crean un grupo de trabajo sobre evaluación
España no sabe si sus políticas de salud son efectivas o fallan
Poner en marcha inciativas con buena voluntad pero sin saber si funcionan o no puede ser un chollo político, pero también una falta de responsabilidad. Por ello, la AES ha puesto en marcha un grupo de trabajo para introducir la evaluación en la toma de decisiones.
Rosalía Sierra | 10/10/2011 00:00
José Ramón Repullo, Marisol Rodríguez, Sandra García Armesto, Salvador Peiró, Ana Tur, Cristina Hernández-Quevedo y Rosa Urbanos. (José Luis Pindado)
Tenemos un sistema sanitario con políticas a prueba de fallos: es imposible saber si una iniciativa falla o no, porque no evaluamos". Así de crítico se ha mostrado José Ramón Repullo, de la Escuela Nacional de Sanidad-aunque citando a Ricard Meneu, del Instituto de Investigación en Servicios de Salud de Valencia-, con respecto a lo fácil que resulta sacarse de la manga medidas que, supuestamente, generan ahorros al sistema y cuya efectividad nunca se llega a comprobar, como podría suceder con el copago.
Por este motivo, la Asociación de Economía de la Salud (AES) "ha creado un grupo de trabajo sobre investigación evaluativa desde el que trataremos de trasladar la evidencia en esa línea al debate político y a la toma de decisiones", según ha anunciado Sandra García Armesto, del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud.
Repullo ha participado en una de las primeras iniciativas de este grupo, la mesa Evaluación de políticas y servicios de salud, moderada por García Armesto y enmarcada en el XIV Congreso de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Pública (Sespas), celebrado en Madrid.
En la mesa se han presentado una serie de estudios elaborados por economistas de la salud que serían de gran ayuda para los que tienen que tomar decisiones sobre asuntos como el copago farmacéutico, la organización de los servicios sociosanitarios y los criterios de ingreso en hospitales.
Copago farmacéutico
Repullo ha ejercido como comentarista del trabajo Impacto de la exención de copago farmacéutico en el consumo de medicamentos: evidencia basada en un diseño de regresión discontinua, presentado por Ana Tur, del Centro de Investigación de Economía de la Salud (CRES) de la Universidad Pompeu Fabra, de Barcelona. Con respecto al estudio, Repullo considera que "el copago farmacéutico está mal diseñado; era correcto en los años 70, cuando ser viuda o pensionista era un buen indicador de necesidad. Hoy ya no lo es".
Buenas noticias para la equidad ha arrojado otro de los trabajos, Inequidad en la utilización de los servicios sociosanitarios en España para las personas mayores, presentado por Cristina Hernández-Quevedo, de la London School of Economics, y comentado por Marisol Rodríguez, de la Universidad de Barcelona, para quien "el estudio deja un regusto optimista, ya que el porcentaje de personas con necesidades no cubiertas es bajísimo". No obstante, sugiere la necesidad de "investigar si los servicios sociales y los sanitarios son complementarios o sustitutivos, es decir, si una persona decide ir a los sanitarios si carece de los sociales o si, por contra, no puede acceder a la atención médica por carecer de soporte social".
Lo mismo sucede con el enunciado por Salvador Peiró, del Centro Superior de Investigación en Salud Pública, de Valencia, Desigualdad en las hospitalizaciones evitables en mayores de 65 años, comentado por Rosa Urbanos, de la Universidad Complutense, de Madrid: "Existe variabilidad regional en las hospitalizaciones evitables, pero no se traduce en inequidad", sostiene Peiró. Tampoco es atribuible a la financiación ni a la calidad de servicios extrahospitalarios como atención primaria; la única solución pasa por utilizar mejor los recursos que hay, no por aumentarlos".
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