martes, 18 de octubre de 2011

Lesiones por exposición al amianto: el problema aún está por venir - DiarioMedico.com

no todas tienen compensación económica

Lesiones por exposición al amianto: el problema aún está por venir

En España se prohibió la comercialización y la importación de amianto en el año 2002, pero son muchos los productos que lo contienen todavía y, en consecuencia, muchas personas ven afectada su salud por su actividad laboral.
Beatriz Roselló   |  18/10/2011 17:40

Miguel Ángel Daniel y Santiago Coca
Miguel Ángel Daniel y Santiago Coca. ()
 
El horno de casa, la plancha, los frenos de los autobuses, el embrague, los conductos del agua, los tejados. El amianto es un producto versátil que se encuentra en objetos tan diferentes como estos, calculándose que puede llegar a tener hasta 3.600 usos. Debido a sus efectos nocivos, varios países lo empezaron a prohibir a finales del siglo XX. España lo hizo en 2002. "El problema es todo lo importado anteriormente, se calcula que entre 1900 y 2000 se importaron más de 2,6 millones de toneladas", explica Miguel Ángel Daniel, médico del Trabajo, asesor de la Subdirección General de Coordinación de SUMA y Direcciones Territoriales de Aragón y Norte de MAZ, a Diariomedico.com, con motivo de la jornada El amianto, una causa de muerte generalizada y desastre social, organizada por el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.

Según el especialista, el hecho de que tuviera unas condiciones físicas muy versátiles y fuera tan barato supuso que "sirviera para todo" y ahora son muchos los sectores laborales afectados: "carpinteros, albañiles, plomistas, fontaneros, personal de la industria naval y ferroviaria..."

Santiago Coca, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Gómez Ulla, en Madrid, establece tres lesiones principales que se derivan de la exposición al asbesto: el mesotelioma maligno, la asbestosis y las placas pleurales. Daniel incide en el problema social demostrado por datos estadísticos: "Por cada 130 toneladas de amianto aparece un mesotelioma", comenta. Y añade: "El problema está por venirnos. El cáncer aparece como mínimo 20 años después del contacto y lo hace con muy mal pronóstico: la tasa de supervivencia es inferior al 2 por ciento". Coca se muestra menos tajante y hace referencia a la influencia que tienen otros factores en la aparición del tumor, como el consumo de tabaco o la susceptibilidad genética del individuo. Explica que en los departamentos de Anatomía Patológica se realizan varias clasificaciones: "Se establecen cuatro grados, en función de la extensión de la fibrosis pulmonar, y se observa si se da a mitad de los bronquiolos, si afecta al tabique alveolar o si ya existe incompatibilidad con la vida".

La compensación para el trabajador
En función de la sintomatología de la enfermedad derivada de la exposición al amianto, la compensación será diferente. En el caso de la aparición de placas pleurales surge un problema, pues según comenta Daniel: "Al no generar síntomas, en España no se considera enfermedad del trabajo, lo que implica que no hay compensación". La recomendación en estos casos es retirar al trabajador para que deje de tener contacto con la sustancia y que no fume. El especialista hace énfasis en que a pesar de no haber síntomas, la aparición de placas pleurales sí puede suponer un problema grave para el inviduo, ya que implica entre un 100 y un 500 por ciento más de posibilidades de desarrollar un cáncer de pulmón. En otros países, como Francia, Bélgica o Estados Unidos, sí existe compensación económica, incluso también para individuos que tuvieron exposición a la sustancia debido a que vivían cerca de una fábrica, por ejemplo.

"La abestosis es un proceso fibrosante del pulmón que dificulta el intercambio gaseoso" , explica Coca. En este caso, el tratamiento es sintomático, se recomienda retirar el contacto con el amianto, el enriquecimiento de la vida con oxígeno al paciente y la vacunación contra la gripe y el neumococo.
Para Daniel, a menudo el problema es de información, pues hay muchos trabajadores autónomos que no son conscientes del riesgo con el que trabajan, por ejemplo, al retirar uralita que luego tampoco gestionan como es debido. "El problema es saber dónde tienes amianto", afirma, "y que si viene el fontanero sepa cómo lo tiene que retirar". Un problema que en empresas grandes, según explica, ya no pasa, pero sí en otras más pequeñas que no están controladas y que disponen de menos recursos económicos, pues la gestión de la uralita al retirarla es un proceso caro. El especialista incide en que podría generarse un problema importante de salud pública en España dentro de unos años y resalta el siguiente dato: "De cada 100 tumores relacionados con el amianto notificados a la Organización Mundial de la Salud, dos son españoles. Estamos entre los 10 primeros".
Lesiones por exposición al amianto: el problema aún está por venir - DiarioMedico.com

No hay comentarios: