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La transparencia, clave en la incorporación de la evidencia
Existen múltiples barreras para la incorporación de la práctica basada en la evidencia. Los expertos han destacado, dentro del 19 Colloquium Cochrane, que hay que avanzar en una mejor comunicación de las recomendaciones y en describir factores modificadores.
Ester Crespo | 25/10/2011 00:00
Arriba: Holger Schünemann, Susan Munabi, Fergus Macbeth y Francisco Kovacs. Abajo: Vivian Welch y Pablo Alonso-Coello, moderadores del simposio. (Luis Camacho)
Ante la dificultad de incorporar la evidencia en el sistema, varios expertos plantean, en el 19 Colloquium Cochrane, por dónde trabajar y hacer hincapié para solventar los obstáculos metodológicos, organizativos y socioculturales.
Holger Schünemann, uno de los presidentes de la Clasificación de la Evaluación, Desarrollo y Valoración de las Recomendaciones (Grade, por sus siglas en inglés), ha tratado cómo podría ayudar su grupo de investigación en la incorporación de la evidencia.
Para el experto, donde Grade tiene que hacer hincapié es en una mejor comunicación de las recomendaciones, tener en cuenta las reglas de cada país y en describir factores modificadores, que son importantes de cara a la incorporación de las directrices.
NICE y Cochrane
Fergus Macbeth, director del centro de práctica clínica del Instituto Nacional de Excelencia Clínica Británico (NICE), plantea los nuevos retos del centro y cómo Cochrane puede ayudar.
El instituto desarrolla directrices en el plazo de dos años. "Creamos herramientas, plantillas de coste y tenemos un equipo que habla con los gestores de los hospitales", señala Macbeth, quien ha apuntado que sus directrices son enviadas a los hospitales y ellos deciden si las van a implantar.
- NICE utiliza las revisiones Cochrane como apoyo, actualiza sus datos y quiere fomentar una mayor colaboración entre ambos
La vida media de las directrices es de cinco años y requieren actualización, según Macbeth. Por ello, Cochrane y NICE trabajan juntos en diferentes directrices, entre ellas las del cáncer de mama.
"Utilizamos las revisiones Cochrane como apoyo, actualizamos sus datos y, por último, queremos promover mayor colaboración, pero requiere mucho tiempo y existe un gran problema de publicación de resultados".
Por otro lado, Francisco Kovacs, médico y presidente de la fundación Kovacs, plantea las barreras que en nuestro país le imponen para poder implantar la neurorreflexoterapia.
Los estudios disponibles sobre ello muestran que es un procedimiento seguro. Kovacs explica que las recomendaciones que permiten pasar de la evidencia a la práctica clínica en el caso de la neurorreflexoterapia se han cumplido.
A pesar de que la evidencia está clara, en la realidad sólo se aplica este material en tres de los 17 servicios de salud de España. Entre los inconvenientes que se plantean para no incorporarlo, destaca que "en la declaración Cochrane se argumenta que no queda claro cómo es el proceso de eficacia de la neurorreflexoterapia quirúrgica, algo que no se plantea para otras revisiones".
Servicio respuesta rápida
El rastreo de la evidencia de los sistemas de salud del mundo es una de las actividades que el grupo Cochrane realiza para una Práctica y Organización Sanitaria Efectiva, donde Susan Munabi trabaja la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en países de rentas bajas y medias.
Munabi explica que tienen una gran demanda por parte de los políticos, que necesitan evidencias rápidas y por ello, están desarrollando un servicio de respuesta rápida.
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