viernes, 21 de septiembre de 2012

“Va a ser muy difícil que se justifique un cambio del modelo de atención pediátrica en nuestro país” ► El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad

El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad “Va a ser muy difícil que se justifique un cambio del modelo de atención pediátrica en nuestro país”

“Va a ser muy difícil que se justifique un cambio del modelo de atención pediátrica en nuestro país”


Septiembre de 2012 - Silvia C. Carpallo

Serafín Málaga, presidente de la Asociación Española de Pediatría, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

El calendario vacunal único, las subespecialidades pediátricas, o el déficit de plazas de pediatría son algunos de los caballos de batalla que el doctor Serafín Málaga continúa defendiendo como presidente de la Asociación Española de Pediatría. Aunque hay avances, también hay nuevos frentes abiertos, algunos positivos como convenios internacionales en la lucha contra la obesidad infantil,  y otros más complejos, como los relacionados con los recortes y las reformas, que dejan, por ejemplo, sin financiación las leches especiales, con un coste importante, y de por vida, para muchas familias españolas.

Se ha instaurado un nuevo sistema de funcionamiento de la AEP, ¿cuál es el objetivo de estas comisiones de trabajo?
Hasta ahora había unos comités científicos muy concretos, por ejemplo el comité de vacunas, el comité de nutrición, etc. Lo que hemos hecho es incrementar ese número de comités y grupos de trabajo. Desde dedicar uno a la lactancia materna o a la muerte súbita, incluso a la bioética. Lo que pretendemos es que todas nuestras actividades científicas lleven un sello de calidad, y en ese sentido hemos construido un grupo de validación de actividades científicas. En último término nosotros vamos a ofrecer a nuestros socios la posibilidad de que se recertifiquen, voluntariamente eso sí, pero que el pediatra que se recertifique en nuestra sociedad tenga un sello de calidad.

¿Y cómo va a ser esta recertificación?
Todavía no lo tenemos diseñado pero lo que sí sabemos es que nuestro futuro va por esa línea. En otras sociedades europeas o en la Sociedad Americana de Pediatría, los pediatras que lo solicitan se acreditan en la sociedad, y allí se les da una titulación, que no tiene otra validez que el valor añadido que en sí supone el haber superado una prueba de máxima calidad.

Otro de los trabajos de la AEP fue la publicación, el año pasado, del Libro Blanco de las especialidades, con 19 subespecialidades pediátricas que se practican de facto pero no están recogidas como tal. Tiempo después, ¿cuáles han sido las consecuencias del mismo?
La primera parte fue esa elaboración y presentación del Libro Blanco, que lo que pretendía es hacer eco de lo que es un clamor: que las especialidades pediátricas ya están funcionando, muchas de ellas, desde hace más de 20 años, y que siguen sin estar acreditadas. A partir de la presentación del libro, hemos ido presentando en nuestra sede algunas de ellas para que la ciudadanía y los medios de comunicación pudieran ver el grado de desarrollo de las mismas y lo que hacen. Hemos presentado las dos sociedades de Atención Primaria, la sociedad de Nefrología pediátrica, así como la de Neuropedriatría y otras, y vamos a seguir haciéndolo. Por otra parte he mantenido conversaciones con responsables en el Ministerio, y me permite tener esperanzas de que esto se vaya a retomar de una vez por todas. Tengo la sensación de que el Ministerio está muy sensibilizado ya con el tema y en este sentido me han asegurado que a medio plazo seguramente empecemos a desarrollar la acreditación de las especialidades pediátricas en forma de áreas de capacitación específica. No sé cuantas ni cuándo ni cómo se van a acreditar, pero las primeras conversaciones que he mantenido, me hacen pensar que vamos por buen camino.

Declaró recientemente que el déficit de pediatras podría "dar al traste con el modelo español", ¿podría explicarlo?
El modelo de atención pediátrica se sustenta en que los niños recién nacidos hasta la adolescencia sean atendidos por pediatras titulados. El problema está en que hay algunas Comunidades Autónomas, que son las que ofertan las plazas, que tiene déficit en las plazas de primaria. Por ejemplo en las CCAA del norte, Galicia, Asturias o Cantabria, generalmente tiene un déficit muy escaso de pediatras, mientras que en las islas, todo el levante español o incluso en Andalucía el déficit de pediatras es acuciante. No tanto en las grandes urbes, pero sí en las pequeñas ciudades, o en los pueblos. ¿Qué está ocurriendo entonces? Que esas plazas al no estar ocupadas por pediatras, están ocupadas por médicos de familia. Si la Administración no es sensible a nuestra petición, y no se incrementa el número de plazas de pediatría que precisamos, puede ocurrir que esas plazas ocupadas por médicos de familia no sólo se mantengan, sino que se vayan ampliando.

¿Podría agudizar esta situación el envejecimiento de los actuales pediatras? ¿Cuál es su propuesta al respecto?
La mitad de los pediatras tienen en la actualidad más de 49 años y alrededor de mil se encuentran ya entre los 60 y los 65 años. En la mayoría de las CCAA la jubilación está en los 65 años, salvo los que también trabajamos como profesores universitarios que nos jubilamos más tarde, por lo cual es obvio que tenemos un problema. Mirándolo por CCAA, Andalucía se situaría entre las que tiene mayor tasa de envejecimiento profesional, junto con Cantabria y País Vasco, con cifras entre el 50 y el 57 por ciento. Lo que nosotros pretendemos es que se pudiera hacer un diseño desde el Ministerio, cosa que no se puede hacer porque la Administración sanitaria es desde las consejerías de Sanidad, con lo que cada comunidad es autónoma en ese sentido, con lo cual cada una decide si mantiene este número de plazas o no lo mantiene, de acuerdo a su presupuesto, porque en realidad detrás de estas plazas lo que está es un presupuesto determinado.

¿Y podría entonces producirse un cambio de modelo?
A mi juicio va a ser muy difícil que se justifique un cambio del modelo en nuestro país porque está muy asentado y la población está muy satisfecha con la labor de los pediatras, que son profesionales muy cercanos a las familias. El pediatra es el profesional más cercano a la familia, y se convierte no sólo en médico sino también en consultor de la problemática familiar. La pediatría tiene un componente social muy importante, e incluso tenemos un área específica que se llama pediatría social. Así, aunque la Administración no declare específicamente que está en contra del sistema, puede llegar a ocurrir que este déficit de pediatras que en algunas comunidades alcanza hasta un 30 por ciento, se supere, y por lo tanto, pueda peligrar este modelo. Un modelo que difiere sustancialmente del modelo anglosajón en el cuál los niños en Atención Primaria no están atendidos por pediatras, sino por médicos de familia.

Más allá de en el déficit de plazas, ¿cómo están afectando los recortes en el entorno de la Pediatría?
Indudablemente están empezando a afectar, de hecho me llegan voces alarmantes de que, sobre todo en el ambiente hospitalario, lo preocupante del cierre de plantas. Si se cierran plantas quiere decir que en las habitaciones que antes había dos pacientes ahora tendrán que estar tres, y que además esos pacientes que estaban siendo atendidos por un número determinado de profesionales de la Enfermería, también se reduce ese número. En las unidades de recién nacidos, por ejemplo, el hacinamiento es muy mal compañero, porque puede dar lugar a infecciones, y eso hay que tenerlo en cuenta. De momento no tenemos noticias de que haya ocurrido nada, pero no cabe duda de que si los recortes son importantes los vamos a empezar a notar. En los centros de salud hasta ahora las vacantes eran por enfermedad, por vacaciones, o similar, y las cubría un pediatra que se contrataba, ahora no se contrata a nadie. El propio pediatra que queda en su plaza tiene que cubrir la asistencia de dos pediatras, con lo cual la carga de trabajo es muy superior. Estamos empezando, pero lógicamente a medida que vaya transcurriendo el tiempo lo vamos a notar más.

Además de recortes se están haciendo reformas, ¿cuál es la posición de la AEP ante las medidas que plantea el RDL 16/2012?
Es difícil de valorar porque son muchas las medidas. He escrito una carta al Ministerio informándoles de lo que comporta el copago de las leches para determinadas enfermedades, los productos dietéticos que tienen que sufragar los pacientes que tienen enfermedades como intolerancia a la lactosa, o la fenilcetonuria, que son leches especiales, costosas, que hasta ahora financiaba el Sistema Nacional de Salud, y que ahora va a tener que financiarse parcialmente por los usuarios. No se trata de un hecho coyuntural, va a ser algo para toda la vida, lo que puede implicar un coste importantísimo, por lo que en esta carta instaba al Ministerio a que sopesen esta medida que puede ser importante para los pacientes. Por otra parte hay cosas en este RDL que para nosotros son satisfactorias curiosamente, porque se recoge un hecho sobre las áreas de capacitación específica. Hasta ahora se decía que para acceder a las áreas de capacitación específica deberían transcurrir cuatro años, desde que el pediatra adquiría el título de pediatría, hasta que pudiera acceder a la misma. En este RDL se recoge el hecho de que este plazo se acorte en dos años, y eso para nosotros, aunque no es lo deseable, que sería que pudiera accederse nada más terminar la titulación, pero es un paso, un avance.

Se ha referido a las áreas de capacitación específica, ¿qué le parecen las últimas propuestas que sobre la población infanto-juvenil se han hecho al decreto de troncalidad?
A la vista de la última versión del Proyecto de Real Decreto (RD), por el que se regulará la incorporación de criterios de troncalidad en la formación de determinadas especialidades en Ciencias de la Salud, la reespecialización troncal y las Áreas de Capacitación Específica (ACE), es evidente que, para la Pediatría, se ha dado un paso importante y trascendental al proponer a la neonatología como ACE de la Pediatría y a la psiquiatría infantil como nueva especialidad médica. Además de expresar mi satisfacción y conformidad con este reconocimiento, como presidente de la AEP debo insistir en que la especialidad de Pediatría y sus Áreas Específicas reúne los dos requisitos recogidos en el referido proyecto de RD para la creación de las ACE de todas y cada una de sus especialidades pediátricas.

Tras el primer Consejo Interterritorial parecía que había avances en cuanto al calendario vacunal único, pero tras la reforma sanitaria parece difícil que los partidos políticos lleguen a acuerdos en el entorno de la Sanidad, ¿cree que también afectará esto al calendario? ¿En qué situación se encuentra actualmente?
En este sentido, cuando desde la AEP nos entrevistamos con los representantes políticos de la comisión de Sanidad, tanto del Parlamento como del Senado, lo que yo recogí es que no era sostenible mantener un calendario vacunal por cada Comunidad Autónoma. Todo el espectro político está de acuerdo en que no es de recibo que cada una de las CCAA tenga su propio calendario vacunal, cuando por ejemplo en EEUU tienen un único calendario vacunal para todo el estado federal.

Al hilo de lo que comenta, ¿cuál es su opinión de la decesión que tomo la Comunidad de Madrid a finales de junio de suspender la financiación de la vacuna frente al neumococo?
La AEP emitió un comunicado al respecto en el que se recogía nuestra postura. Nosotros consideramos que esta medida  supone un retroceso en el control de las infecciones neumocócicas de los niños y adultos; y pensamos que va a suponer un incremento de las mismas y una reducción del efecto de inmunidad que permite proteger a un mayor porcentaje de población. Por ello, hemos instado a las autoridades sanitarias madrileñas a que valoren la medida y tomen las decisiones oportunas al respecto.

¿Cuáles son las vacunas que ustedes consideran serían necesarias incluir en este calendario vacunal único y por qué?
Hay un calendario vacunal propiciado por el propio Consejo Interterritorial pero yo creo que en ese acuerdo de mínimos debe de estar también la fecha de administración de la vacuna. En algunos casos la disputa no tiene sentido porque se habla de administrarlo un mes antes o un mes después. Nosotros les ofrecemos desde el punto de vista científico el calendario que actualizamos cada año, teniendo en cuenta que la AEP no tiene ningún interés porque se lleve el gato al agua una CCAA determinada, sino buscar la salud de los niños españoles y prevenir el mayor número de enfermedades posibles. Incluso teniendo en cuenta la escasez de recursos hemos establecido tres niveles en la administración de vacunas. Vacunas que consideramos estrictamente necesarias y financiadas, otras que consideramos recomendables que se financiarían en parte, y otras que quedarían a juicio de la familia, y por lo tanto, tendrían que pagarlas en su totalidad. La estratificación es fundamental y la gente lo entendería, no hay recursos en el SNS para afrontar el pago de todo, pero sí para aportar lo que podemos. La propia Administración podría llegar a una situación de este tipo, y con esa voluntad política de hacerlo, entiendo que no debería de pasar mucho tiempo hasta que se llegara a ese acuerdo.

Otra de sus reivindicaciones es la necesidad de un registro nacional de reacciones adversas a los medicamentos, ¿hay negociaciones al respecto?
Hemos creado dos comisiones con el Ministerio. Una es en cuanto al grupo de medicamentos, y ya hemos tenido una reunión con los responsables del registro de efectos adversos del Ministerio, que se alarmaron cuando vieron esa noticia en la prensa, y vinieron a verme. Ellos contaron que ya existía un registro, y yo les explique que lo que pretendemos es que nos hemos percatado de que ese registro muchas veces adolece de no recibir los datos adecuadamente, por lo que buscamos ofertar al Ministerio la posibilidad de que los pediatras españoles reciban estos datos. Así hemos establecido esa colaboración con el Ministerio a través del comité de medicamentos. Este comité, por cierto, está elaborando un "pediamecum", que no es sino un vademécum específico de productos para niños y con sus correspondientes dosificaciones. Va a estar disponible en papel y online.

Uno de los temas clave que preocupa en la población infantil es la creciente obesidad, ¿qué medidas son necesarias tomar a corto y a largo plazo?
Esa es una de las lacras importantes de la pediatría en este momento, y no es exclusivo de España, es una preocupación del mundo occidental y curiosamente también de los países emergentes. En nuestro último congreso en Granada nos han visitado los presidentes de diferentes sociedades científicas de nuestro entorno, de Latinoamérica y la Academia Americana de Pediatría, y todas con el mismo problema, puesto que el abordaje no es nada fácil. Precisamente la estructura asistencial de nuestro país, tiene en sus manos la posibilidad de arreglarlo, porque no se puede abordar el tratamiento y la prevención de la obesidad si no es a través de la Pediatría de Atención Primaria. No se puede trasladar a especialistas en endocrinología o nutrición porque inundarían sus consultas, afecta a tantos niños que te tienes que ir Atención Primaria. En este sentido, hablamos con el presidente de la Sociedad Italiana de Pediatría, y hemos suscrito un convenio con ellos en el que entre los dos países vamos a afrontar un estudio sobre "prevención de la enfermedad del adulto desde la infancia". A nadie se le escapa que el nudo de esto es la obesidad.

Igualmente, los pacientes pediátricos a veces no son tenidos en cuenta en algunos temas, como por ejemplo, en los cuidados paliativos...
Nosotros tenemos expertos en cuidados paliativos, otra cosa es que no los tengan en cuenta. En Madrid, por ejemplo, hay una unidad importante de cuidados paliativos. El tema nos preocupa y mucho, pero la Administración, y más en estos momentos, no sé qué recursos va a poder dedicar para ello.

En cuanto a novedades más desde el punto de vista gestora, ¿podría explicarnos la posibilidad de crear un grupo de Pediatría privada?
Sí, un grupo de pediatras nos ha comentado su interés en crear un grupo de Pediatría privada, lo estamos estudiando. La cuestión es que hay un determinado grupo de pediatras que cada vez más, no sólo no compatibilizan el sector público y el privado, sino que se dedican exclusivamente al ámbito privado, y a nosotros nos interesa que lo hagan en condiciones de calidad, por lo menos idénticas a las del sector público. Si llegáramos a crear este grupo, propiciaría la creación de unas guías y unas normas de actuación de todos estos médicos.

Para terminar, ¿cuáles considera que son los retos de la pediatría en este momento?
La Pediatría es una especialidad con una enorme fortaleza y que atiende a un colectivo amplio. Nosotros atendemos al niño en toda su integridad, en los aspectos físicos, en los aspectos madurativos, psíquicos, y nos importa mucho lo que va a ser ese niño de mayor. Por eso nos interesa, y cada vez más, que los niños estén formados desde el punto de vista madurativo y educacional, porque somos en parte los responsables de lo que va a ser ese niño de adulto, no sólo respecto a sus enfermedades, sino también como persona.

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