miércoles, 22 de junio de 2011

44 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) :: El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad ::

La deficiencia de conocimiento en el abordaje de la formación de posgrado por parte de los tutores en los distintos hospitales ha hecho necesaria la publicación de una guía de formación del residente de Neumología


Ana Montero

El diseño del libro del residente, algo que el Ministerio se ha planteado de alguna forma modificar; el reconocimiento, tanto económico como de tiempo, de la labor de los tutores; junto con los problemas que han “descafeinado” el tema de la troncalidad, como son unos períodos cortos de formación específica y la ausencia de un período de selección y de evaluación al final de grado, son algunos de los temas abordados en el libro “La formación del residente de Neumología” que nace como manual de referencia para residentes y tutores y que surge desde la Comisión Nacional de Neumología y la SEPAR



Oviedo (23-6-11).- Durante el 44 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), celebrado en Oviedo, se ha presentado el libro “La formación del residente de Neumología”, un manual que, tal y como ha informado en exclusiva para EL MÉDICO INTERACTIVO su autor, el Dr. Felipe Rodríguez de Castro, “surge de la Comisión Nacional de la especialidad de Neumología y de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), tras cuatro o cinco años de trabajo y reuniones con los tutores en las que se trataban los problemas que existían en las formaciones de posgrado”. La idea original es que todo eso se plasmara y “sirviera tanto a residentes como para tutores”, como ha apuntado.

“Las deficiencias que detectábamos tenían que ver con el conocimiento”, ha señalado, de manera que cada tutor en los distintos hospitales abordaba la formación de posgrado, siguiendo las directrices del plan de formación, pero cada uno “como podía” y sin formación suficiente, incluso desde el punto de vista legal.

A todo esto se añade el cambio de normativa que empieza desde los propios planes de formación que se modificaron a partir de 2005; el estatuto del residente; y también el Real Decreto 183/2008, donde se cambia el sistema de formación y los criterios de evaluación, de manera que hizo todavía más “evidente” la necesidad de plasmar todo esto en una guía de formación.

En el libro se abordan temas de “interés”, fruto de la reflexión a lo largo de los años de la Comisión Nacional de la especialidad y de las reuniones que en los últimos cinco años se han mantenido con los tutores de la especialidad, una vez por año, plasmados en 15 capítulos.

En este sentido, se refleja el sistema de elección de plaza; el estatuto del residente y todo lo que regula su situación laboral; las funciones del tutor, que se abordan con una normativa legal nueva, que tiene que ver con una reivindicación “vieja” de los tutores en cuanto a que se reconozca su labor, no sólo desde un punto de vista económico sino también de tiempo; los recursos disponibles para la formación del residente; y la evaluación formativa, puesto que “todo lo que no se evalúa se devalúa”, como ha señalado.

El libro del residente, troncalidad e investigación
También se aborda en otro capítulo el libro del residente, una especie de cuaderno de Bitácora en el que el residente va registrando toda su actividad asistencial y formativa, también desde el punto de vista de la investigación y de la asistencia a congresos, que se ha quedado con un diseño “viejo” y que el Ministerio se ha planteado, aunque todavía no lo ha desarrollado, de alguna forma modificar. En este sentido, también se plantean futuros diseños del libro del residente y el aspecto de portafolio, donde se incluye un componente reflexivo.

Otro de los temas imprescindibles en la formación de posgrado, y, por tanto, en la guía, es la troncalidad y el nuevo diseño de la especialidad, un tema “caliente”, como ha señalado el Dr. Rodríguez de Castro, que no se ha resuelto del todo y que se encuentra cada vez con más dificultades, y en el que el Ministerio “está muy empeñado en que salga adelante” y para lo que han trabajado “mucho y muy bien”, como ha corroborado el Dr. Rodríguez de Castro.

Al ser preguntado por cómo afecta la troncalidad a la especialidad, el autor del libro ha señalado que “la idea es buena, el cómo se articula es algo más complicado”, a lo que ha añadido que un período troncal de dos años, más tres años, y no dos, de formación específica, se aproximarían más a las necesidades de todas las especialidades en general.

También ha manifestado que muchos aspectos de la troncalidad deberían contemplarse desde el grado, pero no obstante un período mínimo de dos años de formación de tronco, “no me parece algo absolutamente descabellado”, como ha afirmado.

A su juicio, uno de los problemas que ha “descafeinado” el tema de la troncalidad, aparte de estos períodos de formación específica, “que quizá se han quedado un poco cortos para muchas especialidades, incluida la nuestra”, según sus palabras, ha sido la ausencia de un período de selección y de evaluación al final de grado, que permitiera en ese momento y con más criterio, elegir aunque fuera dentro de un tronco una especialidad concreta, ya que la elección de la especialidad a priori, antes del tronco, ha desvirtuado un el proyecto, tal y como ha apuntado el doctor.

Asimismo, se ha tratado el tema de la investigación durante la residencia y en la guía se aborda cómo hacerla, si es posible, y cómo en un plan de formación “tan agobiado de tiempo”, como ha matizado, se puede plantear la investigación.

Así pues, las áreas de capacitación específica y la superespecialización, como tema de “bastante utilidad”, como la señalado el Dr. Rodríguez de Castro; el papel que desempeñan las sociedades científicas en la formación del residente; y otros aspectos más humanos, como el de compatibilizar la vida profesional con la vida familiar o el de la gestión del estrés en la formación especializada, son otros de los temas tratados en el libro.

Por último, los nuevos retos filosóficos y las cuestiones éticas; la evaluación de los currículos profesionales; las posibilidades profesionales del residente de Neumología al finalizar su formación; cómo se forma en el entorno europeo y en qué consiste el examen europeo de la especialidad completan la guía.

En cuanto al déficit de profesionales, el Dr. Rodríguez de Castro ha señalado que es “difícil de cuantificar” porque no existe un registro fiable, a ningún nivel, y ha añadido que antes hay que contestar a cuestiones como: “¿Cuántos profesionales para qué modelo sanitario?”, “¿Nos podemos seguir permitiendo este modelo sanitario? y “¿Hay que introducir reformas?.

En cualquier caso, de acuerdo a las ratios habituales que se manejan en Europa, en teoría, “a nosotros no nos hacen falta médicos, quizá sea necesaria una reestructuración del sistema”, ha concluido el Dr. Rodríguez de Castro.

Por otra parte, para el autor del manual “La formación del residente de Neumología”, los retos a los que debe enfrentarse el residente pasan por establecer nuevos planes de formación y aumentar los períodos de formación, ya que, tal y como ha matizado, “son los mismos desde los años 80, cuando es evidente que el cuerpo de doctrina ha aumentado muchísimo”, a lo que ha añadido que la “formación es un continuum que no puede acabar en la residencia”.

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