jueves, 5 de junio de 2014

Estrategia Nacional de Sanidad Electrónica :: El Médico Interactivo :: Sería muy importante, por no decir imprescindible, que existiese una Estrategia Nacional de Sanidad Electrónica

:: El Médico Interactivo :: Sería muy importante, por no decir imprescindible, que existiese una Estrategia Nacional de Sanidad Electrónica



Sería muy importante, por no decir imprescindible, que existiese una Estrategia Nacional de Sanidad Electrónica





Mayo de 2014 - Silvia C. Carpallo

El presidente de la Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS), Luciano Sáez Ayerra, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO

La inversión en nuevas tecnologías ha disminuido este último año, y se encuentra lejos de los porcentajes europeos, pero pese a ello España sigue líder en la implantación de las TIC en salud, que se aplica incluso en la formación del propio médico. Pese a ello, hay ámbitos de mejora, como la innovación en las fórmulas de financiación de estos proyectos, o la necesidad de que los sistemas de información de salud estén integrados con los servicios socio sanitarios. Estas son algunas de las conclusiones que Luciano Sáez Ayerra, presidente de la SEIS, extrae del último encuentro Inforsalud 2014.
¿Cuáles han sido las cifras del XVII Congreso Nacional de Informática de la Salud?
Aunque todavía no hemos realizado una valoración sobre la edición de este año, podemos avanzar que alrededor de mil profesionales, tanto del sector sanitario como del sector tecnológico, se dieron cita en Inforsalud 2014. En las diferentes sesiones, han participado más de doscientos profesionales como moderadores, ponentes o comunicantes. Igualmente, hemos podido contar con la asistencia de importantes cargos de la Administración. Su presencia y participación, a través de los temas de las diferentes sesiones, ha facilitado un impulso importante de cara a los nuevos proyectos. De hecho, ha habido un importante crecimiento en la asistencia del sector privado, con la participación de profesionales de más de 130 empresas, lo que da una idea de que nuestro sector acapara interés del mundo empresarial, y esto es muy importante de cara al futuro, ya que precisamos muchas soluciones para poder innovar en la Sanidad española.
¿Cuál es la situación actual de los tres grandes hitos de las TIC en salud, es decir, la historia clínica digital, la receta electrónica, y la tarjeta única e interoperable?
Se continúa avanzando significativamente en el desarrollo de los tres grandes proyectos, para la cooperación entre administraciones en materia de Salud. En el caso de la tarjeta sanitaria interoperable, se ha consolidado ya la información de todas las CC.AA y ciudades autónomas, quedando pendiente la inclusión de las mutualidades, en total más de 44 millones de ciudadanos.  La historia clínica digital del Sistema Nacional de Salud (HCDSNS) sigue su despliegue en diversas etapas de integración, quedando únicamente dos autonomías que aún no están conectadas en ningún nivel. Casi 20 millones de pacientes disponen de algún documento clínico en el Sistema de HCDSNS, que podría ser consultado por un profesional de una Comunidad distinta de aquella en la que reside el ciudadano, si éste demandara su asistencia. Por último, en relación con la receta electrónica, esta está totalmente implantada en Atención Primaria en casi la totalidad de las CC.AA, encontrándose en diversas fases avanzadas de integración en Especializada. Prácticamente la totalidad de las recetas del SNS se prescriben electrónicamente, y tal y como comentó la Secretaria General de Sanidad y Consumo  en la inauguración de Inforsalud, casi el 70 por ciento ya se dispensan electrónicamente.
¿Cómo afectan los 17 gobiernos de las CCAA en la implantación de un nuevo modelo de Informática de la Salud?
Las competencias en materia de facilitar los servicios de salud al ciudadano están transferidas a las comunidades. Esto ha tenido la ventaja de que la toma de decisiones está más próxima al escenario, y por ello permite una mayor agilidad y conocimiento para aportar nuevas soluciones. En el caso de la implantación de proyectos mediante las TIC, cada autonomía ha priorizado, en base a su situación e intereses, sus desarrollos de soluciones, muchas veces similares entre ellas. Considero que prácticamente todas las CC.AA han realizado importantes esfuerzos para innovar en sus servicios de Salud, aunque hay diferencias importantes en muchos casos. Sin embargo, sería necesario integrar las soluciones, ya que al ciudadano le importa muy poco quién le presta el servicio sanitario, lo que quiere es que se le atienda bien, lo antes posible y que su información de salud esté disponible allá donde se necesite. Hay que empezar a priorizar a nivel general proyectos y hacer interoperables los diferentes sistemas existentes. Para ello sería muy importante por no decir imprescindible que existiese una Estrategia Nacional de Sanidad Electrónica, que contemplara tanto el sector sanitario, como el socio sanitario, y además público y privado.
¿Cuál es la inversión en TIC en el sector salud en España, respecto a Europa?
La Sociedad Española de Informática de la Salud (SEIS) abordó el pasado año 2013 un estudio con los responsables de las tecnologías de la información y comunicación en las comunidades y en el Ministerio de Sanidad, con el fin de obtener información veraz sobre la inversión y resultados de la implantación de estos proyectos en el Sistema Nacional de Salud. Según este estudio, en 2012  la inversión total fue del orden de 704 millones de euros, sobre los 56.000 millones de presupuesto sanitario,  es decir, el 1,25 por ciento.  Aunque no hay unas cifras claras sobre la inversión en países europeos, lo que hemos obtenido es que oscila entre un 3.6 y un 9.5 por ciento, por lo que estamos muy lejos de ellos.  En estos momentos estamos finalizando el estudio de 2013, y ya podemos adelantar que ha sufrido una disminución importante respecto a 2012, moviéndonos en torno al 1,19 por ciento.  No llega a 625 millones de euros. La causa es que  la crisis económica y los recortes para cumplir el déficit público han supuesto un importante freno para la innovación en el sector Salud, sobre todo en algunas CC.AA.
Sin embargo, según el Ministerio de Sanidad, España es líder en muchos programas Europeos de sistemas de la información en Salud, ¿cómo es esto posible?
Si bien nuestra inversión es menor, los proyectos abordados son ejemplo en Europa y España lidera de hecho muchos proyectos europeos. Nuestra eficiencia con menos recursos es mucho mayor, lo que también es debido a que nuestro Sistema Nacional de Salud es uno de los mejores del mundo. Tenemos el conocimiento, la organización de nuestro sistema y una buena industria TIC, que nos permite situarnos en una posición de liderazgo. Pero esto exige que sigamos trabajando cada vez más y mejor.
¿Es viable seguir invirtiendo en estas herramientas, pese a la situación de recortes que sufre la Sanidad española?
No sólo es viable, es imprescindible.  Está demostrado que para mantener la calidad y las prestaciones sanitarias  es necesario hacer más eficientes nuestros recursos y para ello la única vía posible es innovar los procedimientos mediante la implantación de proyectos TIC. Si hiciéramos una evaluación del impacto económico de los proyectos y aplicáramos los retornos económicos en seguir invirtiendo en TIC en pocos años, la situación sería muy diferente.
Queda por avanzar, pero ya ha habido grandes cambios, ¿se conocen cifras sobre los ahorros que han aportado la implantación de estas nuevas tecnologías al sector?
Este es uno de los problemas que tenemos. Hay cifras muy parciales de algunos proyectos, ya que la salud es muy difícil de medir económicamente. Se puede poner en marcha un proyecto TIC en un escenario concreto, y ahí se pueden medir algunos retornos, pero evaluar su impacto global es más difícil.
En la implantación de las TIC en Salud, ¿qué pueden aportar las colaboraciones público privadas?
Es una vía, que si bien se está utilizando en algunos casos, es casi la excepción. Precisamente este año vamos a abordar en nuestras Jornadas de Informática Sanitaria, en Andalucía, el tema de cómo abordar proyectos TIC, con procedimientos diferentes a los tradicionales, con el objetivo de llegar a obtener unas guías para la contratación de proyectos TIC, dependiendo de las diferentes posibles vías de financiación. Hoy la innovación del sector salud también precisa de nuevas formas de financiar los proyectos y reorientar sus relaciones con la Industria.
Uno de los conceptos clave de este último Inforsalud ha sido sin duda la cronicidad, ¿qué pueden hacer las TIC para ayudar a la sostenibilidad ante este reto de futuro?
El desarrollo de la efectividad de los tratamientos sanitarios ha contribuido de forma decisiva a una mayor supervivencia, pero también a la transformación de los problemas agudos en crónicos. La enfermedad crónica pasa a ser el primer patrón de morbilidad, e incluso de mortalidad, en nuestra sociedad cada vez más envejecida.
Aunque la atención a las enfermedades crónicas no es ninguna novedad, el impacto asistencial es cada vez más importante. La atención a los pacientes con enfermedades crónicas debe realizarse desde una doble perspectiva: la individual y la poblacional. A pesar de la complejidad, la atención individual podría hacerse con  las herramientas convencionales. Sin embargo, el abordaje poblacional de las enfermedades crónicas es muy difícil de llevar a cabo sin  las TIC. Estas pueden proporcionar alternativas a la visita presencial, lo que permite que se pueda incrementar el número de contactos con el paciente,  el número de pacientes atendidos y salvar el obstáculo de la distancia. Las TIC, por tanto, son un elemento estratégico para mejorar la salud de los ciudadanos y garantizar un  sistema de salud sostenible y de calidad.  Proyectos como la receta electrónica,  la historia clínica digital, la disponibilidad de toda la información médica, así como a las pruebas diagnósticas en cualquier lugar y momento, permite la implantación de nuevas formas de asistencia que mejoran la calidad, equidad, eficiencia y eficacia de la atención sanitaria.
Igualmente, otra de las cuestiones a abordar en un medio plazo, es el integrar los servicios sociales también a través de estas herramientas. ¿Qué opina al respecto?
Llevamos años planteando la necesidad de que los sistemas de información de salud estén integrados con  los servicios socio sanitarios. Es una necesidad que se puede resolver con cierta sencillez, mediante procesos de integración o interoperabilidad de ambos mundos. Tiene una importante repercusión en la mejora de la atención al ciudadano, al ser tratado por el profesional adecuado en cada momento, y con la optimización del uso de los recursos sanitarios y socio sanitarios. Creo que ya nadie lo duda, pero hay que ponerse a ello.
Otro ámbito de actuación donde pueden intervenir las  TIC es en la formación del propio médico. ¿Hay algunos ejemplos de ellos?
La formación continuada del médico de hoy día está basada en gran medida en entornos de formación en línea y en sistemas de simulación, que sólo son posible gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. Por ello, el Sistema Nacional de Salud reconoce y acredita las actividades de formación en línea, con los mismos criterios que la formación presencial. En España estas iniciativas del uso de las TIC en la formación del profesional de la Medicina están siendo impulsadas sobre todo por los servicios de salud autonómicos, que ya disponen de plataformas de formación en línea, y por las universidades españolas, muchas de las cuales han apostado por sistemas de código abierto, que se adaptan a las normas de formación en línea, como SCORM (Sharable Content Object Reference Model).
¿Y qué hay de la formación del médico en las TIC?
En el año 2000, la Asociación Internacional de Informática Médica (IMIA) publicó unas recomendaciones para la formación en informática de la salud, con especial énfasis en la formación de los estudiantes de Medicina y de los programas de doctorado. Poco después, la SEIS adaptó estas recomendaciones, en colaboración con varias universidades españolas, que ya han incluido en su programa formativo la Informática de la Salud en las facultades de Medicina o de Ciencias de la Salud. En el año 2008, la revista I+S publicó un número especial a "Educación en Informática Biomédica y de la Salud" que recogía experiencias como las de la Universitat Pompeu Fabra o la Universidad de Barcelona, por citar dos ejemplos.  Pero no se debe olvidar la necesidad de disponer especialistas para la dirección de sistemas y tecnologías de la información de las organizaciones sanitarias. Son un recurso estratégico vital para la implantación de procesos de innovación, que requiere unas habilidades especiales, con formación no sólo en TIC, sino también en planificación, gestión del cambio, y sobre todo conocimiento del negocio sanitario. Para resolver esta necesidad la SEIS y el Instituto de Salud Carlos III, a través de la Escuela Nacional de Sanidad, han puesto en marcha un master de dos años de duración que ofrece  esta titulación, del que se acaba de convocar su segunda edición.
Otro de los aspectos más debatidos, es que en ocasiones la tecnología conlleva una deshumanización de la práctica médica, ¿qué opina al respecto?
No son tantos los años que llevamos usando las tecnologías de la información de forma extendida si lo comparamos con los años en los que la Medicina se ha ejercido de forma tradicional, pero desde la SEIS creemos que la implantación de las TIC en el ámbito sanitario ha sido un hito tan importante como la formación de médicos residentes. Aún estamos aprendiendo a utilizar la tecnología disponible, y esto supone un esfuerzo de adaptación para el médico y el paciente. En todo caso, uno de los objetivos fundamentales de esta tecnología es mejorar la comunicación entre el médico y el paciente, ofreciéndole nuevas alternativas que mejoren la experiencia del paciente en su contacto con el Sistema Sanitario.
En el tiempo que llevamos trabajando con estas TIC, ¿hemos evaluado las mismas?
Las dificultades en la evaluación de las TIC  en las enfermedades crónicas no son sorprendentes. Es muy difícil evaluar el impacto de una tecnología aislada, el reto es evaluar el impacto sobre el conjunto del sistema sanitario, sin olvidar el incremento de valor para el paciente concreto.  Por otra parte,  en muchas ocasiones, se ha utilizado tecnología por su disponibilidad, por la novedad o por el interés científico, sin valorar la necesidad real, el impacto que ocasiona a nivel de proceso clínico,  la salud del ciudadano, etc. En el caso de las TIC, un factor de éxito en su implantación es la alineación de todos los actores implicados (profesionales, pacientes, gestores,  gobiernos, empresas, universidades, etc.). Todos deben practicar modelos de gobernanza diferentes a los practicados hasta el momento.  Se está trabajando en la mayor parte de las organizaciones  en evaluar el impacto de los proyectos TIC, no sólo desde el punto de vista económico, sino también en la eficiencia del sistema de salud, en la calidad de la atención y en la seguridad del paciente. Hay resultados obtenidos que avalan la importancia y los beneficios que se obtienen, tanto para la disponibilidad de recursos sanitarios, como para la accesibilidad del paciente a los servicios, o para la atención y conocimiento de los profesionales y la propia calidad de la asistencia.
¿Hemos aprendido de algunos de los errores para avanzar hacia un mejor camino?
Los errores cometidos son múltiples, se han realizado muchos proyectos piloto sin vocación de continuidad y sin previsión de recursos adecuados, lo que ha supuesto importantes fracasos. Igualmente, en ocasiones, no se ha contado con la visión o participación de los profesionales sanitarios. Sin embargo, hay que plantear que este camino ha permitido que hoy muchos proyectos ya estén operativos, y que nuestras organizaciones se encuentren preparadas para asumir los nuevos cambios. Para avanzar en innovación a veces hay que cometer errores. De ellos hemos aprendido que la implantación de una nueva tecnología, que incide en la cultura de la organización, en los procedimientos y en la organización de tareas y roles profesionales, como son la TIC, requiere tiempo de madurez y directivos impulsores que apuesten por el cambio.  Otra cosa es que no hayamos contado en el Sistema Sanitario con una Estrategia Nacional para la Sanidad Electrónica. La SEIS lo lleva proponiendo hace muchos años, e incluso se ha realizado un planteamiento estratégico consensuado entre los agentes del sistema sanitario y la industria. Pero hasta este momento todavía no se ha materializado en un plan real, con los apoyos políticos necesarios.

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