La polimedicación es una realidad cada vez más cotidiana, según los expertos
Redacción
En un jornada organizada por semFYC y SVMFiC, los profesionales médicos han señalado que estamos en un momento de transición entre un sistema sanitario basado en atender enfermedades agudas y otro modelo con una prevalencia de las patologías crónicas
Valencia (28/30-5-11).- Se ha celebrado en Valencia unajornada de debate sobre el paciente crónico y polimedicado en la que han abordado los distintos aspectos de esta realidad cada vez más frecuente en el actual sistema sanitario. Convocada por la Dirección General de Farmacia y Chiesi, la jornada ha albergado una mesa redonda bajo el título “Descripción de la situación”.
Moderada por el director general del Servicio Vasco de Salud, Julián Pérez, ha contado con la participación de Asensio López, coordinador de proyectos estratégicos de la Dirección General de Planificación de la Comunidad Autónoma de Murcia, Domingo Orozco, vicepresidente de semFYC, Encarna Cruz, de la Subdirección de Compras de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad Autónoma de Madrid y Carlos Fluixá, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria (SVMFiC).
En la mesa se abordaron cuatro aspectos de esta cuestión: el impacto y las consecuencias, un análisis de la situación actual, propuestas de líneas de actuación, a partir de programas que se están llevando a cabo en estos momentos, y los factores que hay que considerar para la mejora de la situación.
En la presentación, Julián Pérez, de Osakidetza, recordó que en el País Vasco se ha puesto en marcha una estrategia que puede resumirse en cuatro grandes líneas de actuación; la implantación de la receta electrónica, el abordaje del paciente crónico polimedicado, la conciliación de la medicación entre los ámbitos de atención primaria y especializada y la puesta en marcha de una serie de proyectos clínicos, relacionados con la farmacia, que se venían impulsando desde distintos ámbitos de la Sanidad.
En su exposición sobre el impacto y las consecuencias de este problema, Asensio López, valoraba que “se está empezando a trabajar” sobre este problema y se está intentando dar una visión global del mismo. Al mismo tiempo afirmó que una mejora en la atención del paciente polimedicado “es un camino largo pero si persistimos en el planteamiento que estamos desarrollando, habremos avanzado un poco más en intentar resolver las causas y consecuencias de este problema”.
Sobre los riesgos, expuso que hay dos aspectos principales a considerar. Cuando, en una buena parte, el tratamiento es insuficiente porque no se llega a dosis óptimas de medicación, especialmente en pacientes con factores de riesgo (hipertensos, diabéticos, etc.), es un error atribuible a la intervención del médico. Y un segundo factor que es la falta de eficacia en muchos tratamientos que se están usando y que, sin embargo, exponen a los pacientes sistemáticamente.
Esta es la conclusión que extraía tras presentar el trabajo que se está llevando a cabo en la Región de Murcia con la puesta en marcha del Plan de uso racional del medicamento.
Sobre la polimedicación afirmó que “conforme vamos asociando medicamentos, sabemos que exponemos al paciente a un riesgo sistemático exponencial creciente” y admitió que, sobre esta cuestión y sus consecuencias, hasta el momento, “ha habido poco seguimiento”. En este punto, recordó que estudios recientes, como el APEAS, reflejan que la polimedicación genera entre un 47% y un 50% de efectos adversos.
Otros datos que aparecen en el estudio, a modo de conclusiones, son que los pacientes entre 75 y 79 años, toman una media de 7,01 medicamentos, entre 80 y 84 años, de 7,86 y a partir de 84, de 6,86 y argumentó que “esto es común en toda la bibliografía médica”.
Finalmente, los resultados extraídos sobre una muestra de 550 pacientes reflejan que, analizando todos los fármacos que estaban mezclados en cada uno de los pacientes, lo que aparece es que hay de una a nueve interacciones en un 72% de los casos, entre 10 y 20 en el 17 por ciento, y más de 20, “con todo el paquete de fármacos previsto descrito en las bibliografías”, en el 1,8 por ciento de los pacientes.
Como conclusiones, decir que el 7 por ciento de los pacientes que toman medicamentos, toman cinco o más, que en los mayores de 65 años, asciende al 14 por ciento y de 75 años, al 18 por ciento; que asistimos a un proceso de envejecimiento que aumentará la polimedicación por aumento de enfermedades crónicas; que es preciso identificar a los pacientes de mayor riesgo para evitar los efectos adversos de la polimedicación; que hay pacientes sobretratados e infratratados que hay que poder identificar; los sistemas de información son el elemento clave para poder realizar un buen análisis del problema de la polimedicación.
En su análisis, Domingo Orozco valoró que la polimedicación es un fenómeno cada vez más habitual en la práctica médica y que va a incrementarse en el próximo periodo, debido, básicamente, al envejecimiento de la población.
Orozco recordó que “la polimedicación se define como tomar cinco o más medicamentos durante un periodo continuado, normalmente, a partir de los seis meses” y recordó que, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, esto engloba a casi un 10% de la población. Al mismo tiempo, afirmó que hay interacciones y reacciones adversas que se asocian a ingresos hospitalarios y eventos adversos. Concretamente entre un 10 y un 15 por ciento de ingresos hospitalarios en ancianos y más del 45 por ciento de los reingresos.
Los factores que intervienen en esta situación son, en primer lugar, el envejecimiento de la población, lo que lleva un aumento en la aparición de enfermedades crónicas y el hecho de que estos pacientes sean atendidos por varios especialistas en un sistema sanitario cada vez más fragmentado en especialidades, y la necesidad de potenciar la figura del médico generalista en Atención Primaria e Internista en hospitalaria.
Una consecuencia de todo esto es que se han detectado pacientes con sobremedicación e inframedicación. Y valoró, que el sistema sanitario está basado en atender enfermedades agudas y “tenemos que ir a un modelo en el que se traten enfermedades crónicas”. Entre otras razones porque una consecuencia para el sistema es que los costes pueden llegar a quintuplicarse en la medida en que avance la prevalencia de estas patologías.
Sobre las actuaciones a realizar, Encarna Cruz, de la Subdirección de Compras de Farmacia y Productos Sanitarios de la Comunidad de Madrid expuso algunos resultados de la aplicación del Programa de Atención al Mayor Polimedicado.
Los objetivos de este programa son la mejora de la salud y la calidad de vida de la población mayor de 75 años polimedicada mediante la revisión sistemática y periódica de los tratamientos, la colaboración entre los profesionales sanitarios, la educación sanitaria y la entrega de sistemas de ayuda para la correcta utilización de los medicamentos.
Sobre los objetivos específicos y las líneas de acción resumió, como principales, la detección y resolución de los problemas mediante la revisión sistemática y periódica de los tratamientos. La mejora del conocimiento de manejo de los fármacos, a través de potenciar la educación sanitaria de la población y asegurar el uso correcto de la medicación mediante la entrega de sistemas de ayuda a los pacientes.
Finalmente, defendió como puntos fuertes del programa la implicación directa de los más altos niveles de la Consejería mediante un soporte normativo, el apoyo decidido de la Dirección de AP y de los profesionales, en especial, de los de enfermería; la realización de un seguimiento constante y pormenorizado de forma periódica; la inclusión en los contratos de gestión de AP y el aporte de herramientas para mejorar la actuación profesional (hoja de medicación, pastilleros, protocolos de revisión, etc.).
Al mismo tiempo, considera que los puntos débiles se resumen en la falta de concienciación por parte de los profesionales del SERMAS del papel del farmacéutico de oficina de farmacia; la comunicación; los errores en la aplicación de algunos materiales y medios y el hecho de que “todavía es necesaria una mayor concienciación real de la importancia de la revisión de los medicamentos”.
Por su parte, Carlos Fluixá, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia y Comunitaria (SVMFIC), en su exposición sobre los “Factores contribuyentes” defendió que “no nos enfrentamos a errores individuales sobre estos pacientes, sino fallos en el sistema”.
Frente a esto, los factores de mejora que se plantea comprenden la implantación de una cultura del uso racional del medicamento en la buena labor del médico, “tanto de AP como hospitalaria”, la inclusión de un sistema de formación continuada, la adecuación de las agendas, “para que tengamos tiempo para esta formación” y la adecuación de la hoja de información al paciente de manera que permita al médico saber inmediatamente lo que puede recetar y lo que no.
A estos elementos, Fluixá añade la mejora de los sistemas informáticos, la potenciación la atención farmacéutica proactiva y la implicación y participación del paciente.
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sábado, 28 de mayo de 2011
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