CRÍTICA DE LOS PROFESIONALES
La ruptura de los pactos empaña la valoración del sector
Atención primaria afirma que no se ha apoyado al nivel en 4 años. La industria valora en positivo el plan de pago a proveedores.
L.G.I. Madrid | laura.gutierrez@diariomedico.com | 02/11/2015 00:00
El balance de la legislatura que realiza el sector sanitario queda empañado por la ruptura de los pactos de Moncloa. Tan sólo la Organización Médica Colegial (OMC) ha preferido no mojarse y dar su valoración de lo que ha acontecido en estos cuatro años, probablemente por los contactos de última hora con el Ministerio de Sanidad para tratar de encauzar un nuevo acuerdo tras la ruptura de los pactos. El resto de entidades sí hablan sin tapujos reconociendo aspectos positivos como la ECOE de Familia o la troncalidad y cargando duramente por la falta de acuerdo en gestión clínica o el Decreto 16/2012.
Desde el sindicato médico CESM se afirma que "la valoración de la legislatura es sencilla: los acuerdos más importantes que se firmaron en la Moncloa para la gestión clínica, la sostenibilidad y la mejora de las condiciones profesionales y laborales de los médicos, simplemente, no se han cumplido. Además lamentamos que el Interterritorial siga sin ser liderado por el Ministerio".
El presidente de las sociedades científico médicas Facme, Carlos Macaya, da una de cal y una de arena: "Lo más positivo ha sido el desarrollo y la puesta en marcha del real decreto de troncalidad, con el fin de implementarlo en 2-3 años. Y lo más negativo, que no se ha desarrollado el Acuerdo Marco de Colaboración Foro de la Profesión Médica-Ministerio, quedando pendiente el pacto por la sanidad, el desarrollo profesional y la gestión clínica. Todavía no se han llevado a cabo en ninguno de los puntos. Esperamos que el proyecto del decreto de gestión clínica sea pronto una realidad".
Atención primaria
Josep Basora, presidente de Semfyc, también reconoce algunos logros, pero en el balance parece pesar más lo negativo: "El decreto de troncalidad ha sido muy positivo y también la estrategia de cronicidad. Sin embargo, en negativo debemos señalar la falta de concordancia entre Trabajo y Sanidad para alcanzar una solución satisfactoria en el decreto de gestión de la incapacidad temporal. También ha faltado contacto con los agentes del sector y seguimos a la expectativa de ver cómo quedará la recertificación profesional sin tener feedback alguno del Ministerio". A esto añade "la falta de acuerdo sobre la gestión clínica. Y, muy en negativo, el RDL 16/2012".
Josep Basora, presidente de Semfyc, también reconoce algunos logros, pero en el balance parece pesar más lo negativo: "El decreto de troncalidad ha sido muy positivo y también la estrategia de cronicidad. Sin embargo, en negativo debemos señalar la falta de concordancia entre Trabajo y Sanidad para alcanzar una solución satisfactoria en el decreto de gestión de la incapacidad temporal. También ha faltado contacto con los agentes del sector y seguimos a la expectativa de ver cómo quedará la recertificación profesional sin tener feedback alguno del Ministerio". A esto añade "la falta de acuerdo sobre la gestión clínica. Y, muy en negativo, el RDL 16/2012".
Inclinado a lo negativo se expresa también el presidente de Semergen, José Luis Llisterri: "Han sido cuatro años realmente convulsos. En positivo, sólo podemos valorar haber cerrado definitivamente el acceso excepcional al título de médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, con la famosa prueba ECOE. El balance negativo es enorme -continúa Llisterri-. La atención primaria ha sufrido un auténtico castigo; se la ha ninguneado y maltratado, especialmente desde la aprobación del Real Decreto Ley 16/2012, que, en mi opinión, habría que derogarlo o, como mínimo, revisarlo. Sigue sin apoyarse la investigación en AP y sigue sin aumentarse su presupuesto". Semergen añade que "sobre las unidades de gestión clínica existe una gran decepción, ya que las directrices que emanan del Ministerio son o no asumidas por cada una de las autonomías".
"La precariedad en AP es cada vez mayor, existe una falta total de reconocimiento, siguen existiendo trabas al acceso a determinadas pruebas, al igual que dificultades para prescribir determinados nuevos tratamientos... En definitiva, un balance verdaderamente negativo. ¿Nota de la legislatura? Un 2 sobre 10", concluye.
Desde SEMG, su presidente, Antonio Fernández-Pro Ledesma, dice que la palabra más adecuada para calificar la situación es precariedad. "Y no solo porque AP sigue siendo la gran perjudicada por los recortes, falta de recursos y nula inversión, sino también porque el SNS ha perdido la equidad. El RD 16/2012 ha marcado este periodo bajo un pretexto economicista que ha generado desigualdad sin mejorar la financiación o asegurar la preservación del sistema. La situación habla por sí sola: altas tasas de desempleo y precariedad; aumento del empobrecimiento; incremento de problemas de salud mental; mayor cronicidad por envejecimiento; falta de recursos para atender a la dependencia; pérdida de la cobertura de los inmigrantes irregulares; incremento de las listas de espera... En definitiva menor presupuesto dedicado a salud y sus consecuencias. Además, la falta de consenso entre el Ministerio y la comunidad científica puede haber alimentado conflictos interprofesionales sin sentido... ", concluye.
Sin contacto
La Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) añade críticas al escaso contacto ministerial con ellos. Según explica, "el Gobierno, con su proyecto de gestión clínica, ha dado pasos significativos, si bien, aún no ha conseguido cerrar este importante proyecto y no se ha contado con la opinión de los directivos de la salud. El Gobierno tampoco ha tenido en cuenta a los directivos en lo que al debate de sostenibilidad se refiere". De cara a la próxima legislatura, Sedisa reclama "el establecimiento de una carrera profesional y de una guía de competencias y habilidades que han de tener los directivos", y pide que la gestión sanitaria sea considerada como un área de capacitación profesional.
La Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) añade críticas al escaso contacto ministerial con ellos. Según explica, "el Gobierno, con su proyecto de gestión clínica, ha dado pasos significativos, si bien, aún no ha conseguido cerrar este importante proyecto y no se ha contado con la opinión de los directivos de la salud. El Gobierno tampoco ha tenido en cuenta a los directivos en lo que al debate de sostenibilidad se refiere". De cara a la próxima legislatura, Sedisa reclama "el establecimiento de una carrera profesional y de una guía de competencias y habilidades que han de tener los directivos", y pide que la gestión sanitaria sea considerada como un área de capacitación profesional.
El balance de la legislatura es realmente negativo en boca de los enfermeros. Su presidente, Máximo González Jurado, afirma sin tapujos que "la legislatura que ahora termina no ha podido ser más nefasta. La profesión enfermera y el Ministerio de Sanidad firmaron un Pacto ante el presidente Mariano Rajoy. A día de hoy el Gobierno no solo no ha cumplido ni uno sólo de los compromisos, sino que además ha humillado a nuestra profesión, nos ha traicionado con la prescripción enfermera".
Mucho más en positivo se expresa Jesús Aguilar, presidente del Consejo de Farmacéuticos, que destaca el acierto de la "la firma del acuerdo marco con los farmacéuticos y el reconocimiento del potencial asistencial de la farmacia comunitaria en la atención al paciente". En negativo reconoce "la excesiva carga económica que ha soportado la farmacia, ya que, representando el 15 por ciento del gasto sanitario, ha generado desde el año 2009 el 43,5 por ciento del ahorro total".
Desde el IDIS, que integra a las principales aseguradoras sanitarias y grupos hospitalarios privados, se afirma que la legislatura ha venido marcada por "la politización de la sanidad hasta el punto de que se han puesto en cuestión los modelos de colaboración público-privada". Como tareas pendientes, su secretario general, Juan Abarca, señala "la integración de los recursos públicos y privados y de la información y el aprovechamiento tecnológico, además de la necesidad/deseo de que sean únicamente los resultados sanitarios los que marquen las políticas de actuación en el sector".
Finalmente, la patronal de fabricantes de tecnología Fenin reconoce en positivo "que durante esta legislatura se hayan adoptado medidas para controlar la morosidad pública a través del Plan de Pago a Proveedores", y afirma que esto ha sido "decisivo y vital para la viabilidad de empresas. Aun así, son necesarias más medidas que erradiquen definitivamente este problema", y financiación a las autonomías para renovar equipos, puesto que la facturación de las compañías ha caído un 17 por ciento.
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