Los pediatras de AP en la Comunidad Valenciana, “degradados, estafados, humillados y con miedo” por cómo se están llevando a cabo las oposiciones, resalta CESM
Redacción
Más de 300 pediatras de la CV se han presentado al concurso-oposición para 150 plazas, pero el contenido del examen no se ajustaba a la categoría profesional y ningún miembro del tribunal trabaja en Primaria, censura el sindicato
Valencia (27-4-11).- El Sindicato Médico DE LA Comunidad Valenciana (CESM-CV ha criticado con dureza el desarrollo del segundo examen del concurso-oposición realizado recientemente en la comunidad para pediatras de AP, del que, asegura, los médicos salieron “degradados, estafados, humillados y con miedo”. Entre otras cuestiones, según explica CESM-CV, el contenido del examen no se ajustó a la categoría profesional y ninguno de los integrantes del tribunal era un profesional de la Atención Primaria.
Hacía siete años que no se convocaban oposiciones para esta categoría, “y muchos profesionales preveían ansiosamente la consolidación y mejora de su trayectoria profesional”, señala CESM-CV. Se presentaron a las pruebas más de 300 pediatras de la comunidad, que optaban a 150 plazas. “En esta comunidad autónoma, pese a la vociferada escasez de profesionales, gran parte de este colectivo trabaja con contratos temporales, interinidades o imprevisibles sustituciones”, explica.
“Pero tras el examen, la mayoría de los pediatras que ejercen en la Atención Primaria se han sentido estafados, indignados, menospreciados y humillados”, añade el sindicato, que incide en que el contenido del examen no se ajustaba a la categoría profesional: “De nueve casos clínicos, sólo tres correspondían a Atención Primaria, el resto eran específicos de Hospital (que tiene su propio examen). Con esto se ha beneficiado a aquellos pediatras que trabajan en la categoría de Pediatría Hospitalaria, perjudicando claramente a aquellos que tienen como vocación y campo de acción el centro de salud”.
El Sindicato Médico también muestra sus sospechas de una “más que probable filtración del examen. Añadimos el oscurantismo que rodeó la convocatoria, en la que no se especificó el tipo de examen, la duración ni el número de preguntas… la falta de respuesta a las alegaciones, la falta de preguntas de reserva, el hecho de que ningún miembro del tribunal trabaje en Atención Primaria…. y ya se justifica sobradamente el enfado general”, afirma.
Carta de protesta
Desde CESM-CV, con el apoyo de algunos pediatras, se intentó remitir una carta firmada por los opositores descontentos a los máximos responsables del proceso, pero el sindicato se encontró con que casi todos los pediatras estaban de acuerdo pero no se atrevían a firmar. “Tienen miedo. ¿De qué? Sobre todo de la valoración subjetiva de los méritos (potestad del tribunal) que les haría perder puntos en la oposición. También de represalias en forma de dificultades para encontrar trabajo, ya que las plazas vacantes que quedan tras la oposición, no suelen publicitarse y normalmente se dan por ‘contactos’ (léase enchufismo), incluso a médicos que no poseen la especialidad. Nadie quiere ser la oveja negra”, se responde CESM.
“La sensación general es de desconfianza hacia la Administración ante la ‘chapuza’ de oposición, desilusión por la pérdida injusta de oportunidades e indignación ante el desprecio que supone no incluir a ningún profesional de la categoría en el tribunal y obviar la patología con la que se encuentra el pediatra del centro de salud en su día a día”, resume el Sindicato Médico. “Han conseguido que el trabajo del Pediatra de Atención Primaria, pilar básico para la asistencia sanitaria del niño, sea degradado moral y oficialmente. La OPE llega tarde y mal”, concluye.
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