ENTRE 30 Y 40 MUERTOS EN LOS AÑOS 2007 Y 2014
Pediatría y Salud Pública dudan de la calidad de la vacuna para tos ferina
Los casos de las últimas semanas, que han supuesto la muerte de tres bebés en España rompen la tendencia de principio de siglo.
José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 23/11/2015 00:00
Los fallecimientos esta semana de los tres bebés españoles por tos ferina no rompen la tendencia de los últimos años, pero sí la de principio de siglo. A partir del año 2007 se produjo un punto de inflexión, un claro aumento de muertes por la enfermedad. Como refleja un informe del Centro Nacional de Epidemiología, de junio, entre 2000 y 2006 se detectaron siete fallecimientos; entre 2007 y 2014, entre 30 y 40.
Según han dicho a Diario Médico Francisco Álvarez, del Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), y Luis Palomo, de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitarias (Sespas), las razones son multifactoriales, pero una destaca: un cambio en el tipo de vacuna.
Hace años, la que se utilizaba era de alta carga antigénica, pero algunos efectos secundarios neurotóxicos y su precio influyeron en un cambio a una de menor carga antigénica, que las autonomías empezarona a adquirir hace unos 10 años a un menor precio. Álvarez y Palomo señalan que la protección de la actual vacuna es menor, y dejan caer que su calidad está en entredicho.
Junto a esta razón, otras podrían sumarse al aumento de muertes. Algunas son las ondas epidémicas (se habrían dado 4 desde 1998), las mejoras diagnósticas (a más casos detectados, quizá más fallecidos localizados por los sistemas de información, también mejorados), y las resistencias bacterianas, derivadas de cepas mutadas.
Sobre la calidad de la vacuna, Álvarez dice: "Aporta 5-6 años de protección, menos que la anterior". Palomo añade: "Su calidad deja que desear. Es un problema que deberíamos tratar".
Buscando mejoras epidemiológicas, tanto AEP como Sespas piden vacunar también a embarazadas y adolescentes. Con el primer colectivo, la mayoría de autonomías ya lo hacen, tras una recomendación del Ministerio anterior al verano, que coincidió con un desbastecimiento de la vacuna en farmacias que aún perdura.
Sólo Galicia, Castilla y León, Cantabria, La Rioja, ceuta y Melilla aún no vacunan a embarazadas. La primera comunidad en hacerlo, en 2014, fue Cataluña. Luego se sumaron Asturias, País Vasco, Navarra, Valencia, Baleares, Extremadura y Canarias. En los últimos meses lo han hecho Andalucía, Madrid, Castilla-La Mancha y Murcia.
RecomendacionesAntes de verano, el Consejo Interterritorial citaba un "desabastecimiento que podría alargarse en el tiempo" -como así ha sido-, y hablaba de prioridades: primovacunación a los 2, 4 y 6 meses y recuerdo a los 18 meses. Daba luz verde a retrasar el recuerdo de los 6 años y abría la puerta a priorizar la vacunación en embarazadas.
En un informe de 2013, el Ministerio de Sanidad ya admitía "un incremento en la incidencia de tos ferina en menores de 2 meses", y reconocía que la vacuna "sólo proporciona inmunidad de corta duración, durante 3-4 años". No hallaba evidencias para vacunar a adolescentes y aún no citaba la posible vacunación a embarazadas.
Dos años después, hace cinco meses, otro informe del Ministerio insistía en el aumento de la incidencia, y añadía que muchos países están optando por la vacunación a embarazadas. Concretaba "un progresivo aumento de la incidencia, la hospitalización y la mortalidad desde 2010, y destacaba el dato clave: "Entre los años 2000 y 2006 se registró una media de una muerte al año, mientras que entre 2007 y 2013 la cifra se eleva a 4,8 fallecimientos".
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