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Gerentes hospitalarios de Cataluña reclaman aplicar "sin urgencia" la mitad de las medidas de choque

E.P.

El presidente de la comunidad, Artur Mas, pide que no se cree una “alarma innecesaria”, mientras que el consejero de Salud, Boi Ruiz, reitera su oferta de diálogo a partidos y sindicatos


Barcelona (16/18-4-11).- Los gerentes hospitalarios del Consorcio de Salud y Social de Cataluña (CSC), patronal que representa a la mayoría de hospitales comarcales, a centros de Atención Primaria (CAP) y sociosanitarios y atiende a más de la mitad de la población catalana, han reclamado aplicar sin urgencia la mitad de las medidas de choque ordenadas por la Consejería de Salud para evitar errores irreparables y evitar un otoño "tremendo".

El director del CSC, Ramon Cunillera, ha pedido que las medidas más drásticas y estructurales, que pueden pasar por la eliminación de servicios, se negocien durante este año y el próximo por su gran profundidad, y las consecuencias negativas que podría suponer una aplicación urgente tanto para los pacientes, como los trabajadores y los gestores.

Tras la reunión de la comisión permanente de la patronal, los gerentes han evidenciado su "profunda preocupación" por el malestar generado por los recortes, de un diez por ciento de media en los hospitales, y han asegurado que con las medidas de gestión y reordenación interna para la reducción del gasto podrían cubrir como máximo un cinco por ciento de la bajada de ingresos, siendo imposible el resto de una forma inmediata.

En este contexto, el representante del CSC ha considerado imposible alcanzar la magnitud del recorte en el "estrecho margen temporal" que se está exigiendo, aunque ha compartido el objetivo de restaurar las cuentas de la Generalitat, que adolecen un déficit de 1.200 millones de euros en el ámbito sanitario.

Para abordar el ‘tijeretazo’ en su totalidad, Cunillera ha constatado que los gerentes requieren un conjunto de medidas de carácter estructural para el sistema, y "la precipitación en su diseño y aplicación pueden significar cometer errores de consecuencias graves e irreparables", además de un enorme desgaste de los profesionales, de los gestores y un impacto negativo en la ciudadanía.

Por todo, ha insistido en abordar la segunda mitad de los requerimientos presupuestarios a otro ritmo, sin urgencia, de forma pactada y razonada y sin la "fuerte presión" actual, en que la Consejería de Salud ha aprobado un acuerdo de mínimos, que Cunillera ha asegurado no entender, por no ir acompañado de ninguna partida presupuestaria.

Los gerentes se han mostrado convencidos de la necesidad de abordar reformas estructurales en el conjunto del sistema público de salud, y han planteado que después de las elecciones locales del 22 de mayo el resto de comunidades necesitarán abordar reformas que permitirán tratar algunas a nivel estatal.

El alcalde de Olot (Girona), Lluís Sacrest (PSC), se negó este miércoles a realizar el recorte del ocho por ciento, que reclama la Consejería de Salud al Hospital Sant Jaume de Olot, en calidad de presidente del patronato del centro.

Reducir la alarma

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha reclamado que no se genere "alarma innecesaria" entorno a las medidas emprendidas por el Govern para reducir en cerca de 1.000 millones de euros el presupuesto en Sanidad.

En una entrevista de Catalunya Ràdio, Mas ha deplorado "las barbaridades" que los grupos de la oposición le han dedicado al Ejecutivo catalán a cuenta de los recortes en Sanidad.

"Hay más alarma de la estrictamente necesaria", ha señalado Mas, después de que este miércoles el Govern haya sufrido su primera gran protesta ciudadana al concentrarse, según la Guardia Urbana, 10.000 manifestantes ante la Generalitat en una marcha contra los recortes sociales convocada por los sindicatos.

El presidente de la Generalitat ha sostenido que las medidas de ajuste no son "un capricho", sino una obligación que el Ejecutivo debe acometer a "regañadientes" pero movido por el sentido de país.

Por ello, Mas ha pedido a médicos y enfermeras que sean los "aliados" del Govern en este proceso de reformas que, según ha dicho, conllevará reducir la actividad de los centros en pequeños porcentajes pero no una rebaja de la calidad del servicio.

"Todo el que tenga una urgencia, será atendido. Quien tenga una enfermedad grave, será atendido como siempre", ha garantizado.

Oferta de diálogo

Por su parte, el consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña, Boi Ruiz, ha reiterado su oferta de diálogo a partidos políticos y sindicatos, al entender que los ajustes presupuestarios que defiende son totalmente necesarios y "tienen sentido" para preservar el sistema sanitario público, a la vez que ha reconocido ciertos errores en la comunicación de sus objetivos.

En declaraciones a TV3, Ruiz ha dicho entender y respetar los motivos que llevaron este jueves a manifestarse a más de 10.000 personas en la plaza Sant Jaume de Barcelona contra los recortes anunciados por el Govern de Artur Mas, pero los ha defendido por la actual situación de precariedad económica.

El consejero ha precisado que finalmente será el próximo 27 de abril cuando presente públicamente los datos concretos de los recortes que aplicará cada hospital, ya que "es falso" que se les haya pedido una reducción lineal del diez por ciento, tras lo que abrirá una nueva mesa de diálogo con todos los agentes implicados para garantizar que el recorte no afecte a la calidad asistencial.

"La Visa no da para más", ha explicado para justificar la necesidad de aplicar el recorte, aunque ha precisado que el presupuesto de su Consejería seguirá por encima de los 9.000 millones y esa es una cantidad similar a la que se tenía hace tres años, lo que a su juicio tan solo repercutirá en que algunos pacientes tendrán que esperar un poco más para ser atendidos, siempre que médicamente puedan, y otros deberán de desplazarse algo más lejos para recibir ciertos servicios.

Ruiz ha considerado que los directivos de hospitales y la mayoría de médicos están cumpliendo con el encargo de aplicar los recortes "de forma muy razonable", al mismo tiempo que ha confiado en que tras las elecciones municipales del 22 de mayo sea más fácil llegar a acuerdos.

Asimismo, ha insistido en la necesidad de trasladar un "mensaje de tranquilidad" ante las protestas que durante toda la semana se han sucedido, porque todo el mundo será atendido y, en el fondo, si la intención fuera desmantelar el sistema público lo más fácil habría sido no hacer nada porque éste ya estaba "en peligro", ha asegurado.

Traslado de responsabilidad

Ruiz también ha trasladado parte de responsabilidad al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al afirmar que la situación no sería la que es y no habría tantas protestas si Cataluña recibiera los 1.400 millones de euros que marca el fondo de competitividad del Estado, tras admitir que el programa electoral de CiU no contemplaba recortes en la Sanidad.

Además, ha asegurado que su petición a la ministra de Sanidad, Leire Pajín, de que convoque el Consejo Interterritorial se fundamenta también en que el Estado debe a Cataluña 62 millones de euros por las atenciones que se han hecho en esta comunidad de pacientes de otros lugares de España (15 millones en medicación y 47 millones en gastos de hospitalización), un dinero que debería retornar a Cataluña pero el Ministerio "dice que no toca".

Preguntado sobre las palabras de Pajín en las que señalaba que ha pedido un informe a la Consejería para conocer el alcance de los recortes, Ruiz ha considerado que "lo ha dicho sin saber lo que decía", al estar las competencias sanitarias transferidas.

ERC reclama un Pacto sanitario

Por su parte, el secretario general de ERC, Joan Ridao, ha reclamado este viernes al Govern que impulse un pacto catalán en Sanidad para que los partidos y el sector consensúen el recorte sanitario que proyecta la Generalitat de Cataluña. "Lo que querríamos es que, en lugar de culpabilizar a la gente, el Govern auspiciara un gran acuerdo con todas las partes implicadas para fijar dónde se tienen que aplicar las medidas en la racionalización del gasto", ha precisado.

Ridao ha recordado que el tripartito ya impulsó pactos de estas características relacionados con la educación, la inmigración, la innovación y la vivienda que han resultado eficaces y que aportan soluciones concertadas a los problemas.
Esta propuesta serviría para evitar que la Generalitat entrara en "una deriva auténticamente caótica y peligrosa de recortes" que, a juicio de Ridao, pone en peligro el sistema público sanitario. "El Govern está afrontando la primera crisis social de un gobierno catalán en muchos años que augura una primavera muy caliente", ha avisado.

El dirigente republicano ha acusado al presidente Mas de cometer una "grave irresponsabilidad" al comparar Grecia con Cataluña, y ha censurado que el Estado incumpla de “forma flagrante” sus compromisos económicos con la Generalitat.

Nuevas protestas

Por último, una treintena de entidades de la sociedad civil -culturales, de enseñanza, Sanidad, sindicales, de vecinos, jóvenes y ancianos- han llamado los catalanes a una movilización masiva el sábado 14 de mayo en Barcelona para protestar contra los ajustes y plantarse ante futuros recortes en ámbitos sociales.

"La Sanidad Privada debe ser subsidiaria de la Pública, y no al revés", ha defendido la portavoz de la Plataforma Dempeus por la SP, Àngels Martínez, y ha acusado al consejero de Salud, Boi Ruiz, de "tomar el pelo" a los ciudadanos aplicando una terapia de choque a favor de los centros privados.

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