Hacia un nuevo modelo de Salud Pública

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ASISTENCIA PÚBLICA
Hacia un nuevo modelo de Salud Pública

La Ley de Salud Pública propuesta por el Ministerio de Sanidad y Política Social debe promover la reforma del sistema sanitario español en este ámbito desde la racionalidad, la coordinación del sector y la ética.

José Mª Juárez - Lunes, 13 de Julio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. Sespas solicita la creación de la Agencia Española de Salud Pública para coordinar las acciones de las administraciones central y autonómicas
2. El PSOE quiere prolongar la cohesión de la gripe A, el PP el acuerdo de los partidos y CiU el respeto de las competencias autonómicas

La Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria ha elaborado un documento en el que hace este análisis y pide, entre otras cosas, la creación de la Agencia Española de Salud Pública, que, mediante una estrategia nacional, promueva la I+D, aumente la formación de los profesionales y mejore, en consecuencia, la salud de los españoles.

Antes de que el Gobierno y los parlamentos den luz verde a la nueva Ley de Salud Pública, prevista inicialmente para antes del verano, la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas) ha publicado un documento en el que establece las características que a su juicio debe tener la nueva norma para adaptarse a las necesidades que surjan en esta área en España.

Planteada en un momento en el que existe abundante regulación en la materia, más en el ámbito autonómico, la legislación, según Sespas, debe "sustanciar la reforma de la Salud Pública y de sus servicios, además de configurarse como el instrumento normativo sobre el que se fundamente su modernización desde la racionalidad, la participación y la ética, teniendo en cuenta las lagunas hasta ahora no tratadas, respetando las competencias de cada administración y ejerciendo un papel coordinador".

El documento plantea que las claves residen en la unificación del concepto de Salud Pública como un área trasversal a todas las políticas y el análisis de las necesidades sociales. También pide la creación de la Agencia Española de Salud Pública como órgano coordinador de las administraciones central y autonómicas, la puesta en marcha de la Comisión de Salud Pública para integrar acciones, el diseño de la Estrategia Española de Salud Pública con planes que duren más que las legislaturas y tengan en cuenta las acciones europeas, la creación de un sistema de información homogéneo, la financiación en función del cumplimiento de los objetivos, la promoción de la I+D, y la mejora de la formación del profesional.

Andreu Segura, presidente de Sespas, cree que la iniciativa del Ministerio de Sanidad de poner en marcha esta norma es una buena oportunidad para hacer que la sociedad se dé cuenta de que la Salud Pública "es un área que favorece la cohesión que debe estar presente en todas las políticas". Por eso "el ministerio debe dar más presencia a la Salud Pública en su agenda, para ganar entidad coordinándose con los parlamentos, las comunidades autónomas y las entidades locales".

El departamento que dirige Trinidad Jiménez "debe promover la cohesión y la optimización de los recursos"; las autonomías, como Andalucía y la Comunidad Valenciana, "deben aportar el trabajo y la experiencia que ya han avanzado con sus normativas regionales", y las corporaciones locales "deben implicarse más en el desarrollo de la Salud Pública favoreciendo el entendimiento institucional".

Esta coordinación "nos beneficia a todos, pues el resultado será mejor que si el trabajo es aislado, como se ha demostrado con la gripe A". Otros organismos que desempeñarán un papel relevante en la puesta en marcha de la ley son el Congreso y el Senado, que recibirán una copia del documento de Sespas, "para que tengan presentes las propuestas en la tramitación de la norma".

Políticos
Pedro Villagrán, portavoz del PSOE en la Comisión de Sanidad del Senado, considera que la futura ley debe ir en la línea de los términos planteados en el documento y debe consensuarse con todo el sector, "tal y como se ha hecho en el abordaje de la gripe A", para evitar inequidades".

Dolores Pan, homóloga de Villagrán en el PP, cree que la ley debe dar un giro de 180 grados a las políticas de Salud Pública en nuestro país. Quiere que el ministerio ofrezca detalles de la norma y que promueva el consenso con todos los grupos parlamentarios dando prioridad a la vuelta de todos los organismos de Salud Pública del Instituto de Salud Carlos III al Ministerio de Sanidad.

Desde el Congreso de los Diputados, Conxita Tarruella, portavoz de Sanidad Convergencia y Unión (CiU), también aprueba los planteamientos de Sespas y da especial relevancia a la coordinación institucional y al respeto de las competencias que tienen las autonomías, "pues en Cataluña estamos debatiendo en estos momentos nuestra ley de Salud Pública, que será nuestro primer referente en este ámbito".

También es importante, concluye Tarruella, que la norma se desarrolle en consonancia con la legislación europea, "pues el movimiento de personas es una de las cuestiones más importantes a las que tenemos que atender porque así lo demanda la sociedad".

Nacimiento y consolidación en el siglo XX
Aunque la aparición de la política sanitaria ordenada en el ámbito estatal comenzó en 1721 con el sistema de juntas de sanidad y en 1847 se creó la Dirección General de Beneficiencia y Sanidad para hacer frente a la probreza generada por la era industrial -cuando comenzó a tenerse en cuenta el aire como vehículo de enfermedades como el cólera-, no fue hasta el siglo XX cuando nació y se consolidó la Salud Pública en España.

Novedades científicas surgidas durante el siglo XIX como la Microbiología y la Medicina Social dieron pie a la mejora en la prevención y el abordaje de las enfermedades y a la optimización de los servicios de suministro de aguas y alcantarillado, por aquel entonces foco de transmisión de virus.

A pesar de los avances de los siglos XVIII y XIX, se produjeron pandemias que dieron lugar al empleo de nuevos consultorios, dispensarios y centros de higiene, así como a diversas órdenes y reales decretos con los que la salud pública ganó importancia, hasta consolidarse entre 1926 y 1936 con la promulgación del Reglamento de Sanidad Provincial y la Escuela Nacional de Sanidad, que pusieron en marcha programas integrales.

Las distintas instituciones dedicadas a la Salud Pública sobrevivieron a los cambios de Gobierno previos a la Guerra Civil y al propio conflicto bélico, tras lo cual, con la dictadura, se dio un paso más en el afianzamiento de la especialidad gracias a iniciativas como la Ley de Bases de Sanidad de 1944, que otorgó gran relevancia a los consejos nacional y provinciales.

Con el inicio del periodo democrático comenzó una nueva etapa en la que la Salud Pública se integró en las reformas sanitarias, especialmente la Ley General de Sanidad de 1986. Tiene también especial importancia la transferencia de la Sanidad a las autonomías, proceso que se culminó en 2002, pues algunas regiones como la Comunidad Valenciana y Andalucía ya tienen su normativa específica en la materia.

Ahora es el Ministerio de Sanidad el que debe seguir escribiendo la historia de la Salud Pública en España, promoviendo una ley que garantice el bienestar desde el consenso con el sector, las comunidades autónomas y el resto de países de la Unión Europea.