HAY QUE INSTITUCIONALIZAR EL SISTEMA
El SNS sigue esperando al Séptimo de Caballería
La crisis congénita del SNS arraiga en la triada medicina-médicos-sistema sanitario, tres conceptos que habría que revolucionar con una profunda reestructuración más allá de cuestiones políticas o financieras.
Pilar Laguna. Murcia | 10/10/2011 00:00
Hasta 2010 nadie quiso ver la crisis en el sector sanitario y la técnica del avestruz retrasó medidas de contención que podrían haber evitado posteriores recortes. Al margen de la situación global, el Sistema Nacional de Salud tiene un historial de déficit propio que comenzó en 2002 al finalizar las transferencias sanitarias. "Sumido en el reparto autonómico y los cambios políticos, desde entonces el sistema ha sufrido ya dos anni horribilis, 2010 y 2011, sin que el Séptimo de Caballería venga en su ayuda".
Así lo explica José Ramón Repullo, jefe del Departamento de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad-Instituto de Salud Carlos III, sin ahorrar críticas al diseño político que subyace en problemas cotidianos de la gestión sanitaria ante un foro especializado, el del XXIX Congreso de la Sociedad Española de Calidad Asistencial, celebrado en Murcia y al VIII Congreso de la Sociedad Regional.
- "Hay que aprender la manera correcta de percibir, pensar y sentir los problemas de la profesión sanitaria y de la insoportable levedad del SNS"
Pero sobre todo ha apelado a un cambio en la misión y la visión de los médicos, que deben aprender "la manera correcta de percibir, pensar y sentir los problemas de la profesión sanitaria y de la insoportable levedad del SNS". Partidario de corregir la partitocracia y los cargos políticos, afirma que ha llegado "la hora de convertir en músculo la grasa acumulada por el SNS". El ejemplo es claro: entre 1996 y 2008 han aumentado médicos y enfermeros del SNS en un 51 y un 38 por ciento, respectivamente. Pero la casuística asistencial no delata una gran subida de la productividad con tal aumento de fuerza laboral, lo que hace pensar que hay "grasa suficiente en el sistema para poder utilizar en el paso del desierto que nos espera".
Gestión clínica
Repullo postula que no se puede hacer gestión clínica sin estimular al profesionalismo médico, y define una triple crisis estructural que afecta a la medicina, los médicos y el sistema sanitario, en un entorno desfavorable de enfermos crónicos, pluripatológicos y frágiles. "El secuestro de pacientes en niveles asistenciales no apropiados es una de las características más ineficientes del esquema asistencial de red existente en la actualidad".
La crisis propia del SNS vendría, pues, de una mala medicina basada en excelentes procedimientos; de médicos insatisfechos que atribuyen su malestar al sistema sanitario o a los propios pacientes, y de un sistema sanitario cada vez más ineficiente e insostenible. "Nos hemos metido en un bucle de hiperespecialización ingobernable, cuando la excelencia debería tender hacia la interespecialización".
Tampoco hay que dejarse llevar por el excesivo apego a la estandarización. A veces la medicina basada en la evidencia parece incompatible con las pluripatologías, pues cada especialista por el que pasa el paciente trata su parte como enfermedad primaria. Por ello advierte de que la estandarización clínica es una herramienta cuya utilidad decrece cuantas más patologías concomitantes haya: "Reacondicionarnos es difícil, pero es prioritario que nos vuelva a gustar el enfermo y no las enfermedades".
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