Los enfermos de cáncer no se sienten ‘aliviados’ porque la falta de comunicación médico-paciente dificulta el diagnóstico del dolor irruptivo oncológico
Mónica de Haro
El 77 por ciento de los pacientes aquejados de Dolor Irruptivo Oncológico están poco o nada informados
Con el primer documento de consenso sobre Cáncer y Crisis de Dolor, presentado en la inauguración del XVI Congreso Internacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), se abren nuevas esperanzas
Madrid (15-6-11).- El dolor es el síntoma más temido por los pacientes pero no siempre es reconocido por éstos, y también el peor tratado. Con el primer documento de consenso sobre Cáncer y Crisis de Dolor, presentado en la inauguración del XVI Congreso Internacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), se abren nuevas esperanzas. La presentación del documento ha corrido a cargo de las Dras. Ana Mañas, presidenta del Comité Organizador; Yolanda Escobar, del Servicio de Oncología del HCU Gregorio Marañón; y de Begoña Barragán, presidenta de la GEPAC.
Según la Dra. Mañas: “Para un médico curar es lo ideal, pero lo más importante es cuidar al paciente porque el Dolor Irruptivo Oncológico lo incapacita para la actividad general, para caminar, para trabajar, para las relaciones sociales e incluso para soñar, y todo esto le impide disfrutar de la vida”.
Diversos estudios indican que el 40 por ciento de los pacientes sufre DIO tres o cuatro veces al día, en episodios de picos muy altos de dolor (entorno al 7 en una escala del 1 al 10). Además, el 70 por ciento de pacientes con cáncer en estados iniciales lo padece, un porcentaje que sube al 90 por ciento en estados terminales. Se trata de un dolor espontáneo, muy rápido en su aparición (aunque pueda ser previsible) y muy intenso. En una hora como media está solucionado gracias a la acción de fármacos igual de rápidos, con una elevada potencia analgésica y fácil eliminación.
Para la Dra. Escobar la clave está en diagnosticar y tratar. “El concepto es escurridizo incluso para los profesionales. Por eso el diagnóstico es difícil. Antes el paciente estaba sobredosificado a causa del dolor crónico”.
Por eso los expertos insisten en que este dolor necesitaba una denominación para saber de su existencia, tanto por parte del paciente como por parte del médico. Hay que tratarlo de forma adecuada y localizada porque “un paciente con dolor no tiene percepción de mejoría”.
Según el Dr. Esteban Plata, presidente de Abbott, “hay 300 moléculas en fases finales de desarrollo que estarán disponibles como arsenal terapéutico para los profesionales”.
También han participado en la presentación otras autoridades en la materia como el Dr. Alejandro de la Torre, presidente del Comité Científico, quien señala que “el tratamiento del Dolor (DIO) requiere conocimientos exactos ya que los procesos terapéuticos de esta especialidad son radicalmente distintos”.
Por su parte Ferrán Guedea, presidente de la SEOR, asegura que “la personalización del los tratamientos oncológicos mejora la curación con mínimos efectos secundarios”.
Los pacientes, representados por Teresa Arenas, aseguran que “es vital conocer la enfermedad porque nos da seguridad y tranquilidad. El miedo muchas veces impide que el paciente supere la enfermedad”.
Las principales conclusiones del documento son que: se trata de una realidad ineludible con elevada frecuencia e intensidad y que debe ser tratado y controlado tan pronto como aparezca; que el DIO se asocia a complejidades conceptuales y de diagnóstico por lo que requiere unos criterios sencillos y uniformes aplicables por cualquier médico en cualquier medio; que es imprescindible controlar al paciente con analgésicos adecuados al dolor basal y hacer un seguimiento estrecho y un tratamiento personalizado y específico para aliviar el DIO; que los fármacos ideales son aquellos con elevada potencia analgésica, inicio de acción rápido (10 min), corta duración de efecto, mínimos efectos secundarios y fácil administración. El fentalino es el principio activo que másse ajusta a las necesidades de los pacientes con dolor irruptivo oncológico.
El objetivo es que los médicos conozcan y asimilen estos y otros datos generados en el documento de consenso sobre DIO para que puedan llevarlo a la práctica clínica.
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martes, 14 de junio de 2011
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