Los servicios de prevención, abocados a la venta o al cierre

El Consejo de Ministros no trató finalmente el pasado viernes el anteproyecto de Mutuas. Las mutuas tendrán hasta marzo de 2015 para desvincularse de sus sociedades preventivas.

Laura G. Ibañes. Madrid |laura.gutierrez@diariomedico.com | 14/07/2014 00:00

Las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social tendrán de plazo hasta el 31 de marzo de 2015 para desvincularse por completo de las sociedades de servicios de prevención ajenos, mediante su venta o, en caso contrario, liquidación y extinción. Así consta en el último borrador de la Ley de Mutuas que el Gobierno presentó a los sindicatos la semana pasada y que estaba previsto que se aprobara en el Consejo de Ministros del pasado viernes pero que, finalmente, y sin que mediara explicación alguna al respecto, no fue tratado en la reunión del Ejecutivo.
Antonio Iniesta, presidente de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (Aeemt), reconoce que este traspaso obligado "genera mucha incertidumbre sobre el futuro de los profesionales que trabajan en ellos", cerca de 5.000 sanitarios. En su opinión, la mayoría de estas sociedades de prevención surgidas de las mutuas y constituidas como sociedades independientes pero con capital de la mutua, "se venderán a directivos de la propia empresa como está sucediendo ya en algunos casos o a fondos de inversión, pero eso no elimina la incertidumbre".

Obligación prevista
La obligación de las mutuas de vender sus sociedades de prevención o cerrarlas "no ha podido coger a nadie por sorpresa", explica sin embargo Oliver Martín, gerente de la Asociación de Servicios de Prevención Ajenos (ASPA), que aglutina a las compañías de prevención de capital privado no constituidas por las mutuas. Martín detalla que "en el año 1995 se permitió por real decreto ley que, de forma temporal, las mutuas estuviesen habilitadas para realizar actividad preventiva, ya que no había operadores de servicios de prevención en España en marcha que pudieran permitir al país cumplir la directiva europea de riesgos laborales que obligaba a disponer de esos servicios".

Así, y pese a que en 1997 se permitió ya la constitución de empresas de servicios de prevención ajenos de capital estrictamente privado, las mutuas fueron las protagonistas en la oferta de esta prestación.

La Asociación de Especialistas en Medicina del Trabajo confía en que no haya cierres, pero reconoce que la norma genera incertidumbre para los profesionales

"En 2005 -explica Martín-, y tras varias denuncias del Tribunal de Cuentas, el Gobierno dio el primer paso para obligar a las mutuas a desvincularse de las actividades preventivas, obligándolas a crear sociedades mercantiles separadas de la mutua y, por tanto, con personal y recursos físicos diferentes que ya no podrían compartir como hasta entonces. Sin embargo, el capital con el que se constituyeron esas sociedades de prevención era capital privativo de la mutua".

Ahora, y tras nuevas denuncias del Tribunal de Cuentas, el Gobierno parece dar el paso definitivo en esa desvinculación, obligando a las mutuas a sacar su capital de las sociedades de prevención, esto es, a venderlas o cerrarlas. La cuestión no es baladí: afecta a una veintena de sociedades filiales de las mutuas (sobre más de 400 de sociedades de prevención), pero que copan el 40 por ciento de todo el mercado, que supera los 1.350 millones en facturación.

Operaciones en marchaAlgunas de ellas ya se han puesto manos a la obra. Hace tan sólo unos días, por ejemplo, que Ibermutuamur vendió su sociedad de servicios de prevención por 12,9 millones a Inverpreven, una compañía constituida por casi 50 directivos de la propia sociedad de prevención. Otras operaciones no han tenido tanto éxito, como el intento fallido hace ahora un año de la sociedad de prevención de Fremap, que la mutua intentó vender por un simbólico precio de 100.000 euros pese a que el capital invertido superaba los 12 millones. La Seguridad Social, que ingresará en su caja en muchos casos más del 50 por ciento del precio de venta de las sociedades de prevención, frenó finalmente esta operación.
Pese a la incertidumbre, Martín califica de logro la decisión de desvincular las sociedades de servicios de prevención de las mutuas, "porque la situación actual era de competencia desleal con el resto de compañías de servicios de prevención, que no cuentan con capital y recursos de las mutuas".

Con todo, las mutuas mantendrán entre sus competencias ciertas tareas de asesoramiento sobre prevención, según el último borrador, que se desconoce si invadirán tareas de las sociedades de prevención.

¿Sobrecoste para la sanidad pública?

El último borrador de Ley de Mutuas da la posibilidad de que los servicios de salud firmen acuerdos para que se atienda a pacientes de baja por contingencias comunes con recursos de las mutuas. Según dice Francisco José Sáez, responsable del grupo de IT del Foro de AP, "a diferencia de lo que ocurría en los borradores iniciales, el texto final permite esta opción pero sin que suponga un coste para los servicios públicos, ya que la mutua no cobrará por ello sino que contemplará el gasto como una pérdida en sus cuentas. Si acaso, la que perdería sería la cuenta de la SS que, sin embargo, ahorrará por otra parte al reducir el tiempo de baja de los trabajadores y por tanto sus costes al pagar la prestación por IT". Por esa razón, Sáez opina que "ha desaparecido el riesgo que figuraba en borradores anteriores de descapitalizar la sanidad pública y detraer de ella recursos para dárselos a las mutuas". Una opinión que no coincide con la de José María Morán, vicepresidente de Faiss, para quien el texto final "sigue hablando de que la mutua cobrará".