“Médicos e instituciones sanitarias deben de perder el miedo a incorporar la Medicina Personalizada a la práctica habitual”
Santiago de Compostela (27-29/09/2014) - N.G.
• "Las instituciones sanitarias no han asumido que los registros de pacientes son imprescindibles para evaluar sus resultados en salud y medir su impacto económico, además soy escéptico de que lo hagan", sentenció Jaime del Barrio, director del Instituto Roche, en el marco de BioSpain 2014
• Antonio Andreu, director del Instituto Carlos III, pide un compromiso social: médicos, pacientes, gestores en el cambio global de modelo sanitario que supone la Medicina Personalizada
"Los médicos deben de perder el miedo a incorporar a su práctica diaria la Medicina Personalizada (MP). Del mismo modo que piden un análisis de sangre a sus pacientes tienen que ser capaces de añadir otras pruebas cuando consideren que pueden detectar las alteraciones genéticas de la enfermedad", subrayó el investigador catalán Manel Esteller, del Instituto Idibell, en la rueda de prensa del Instituto Roche, que celebró su décimo aniversario con un Foro Internacional donde analizó los retos médicos en la próxima década. Un encuentro con los medios de comunicación que tuvo lugar enmarcado en el 7º Encuentro Internacional de Biotecnología BioSpain 2014 que ha tenido lugar en Santiago de Compostela.
Esteller incidió también en la necesidad de que las instituciones sanitarias pierdan el miedo acérrimo al gasto inicial que supone introducir la Medicina Personalizada. "Deben de ser conscientes de que si un análisis genético puede costar al principio 250 euros luego puede hacer ahorrar al sistema 25.000 euros al no prescribir un fármaco que se ha demostrado por la analítica que no funciona en ese paciente", explicó el científico catalán. "Pero sobre todo -continúo subrayando- los clínicos no podemos lavarnos las manos en ese concepto de pérdida del miedo; tenemos que incorporar ese gasto como habitual en nuestro trabajo porque es un elemento clave en el futuro".
En este sentido, mostró su esperanza en que la siguiente generación de médicos, "los que están en la Universidad actualmente ya habrán superado el miedo a la MP en la práctica clínica habitual. Además ya existe una mayor comunicación entre las facultades de medicina y los laboratorios, así como un interés creciente entre los estudiantes por la MP, porque ya han cambiado de chip y saben que no es el futuro, sino que es el presente; que ha llegado y lo ha hecho para quedarse", indicó.
Una década después del nacimiento del Instituto Roche, y cuando ya pasan 11 años desde la conclusión del Proyecto Genoma Humano (en 2003), la principal promesa y esperanza de la revolución del conocimiento genético, la Medicina Personalizada, "ha dejado de ser una utopía para convertirse en una realidad presente a corto y medio plazo en nuestras vidas", sentenció Jaime del Barrio, director del Instituto Roche. "La posibilidad de ofrecer diagnósticos y tratamientos personalizados ya no es un deseo; es una nueva forma de abordar las enfermedades", remarcó, en plena coincidencia con Federico Plaza, director de Government Affairs de Roche en España, para quien "la Medicina Personalizada ha supuesto un cambio de paradigma en muchas áreas de nuestro Sistema Nacional de Salud, incorporándose progresivamente en la agenda de las autoridades sanitarias".
Sin base de datos de pacientes
A pesar de que España no ha perdido el tren de la MP, queda aún mucho camino por recorrer para su óptimo recorrido. Entre ellos, Jaime del Barrio se refirió a la urgente necesidad de contar con los registros de pacientes para evaluar sus resultados en salud y medir su impacto económico. "Son imprescindibles, pero soy escéptico en que los tengamos a corto plazo", reconoció Del Barrio. "Las autoridades sanitarias no están todavía en ello". Su escepticismo es lógico en un SNS que cuenta con 17 sistemas sanitarios diferentes y donde temas como las TIS y las historias clínicas no están unificadas." Son 17 sistemas que entre ellos no solo no se hablan, sino más bien se dan la espalda en muchos casos". En esta línea, el director del Instituto Roche mostró su sana envidia ante países como México con una población de 140 millones de personas "ya estén haciendo sus mapas de población o el Reino Unido que lleva años elaborando grandes bases de datos ", adelantó.
El impacto de la Genómica sobre la economía
Para el profesor de Genómica y Bioeconomía de la Escuela de Salud Pública de Harvard (EE.UU.) Gerardo Jiménez-Sánchez el mundo empieza a pasar de las enfermedades genéticamente más sencillas a las más complejas, que son las que más matan: diabetes, hipertensión, obesidad, el cáncer, "donde los avances en el mundo de la genómica nos han permitido acercarnos con nuevas tecnologías para ver en el texto del ADN las faltas de ortografía que comienzan a traducirse en formas de diagnóstico para seleccionar mejor tratamiento para un tumor o para distinguir mejor determinadas alteraciones".
Según explicó Jiménez-Sánchez, presidente de Biotecnología de la OCDE y experto de referencia en la materia, "el coste de la tecnología de secuenciación genómica se ha debatido en un millón de ocasiones y el número de especies cuyo genoma se ha secuenciado supera los 5.000, indicó, al tiempo que subrayó que "la potenciación de la bioeconomía requiere de políticas públicas que estimulen y protejan cada una de las etapas en la cadena de valor, desde la investigación y desarrollo hasta el posicionamiento de sus productos en el mercado".
Este experto hizo especial hincapié al señalar que "el impacto de la Genómica sobre la economía comienza a ser significativo en las finanzas de los países industrializados". En su opinión, no es lo mismo que las políticas públicas ofrezcan una serie de intervenciones de salud pública indiscriminadas a toda la población, asumiendo que los riesgos son iguales para todos, que "hacer tiros de precisión más efectivos y menos costosos en base a información genómica".
Jiménez-Sanchez reflexionó sobre los retos que nos esperan para poder hacer frente a la realidad de la MP para todos. Retos de tipo técnico "como analizar la gran cantidad de datos masivos, cómo almacenarlos, interpretarlos; retos clínicos: educar a las nuevas generaciones de médicos a saber interpretar los datos y traducir las variaciones del ADN para el cuidado de la salud de sus pacientes. Tampoco podemos olvidar los retos económicos: quién pagará estos servicios y cuáles serán los criterios. De hecho ya se empiezan con las estrategias para analizar costo-efectividad de algunas pruebas", dijo el científico
Jiménez-Sánchez tampoco obvió los retos de la MP referidos a los aspectos legales, sociales, filosóficos de todo lo que atañe a la esencia de la humanidad. "Uno de los primeros retos a los habrá que enfrentarse será al de la educación del público en general: niños, jóvenes... a los que tendremos que explicar lo que conlleva la era genómica. En esta línea vemos como países como España toman el liderazgo de llevar este conocimiento a la salud ", apuntó.
La apuesta decidida del Carlos III
Por su parte el doctor Antonio Andreu, director del Instituto Carlos III, quien también participó en la rueda de prensa del Instituto Roche en el Encuentro BioSpain de Santiago de Compostela, aseguró la apuesta decidida de su centro por la MP. "Creo que podemos demostrar como Institución que nos hemos incorporado a ella, así como que estamos poniendo los instrumentos específicos para que ese compromiso sea real", reconoció.
Andreu consideró como imprescindible formar a profesionales tanto del sector público como privado para que estén preparados para el cambio cultural que supone la Medicina Personalizada. Aunque en su opinión lo que no se puede obviar es que la MP supone el cambio de paradigma de la Medicina. "Un cambio global de la manera de entenderla no solo por los gestores sanitarios, sino también por los pacientes y profesionales sanitarios que tienen que posicionarse ante este cambio de modelo de medicina. Desde el Carlos III somos conscientes de que implementar la MP es un proceso complejo y el miedo está presente en todos estos cambios, un miedo fruto de la ignorancia sistémica sobre las posibilidades que la MP ofrece a la población", subrayó.
Para el responsable del Carlos III, esa ignorancia se debe a "que no hemos desarrollado pruebas de que las aproximaciones de MP son las más eficientes coste-efectividad. Por eso, insistió Andreu, necesitamos desesperadamente investigadores para poner los instrumentos específicos para que estimulen a la comunidad científica a que desarrollen y prueben esos conceptos para que vean que la realidad es posible".
A su juicio de Andreu, España se está moviendo con gran voluntad en el campo de la MP y el Carlos III intenta "estar a la altura como por ejemplo formando parte de la alianza americana de la MP". En este hilo conductor, el director del Carlos III comentó que cuando se producen mejoras en el sistema sanitario los elementos presupuestarios son fundamentales, "pero el tema de la Medicina Personalizada va más allá del tema económico. Precisa de educación, formación, de una registro de datos y focalizar nuestras fuerzas en todos los agentes sociales".
Porque, tal y subrayó el responsable del Carlos III, un modelo sanitario no cambia por la decisión de un colectivo, "sino por una colectividad bien alineada y eso es tremendamente complicado. Sin embargo es una realidad que no se puede retrasar más. Ahora es el momento para que la MP se sume a ese cambio de modelo y hay que hacerlo con valentía y que todos los actores estén por la labor. Un elemento a trabajar en profundidad es la implicación de la sociedad, de los pacientes en la MP, porque ellos serán los usuarios de la misma y tienen la voz.", concluyó Andreu.
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