SIN MOTIVO DE ALARMA PARA LA SOCIEDAD
La exposición prenatal al plomo no es una amenaza para los recién nacidos
En los últimos años se ha creado un interés creciente por el impacto de los contaminantes -ambientales, alimentarios...- en la salud de la población, especialmente en los grupos más vulnerables: fetos, recién nacidos y niños.
Enrique Mezquita. Valencia | 20/10/2011 00:00
Un estudio sobre la exposición al plomo en la población infantil española, enmarcado en el proyecto multicéntrico INMA (Infancia y Medio Ambiente), ha demostrado que los niveles de exposición son bajos y no representan riesgo para su salud o motivo de alarma para la sociedad.
Según ha explicado a DM Sabrina Llop, investigadora del Área de Ambiente y Salud del Centro Superior de Investigación en Salud Pública de Valencia, "la principal causa de los resultados podría ser la prohibición en 2001 de la gasolina con plomo y, por tanto, podría considerarse como una medida de salud pública efectiva". Esta baja exposición infantil se ha confirmado en otros países de la Unión Europea y en Estados Unidos.
Para realizar el estudio se han analizado las concentraciones de plomo en muestras de sangre de cordón en 1.466 recién nacidos de Valencia, Sabadell, Asturias y Guipúzcoa. Los resultados mostraron niveles bajos y "no encontramos una asociación significativa con la ingesta de alimentos de la madre durante el embarazo".
Este resultado va en consonancia con lo descrito en los últimos años: "Aunque en población general está considerado que la principal vía de exposición al plomo es el consumo de alimentos y agua, estudios españoles han observado niveles de plomo inapreciables en los grupos de alimentos analizados". Por tanto, "es esperable que los niveles continúen con esta tendencia decreciente si no se producen o aparecen fuentes locales".
Otras fuentes
Otras vías de exposición tienen un origen muy diverso. Una puede ser la pintura de casas antiguas, en cuya formulación aún se empleaba plomo, así como las tuberías o las que tienen soldaduras de ese material. El estudio INMA ha destacado que "el consumo de tabaco durante el embarazo es una de las fuentes más importantes". Sin embargo, cuando el aporte externo es bajo, el plomo almacenado en los huesos puede ser el mayor contribuyente a la carga corporal. "Tiene una vida media en tejido óseo de entre 10 y 30 años.
Cuando hay una demanda de calcio, como en el embarazo o la lactancia, puede liberarse al torrente sanguíneo de la madre y pasar al feto o al lactante. Los niños son muy vulnerables a la exposición, debido a su inmadurez fisiológica y a que sus sistemas de detoxificación no están totalmente desarrollados".
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