la colaboración de cirujanos expertos, primando en todo momento la seguridad del paciente y la veracidad en la información sobre las indicaciones de cada intervención. En definitiva, se debe distinguir entre lo que es un ensayo clínico y lo que es una terapia admitida en la práctica asistencial, aunque ésta sea pionera".
Aunque las nuevas generaciones de urólogos ya están empezando a recibir formación ética durante el pregrado, aún siguen existiendo muchas lagunas en este ámbito de conocimiento. "Los más jóvenes desconocen los criterios éticos que ya están consolidados en los profesionales con más experiencia. Por este motivo, desde la Oficina de Ética de la AEU estamos organizando periódicamente cursos de formación continuada con el fin de paliar esta falta de información y formación en los futuros especialistas", concluye este experto.
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