Los sindicatos de Aragón exigen a Celaya la convocatoria de una OPE con 1.483 plazas

El Médico Interactivo | 26 - Junio - 2017 14:20 h.

Los sindicatos Cemsatse, Csif y CCOO han solicitado al Gobierno de Aragón que “deje de jugar con el Empleo Público”, durante la reunión mantenida con Sebastián Celaya, consejero de Sanidad. Los sindicatos firmantes del Pacto por el Empleo en la Sanidad Aragonesa han exigido la convocatoria este año de las 1.483 plazas recurridas por el Gobierno Central, ya que la Ley de Presupuestos lo permite. Estas organizaciones han pedido “la aprobación inmediata de la fórmula jurídica que, con los nuevos Presupuestos Generales del Estado, permita la convocatoria de las 1.483 plazas recurridas por el Gobierno Central en el mes de septiembre”.

Para los tres sindicatos, “el Pacto por el empleo no está muerto, sino que es más necesario que nunca, en un momento en el que la aprobación de nuevos baremos para los procesos de selección y provisión del Servicio Aragonés de Salud ha aumentado la preocupación del personal por consolidar su empleo fijo”. A este respecto, consideran inaceptable que los poderes públicos aprueben leyes “que les tumben a la primera de cambio la mayor oferta de empleo de la comunidad desde las transferencias”.

Consolidación del puesto

Los sindicatos vascos consideran que la verdadera preocupación de la gente no es tanto un baremo u otro, sino las escasas posibilidades de consolidar un puesto fijo en la Administración Sanitaria Aragonesa. Por esta razón, y para no engañar a los miles de aspirantes que están gastando su tiempo y dinero en estudiar para ser empleados del servicio público, han exigido al consejero la convocatoria inmediata de una mesa sectorial, incluyendo las 1.483 plazas en la oferta de 2017 para remitir al Boletín Oficial de Aragón a la mayor brevedad posible.

Las organizaciones sindicales han recordado que la convocatoria parte de un compromiso adquirido por el ejecutivo anterior y los sindicatos firmantes para reducir la temporalidad, y que llevó a su conversión en plazas de plantilla orgánica, un gesto inequívoco que ha sido esquivado por el actual ejecutivo desde su llegada al Pignatelli.