Los recortes de Salud disparan las listas de espera el 23% en seis meses
Casi 70.000 personas aguardan para ser operadas, la cifra más alta desde 2004 - El consejero Boi Ruiz vaticina que las intervenciones se retrasarán "aún más"
FERRAN BALSELLS - Barcelona - 04/10/2011
Un salto atrás de más de siete años en apenas un semestre: los recortes en sanidad del Gobierno de Artur Mas (CiU) han aumentado la lista de espera quirúrgica el 23% en el periodo comprendido entre el 31 de diciembre del año pasado y el 30 de junio de 2011. La bolsa de 56.670 pacientes que esperaban para ser intervenidos a finales de 2010 ha aumentado hasta 69.967 personas, lo que supone más de 2.200 pacientes por mes desde finales del año pasado y un volumen de enfermos esperando entrar en el quirófonao que no se registraba desde 2004.
El semestre coincide con la llegada de CiU a la Generalitat a finales de 2010 y la aplicación de un recorte de casi 1.000 millones de euros (el 10% del presupuesto) en el gasto de la sanidad pública. El ajuste empezó a concretarse en enero, cuando la Generalitat dejó de contratar las operaciones menos urgentes a centros privados concertados. Luego llegó la supresión de camas y el cierre de quirófanos, y la sustitución de apenas la mitad de las bajas laborales. El impacto de estas y otras medidas ha devuelto la lista de espera a unos niveles, los de junio de 2004, que llevaron a la Generalitat a aplicar un plan de choque para reducir las casi 70.000 personas en espera.
El tiempo de espera también aumentó el 4,4% en este mismo plazo y pasa de 4,1 a 4,3 meses. Este ligero incremento, sin embargo, se acelerará en el futuro ya que, al reducir los hospitales el número de intervenciones por la supresión de camas y el cierre de quirófanos, cada vez son más los pacientes que esperan y lo hacen por más tiempo. "Nunca dijimos que la lista de espera no fuera a aumentar. En el segundo semestre aún crecerá más que en el primero", asumió ayer el consejero de Salud, Boi Ruiz.Ruiz dio a conocer los nuevos datos de la lista de espera en la presentación del nuevo sistema de gestión de las intervenciones quirúrgicas en la sanidad pública, diseñado, según Salud, para utilizar más eficientemente los recursos. El nuevo sistema blinda las esperas máximas en algunas de las enfermedades más graves, para las que crea unos "circuitos rápidos". Son dolencias como el cáncer, que deberá ser intervenido en menos de 45 días (en el de próstata, menos agresivo, la espera podrá ser de 60 días). El plazo de dos meses también se establece para dos cirugías cardiacas (la valvular y la coronaria).
La sanidad pública catalana, sin embargo, ya interviene dentro de estos plazos de tiempo en prácticamente todos los casos de las patologías citadas por Ruiz. Por ello, la principal novedad del plan presentado es que convierte en norma las esperas más largas que deberán soportar a partir de ahora los enfermos. El nuevo sistema deroga la espera máxima de seis meses en las 14 operaciones más comunes y establece otras demoras máximas.
En el plazo de seis meses, Salud solo se compromete a intervenir en los casos más graves en que se requiera una prótesis de rodilla o cadera, las cataratas más avanzadas, los cólicos hepáticos, las prostatectomías, el canal carpiano y la hernia inguino-crural. La espera podrá ser de hasta nueve meses en las operaciones de hernia discal y de un año en la reparación de ligamentos o del menisco de la rodilla. Hasta seis operaciones, además, quedan sin compromiso alguno de tiempo por Salud: vasectomías, quiste sacro, juanetes, circuncisión y septoplastia.
Con el nuevo sistema, la Generalitat quiere amortiguar los efectos de los recortes en el aumento de las listas de espera. El plan, sin embargo, no se ha librado de la polémica desde su mismo diseño. El modelo se basa en un estudio de la Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud que establecía una fórmula experimental para gestionar más eficientemente las listas de espera. Pero, según sus autores, este modelo teórico no fue "concebido para aplicarlo" en la práctica por los riesgos que entraña; el más importante de ellos, "potenciar las desigualdades" socioeconómicas. Preguntado ayer por el posible aumento de las desigualdades, Ruiz contestó visiblemente molesto: "Nosotros también tenemos expertos".
El semestre coincide con la llegada de CiU a la Generalitat a finales de 2010 y la aplicación de un recorte de casi 1.000 millones de euros (el 10% del presupuesto) en el gasto de la sanidad pública. El ajuste empezó a concretarse en enero, cuando la Generalitat dejó de contratar las operaciones menos urgentes a centros privados concertados. Luego llegó la supresión de camas y el cierre de quirófanos, y la sustitución de apenas la mitad de las bajas laborales. El impacto de estas y otras medidas ha devuelto la lista de espera a unos niveles, los de junio de 2004, que llevaron a la Generalitat a aplicar un plan de choque para reducir las casi 70.000 personas en espera.
El tiempo de espera también aumentó el 4,4% en este mismo plazo y pasa de 4,1 a 4,3 meses. Este ligero incremento, sin embargo, se acelerará en el futuro ya que, al reducir los hospitales el número de intervenciones por la supresión de camas y el cierre de quirófanos, cada vez son más los pacientes que esperan y lo hacen por más tiempo. "Nunca dijimos que la lista de espera no fuera a aumentar. En el segundo semestre aún crecerá más que en el primero", asumió ayer el consejero de Salud, Boi Ruiz.Ruiz dio a conocer los nuevos datos de la lista de espera en la presentación del nuevo sistema de gestión de las intervenciones quirúrgicas en la sanidad pública, diseñado, según Salud, para utilizar más eficientemente los recursos. El nuevo sistema blinda las esperas máximas en algunas de las enfermedades más graves, para las que crea unos "circuitos rápidos". Son dolencias como el cáncer, que deberá ser intervenido en menos de 45 días (en el de próstata, menos agresivo, la espera podrá ser de 60 días). El plazo de dos meses también se establece para dos cirugías cardiacas (la valvular y la coronaria).
La sanidad pública catalana, sin embargo, ya interviene dentro de estos plazos de tiempo en prácticamente todos los casos de las patologías citadas por Ruiz. Por ello, la principal novedad del plan presentado es que convierte en norma las esperas más largas que deberán soportar a partir de ahora los enfermos. El nuevo sistema deroga la espera máxima de seis meses en las 14 operaciones más comunes y establece otras demoras máximas.
En el plazo de seis meses, Salud solo se compromete a intervenir en los casos más graves en que se requiera una prótesis de rodilla o cadera, las cataratas más avanzadas, los cólicos hepáticos, las prostatectomías, el canal carpiano y la hernia inguino-crural. La espera podrá ser de hasta nueve meses en las operaciones de hernia discal y de un año en la reparación de ligamentos o del menisco de la rodilla. Hasta seis operaciones, además, quedan sin compromiso alguno de tiempo por Salud: vasectomías, quiste sacro, juanetes, circuncisión y septoplastia.
Con el nuevo sistema, la Generalitat quiere amortiguar los efectos de los recortes en el aumento de las listas de espera. El plan, sin embargo, no se ha librado de la polémica desde su mismo diseño. El modelo se basa en un estudio de la Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud que establecía una fórmula experimental para gestionar más eficientemente las listas de espera. Pero, según sus autores, este modelo teórico no fue "concebido para aplicarlo" en la práctica por los riesgos que entraña; el más importante de ellos, "potenciar las desigualdades" socioeconómicas. Preguntado ayer por el posible aumento de las desigualdades, Ruiz contestó visiblemente molesto: "Nosotros también tenemos expertos".
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