miércoles, 26 de septiembre de 2012

Avanzando hacia el desastre. Algunas reflexiones sobre la convocatoria MIR ► El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad

El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad Avanzando hacia el desastre. Algunas reflexiones sobre la convocatoria MIR

Avanzando hacia el desastre. Algunas reflexiones sobre la convocatoria MIR

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Septiembre de 2012 - Marciano Sánchez Bayle,

Tribuna de opinión de Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP)

La convocatoria MIR de este año recoge una disminución en la oferta de plazas para la especialización de médicos en nuestro país. Evidentemente se trata de un efecto de los recortes presupuestarios que se impone, también en el área de la formación de especialistas, a primera vista responde tanto a un intento de ahorro económico, bien sea que pequeño, como al hecho de que los recortes están disminuyendo el empleo profesional en el conjunto del sistema sanitario, sin embargo el asunto no es tan sencillo y merece algunas reflexiones.
La primera es que en España se ha producido recientemente, no hay mas que ver las hemerotecas, una gran presión para incrementar el número de estudiantes de Medicina, supuestamente porque existía un déficit de médicos, y de resultas de ello se incremento el número de plazas de las Facultades de Medicina y se abrieron algunas nuevas. Algunos ya señalamos entonces, la verdad es que con escaso éxito, que el problema era falso porque España según todas las estadísticas  internacionales (OMS, OCDE, Eurostat) era uno de los países que  se consideraba con una densidad médica alta (medida por el número de médicos por 1.000 habitantes), que lo que realmente existía era una mala distribución de los recursos y un sistema de formación de especialistas excesivamente rígido, y que en estas condiciones aumentar el número de profesionales que salían de las facultades solo podía llevar a la plétora y al desempleo profesional. Obviamente los intereses que estaban detrás de las propuestas incrementalistas eran varios: del sistema público que quería poder empeorar las condiciones de los profesionales, lo que no era posible en un marco de casi igualación de la oferta y la demanda, el sector privado que buscaba como el público mano de obra barata, y las propias universidades siempre insaciables en la búsqueda de alumnado, y luego la habitual incapacidad de los responsables de las administraciones sanitarias de tomar decisiones contra el "ruido mediático". Por lo tanto se siguió  avanzando en este sentido de incremento del número de médicos que salen de las facultades y ahora se empiezan a atisbar los resultados, pero lo peor esta por venir, si se mantiene la tendencia de aumento de las promociones de médicos en 10 o 15 años  muy probablemente volveremos a los 20 o 30.000 médicos en desempleo de los años 80 del pasado siglo.
La segunda es que desde 1995 (hace ya 17 años), la formación postgrado es obligatoria para el ejercicio profesional en el sistema sanitario público, y en la práctica casi también en el privado, en toda la Unión Europea, y que por lo tanto un médico sin formación postgrado (es decir que no haya hecho el MIR) se convierte con una elevadísima probabilidad en un parado sin salida profesional. Por eso desde la FADSP hemos defendido la necesidad de que todas las plazas con acreditación docente salgan a concurso por tres motivos: 1) porque no tiene ningún sentido formar médicos en las facultades si por la vía de negarles la especialización se les impide en la practica tener opciones en el mercado laboral; 2) porque la formación del MIR es prácticamente imprescindible para ejercer la medicina con un mínimo de garantía de calidad, y 3) porque la realización de la especialidad abre también la opción de trabajar fuera de España, que sin ella esta también prácticamente cerrada, lo que es importante tener en cuenta en un momento como este.
Parece conveniente no volver a repetir los errores del pasado, por ello sería necesario en primer lugar ajustar el número de estudiantes de medicina a las necesidades reales, que teniendo en cuenta nuestra demografía y las previsiones a medio plazo supondría volver a un número de ingresos en las facultades de medicina en torno a los 4.500 plazas anuales, luego garantizar un número equivalente de plazas de formación MIR porque hay que asegurar la formación especializada a todos los que salgan de las facultades, y por eso hemos defendido siempre que el examen MIR tiene que tener una finalidad redistribuidora (permitir elección del sitio y la especialidad), y por fin acabar con los recortes de personal del sistema sanitario público porque están produciendo importantes problemas en su funcionamiento y acabaran deteriorando el sistema sanitario público y la salud de la población.

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