se necesita implicar más al profesional
El 'vacío' del gestor al médico lastra el nuevo modelo sanitario
Mucho se habla del profesional como la base sobre la que se debe asentarse el cambio de modelo sanitario. No va a ser un camino de rosas; ahora se pide mayor responsabilidad del médico en el manejo de los recursos, pero durante años los gestores le han dejado fuera de su burbuja.
José A. Plaza | 26/10/2011 00:00
Rafael Bengoa, Roser Fernández, Manuela García Reboll y José Cuervo, ayer en Madrid. (Mauricio Skrycky)
Érase una vez un niño obeso al que sus cuidadores sobrealimentaron durante años sin dejar que otros dijeran lo gordo y enfermo que se estaba poniendo. Llegó a su casa tal estrechez económica que hubo que ponerle a dieta y ese niño, llamado Sanidad, está ahora intentando adelgazar. Pero le esperan años duros y lo más difícil: dar con la clave que le permita no volver a pasarse de peso en el futuro.
Esta metáfora sobrevoló una mesa redonda celebrada ayer en el Forum Después de la crisis: una regeneración valiente del SNS, organizado por Esade, la Fundación Salud Innovación Sociedad y la Sociedad Española de Directivos de la Salud. Participaron Manuela García Reboll, secretaria autonómica de Sanidad de la Comunidad Valenciana; Roser Fernández, secretaria general del Departamento de Salud de Cataluña, y Rafael Bengoa, consejero de Sanidad del País Vasco. José Cuervo Argudín, asesor de la Gerencia del Hospital de San Pablo de Barcelona, actuó como moderador.
- Rafael Bengoa cree que el sistema es poco previsor, marea al paciente, está fragmentado y muestra lejanía entre primaria y especializada
Gasto real que no es tal
Fernández centró su discurso en Cataluña. Los ajustes de 2011, sólo encaminados a no comprometer más el sistema en 2012, dejan un corto plazo en el que "cualquier mejora ira sólo destinada a paliar la deuda". Las medidas más sencillas, las que se dirigen al precio, "están ya agotadas", por lo que es turno de ajustes que esperan funcionar a medio plazo pero que, de momento, aumentan las listas de espera.
García Reboll pudo hablar más alto, pero no más claro. Hablando sobre el niño Sanidad, dijo que la primera medida está tomada y que "los padres, su ejemplo, ya hacen dieta estricta". Apuntó que "es posible ajustar el sobregasto al gasto real", pero concretó que este gasto real no es tal y está falseado "porque el Estado del Bienestar ha hecho pensar que en Sanidad vale todo y todo se puede, cuando no es así".
Uno de los lastres es la escasa capacidad del gestor para llegar al profesional: "Vivimos en una burbuja, dejamos fuera al médico y nos equivocamos. Hay que escucharle e implicarle". Como guinda, envió un recado a sus políticos: "Que nos dejen trabajar".
Bengoa mostró su acuerdo en cuento a la relación entre políticos y gestores y los profesionales: "El discurso no puede centrarse en la contención del gasto y la eficiencia porque así no llegamos al médico". A cambio, propone hablar de cronicidad y factores de riesgo, términos que pertenecen al lenguaje del profesional.
El broche final de García Reboll no desmereció su primera intervención: "Necesitamos un pacto sanitario y un buen Consejo Interterritorial, porque manejamos temas tan importantes que no vale que los trate sólo una autonomía". Y, todo ello, con la ayuda de profesionales "sin mentalidad funcionarial, que entiendan que hay que ganarse las cosas". Lo dicho: más claro, agua.
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