“Se ha avanzado en interoperabilidad técnica y sintáctica, ahora falta avanzar en interoperabilidad semántica”, según expertos del MSPSI
Madrid (08-10/10/2011) - Silvia C.Carpallo
El Congreso SEE-SESPAS pone de manifiesto, en una de sus mesas sobre e-Health, la importancia de continuar avanzando en la interoperabilidad sanitaria entre las comunidades autónomas, y dentro del espacio europeo, para conseguir una Sanidad más productiva y para resolver con estas herramientas retos como la asistencia domiciliaria de los pacientes crónicos
La Sanidad española muere de éxito, y por ello, hoy más que nunca, necesita buscar los medios para resultar más productiva, y la respuesta está en las nuevas tecnologías de la información. Dentro del Congreso de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), que ha reunido a múltiples expertos entre el 6 al 8 de octubre en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, se ha celebrado una mesa en torno a la e-Health. La coordinadora de esta sesión, Carmen Moya, directora de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (MSPSI), cedía la palabra a diversos expertos como Juan Fernando Muñoz, subdirector general de Tecnología de la Información del MSPSI, que afirmaba que "las tecnologías son hoy la herramienta que nos puede ayudar a alcanzar la productividad que nos permita afrontar los cambios estructurales". Así, continuaba exponiendo que esta es la mejor "forma de dotar de esa continuidad asistencial", a lo que añadía que "es un cambio de mentalidad para todos, ahora tenemos que aprender a trabajar en red para potenciar nuestras propias habilidades".
Daba las claves de cómo se encuentra la situación en España, ante el intento del Ministerio de aunar los diferentes sistemas de información de las comunidades, y en concreto de crear una Historia Clínica Digital compartida para todo el SNS, Arturo Romero, del Instituto de Información Sanitaria del MSPSI. "Las Comunidades Autónomas han hecho un esfuerzo enorme, el esfuerzo catalizador de hacer un proyecto común", además de obviamente una importante contribución económica para el proyecto Sanidad en Línea, en el que el Ministerio ha aportado 242 millones de euros, y las CC.AA. una cantidad similar. Destacaba especialmente el papel de Valencia, que como anteriormente ya tuvo que aprender a coordinar los distintos sistemas de información creados dentro de su propia Agencia de Salud, ha servido como referente para la coordinación nacional.
Dos de las aportaciones más importantes, bajo el criterio de Romero, eran las acreditaciones, "que permiten a los profesionales autentificarse ante el sistema para que la información se pueda dar con seguridad", y la creación de documentos básicos, que están cifrados en mensajes CDA y en documentos PDF. Igualmente, destacaba que "se ha avanzado en la interoperabilidad técnica y sintáctica, y ahora falta avanzar en interoperabilidad semántica", donde destacaba el trabajo que se está haciendo con el sistema SNOMED CT. "En el futuro surgirá un desafío de la interoperabilidad cognitiva, es decir, qué medida los datos pueden ser interpretados por los profesionales, pero también por los pacientes y por las máquinas".
Interoperabilidad europea
Juan Fernando Muñoz también lanzaba algunas ideas sobre el proyecto epSOS, a nivel europeo, que tras año y medio de retraso, prevé iniciar su primera etapa el próximo mes. En este proyecto de una búsqueda de interoperabilidad se los sistemas de información sanitaria europeos, en el que España ha estado en la cabecera, participan 12 países, pero en su segunda etapa se incorporarán países europeos incluso no pertenecientes a la UE.
Se pretende alcanzar unos mínimos interoperables que permitan, por una parte, el poder acudir a una farmacia europea con una receta electrónica realizada en el país de origen, y por otro lado, el de poder compartir una información básica sobre el paciente, que sea legible en el idioma del médico que esté atendiendo a ese paciente en el extranjero.
Por último, el experto internacional Neil Rossing, representante del Medcon en Dinamarca, recordaba otras cuestiones a tener en cuenta, como era, en primer lugar, la importancia de implicar al paciente y darle seguridad en el sistema, si se pretende que sea un proyecto de éxito. En este sentido destacaba la importancia que estos sistemas podrían traer, por ejemplo, en cuanto a asistencia domiciliaria, sobre todo para enfermos crónicos, ya que aportaría una luz a la actual congestión del sistema debido a que "las enfermedades crónicas suponen de un 60 a un 80 por ciento de los costes sanitarios".
Daba las claves de cómo se encuentra la situación en España, ante el intento del Ministerio de aunar los diferentes sistemas de información de las comunidades, y en concreto de crear una Historia Clínica Digital compartida para todo el SNS, Arturo Romero, del Instituto de Información Sanitaria del MSPSI. "Las Comunidades Autónomas han hecho un esfuerzo enorme, el esfuerzo catalizador de hacer un proyecto común", además de obviamente una importante contribución económica para el proyecto Sanidad en Línea, en el que el Ministerio ha aportado 242 millones de euros, y las CC.AA. una cantidad similar. Destacaba especialmente el papel de Valencia, que como anteriormente ya tuvo que aprender a coordinar los distintos sistemas de información creados dentro de su propia Agencia de Salud, ha servido como referente para la coordinación nacional.
Dos de las aportaciones más importantes, bajo el criterio de Romero, eran las acreditaciones, "que permiten a los profesionales autentificarse ante el sistema para que la información se pueda dar con seguridad", y la creación de documentos básicos, que están cifrados en mensajes CDA y en documentos PDF. Igualmente, destacaba que "se ha avanzado en la interoperabilidad técnica y sintáctica, y ahora falta avanzar en interoperabilidad semántica", donde destacaba el trabajo que se está haciendo con el sistema SNOMED CT. "En el futuro surgirá un desafío de la interoperabilidad cognitiva, es decir, qué medida los datos pueden ser interpretados por los profesionales, pero también por los pacientes y por las máquinas".
Interoperabilidad europea
Juan Fernando Muñoz también lanzaba algunas ideas sobre el proyecto epSOS, a nivel europeo, que tras año y medio de retraso, prevé iniciar su primera etapa el próximo mes. En este proyecto de una búsqueda de interoperabilidad se los sistemas de información sanitaria europeos, en el que España ha estado en la cabecera, participan 12 países, pero en su segunda etapa se incorporarán países europeos incluso no pertenecientes a la UE.
Se pretende alcanzar unos mínimos interoperables que permitan, por una parte, el poder acudir a una farmacia europea con una receta electrónica realizada en el país de origen, y por otro lado, el de poder compartir una información básica sobre el paciente, que sea legible en el idioma del médico que esté atendiendo a ese paciente en el extranjero.
Por último, el experto internacional Neil Rossing, representante del Medcon en Dinamarca, recordaba otras cuestiones a tener en cuenta, como era, en primer lugar, la importancia de implicar al paciente y darle seguridad en el sistema, si se pretende que sea un proyecto de éxito. En este sentido destacaba la importancia que estos sistemas podrían traer, por ejemplo, en cuanto a asistencia domiciliaria, sobre todo para enfermos crónicos, ya que aportaría una luz a la actual congestión del sistema debido a que "las enfermedades crónicas suponen de un 60 a un 80 por ciento de los costes sanitarios".
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