Una charla con el doctor Ted Trimble sobre el Centro para la Salud Mundial del NCI
> Artículo en inglésEl doctor Ted Trimble fue nombrado recientemente director del Centro para la Salud Mundial del NCI, el cual fue creado a principios de año. Previamente el doctor Trimble dirigía el programa de Tratamientos del Cáncer Ginecológico (Gynecological Cancer Therapeutics) en la División de Diagnóstico y Tratamiento del Cáncer (DCTD). El Director del NCI, doctor Harold Varmus, hizo referencia al papel de liderazgo que el doctor Trimble desempeñó en el Grupo de Trabajo Colaborativo para Estudios Clínicos trans-NCI Internacionales así como a otras experiencias en relación con la salud mundial como elementos importantes en la creación del nuevo centro.
¿Por qué se creó el Centro para la Salud Mundial en el NCI?
La carga que representa el cáncer se siente en todo el mundo y se calcula que aumentará en los años venideros. En 2008, se registraron aproximadamente 7,6 millones de muertes por cáncer alrededor del mundo; el 64% de estas muertes ocurrieron en países en vías de desarrollo. Estas cifras representan un aumento con respecto a las registradas en 2002 y se calcula que para el año 2030 las muertes por cáncer alcancen 13,2 millones, 69% de las cuales ocurrirán en países en vías de desarrollo.
Los problemas de salud en el mundo han tenido una alta prioridad para el doctor Varmus desde que era director de los NIH, y lo mismo puede decirse de su actual director, el doctor Francis Collins, quien colocó la salud mundial entre sus 5 prioridades más importantes. Cuando el doctor Varmus regresó a los NIH en julio de 2010 para dirigir el NCI, la creación del Centro para la Salud Mundial fue uno de sus objetivos inmediatos. El doctor Varmus ha dedicado mucho tiempo a hablar con personas dentro y fuera de los NIH acerca de la mejor manera de estructurar el centro.
Dirigir el centro es una importante oportunidad para mí. El centro puede ayudar el NCI a establecer relaciones con institutos hermanos de los NIH para seguir profundizando el gran trabajo que se ha llevado a cabo en el ámbito del control de las enfermedades infecciosas y para ampliar el alcance de las investigaciones que el NCI realiza en el área de epidemiología y genética del cáncer en el mundo. También buscaremos las mejores formas de ofrecer atención médica al paciente con cáncer y poner en práctica intervenciones de prevención y de detección de manera más efectiva en el mundo entero.
¿De qué manera su experiencia lo prepara para asumir este nuevo papel de liderazgo?
Gracias a mis responsabilidades en la DCTD, me percaté de la creciente necesidad de una colaboración internacional en cuestión de estudios clínicos. Para estudiar estas enfermedades de la manera más rápida posible, necesitábamos muestras más grandes y una mayor cantidad de pacientes, y necesitábamos aprovechar las inversiones que se están haciendo en infraestructura para la investigación en otros países, además de la infraestructura para los estudios clínicos que hemos creado en Estados Unidos. Esto es cierto en el estudio de todo tipo de cáncer, tanto los comunes como los raros.
Aproximadamente cuando el doctor Collins llegó como director de los NIH, descubrí, en conversaciones con el personal a cargo de los estudios clínicos en el Instituto Nacional de Corazón, Pulmones y Sangre (NHLBI) y el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que el personal de esos institutos y del NCI enfrentábamos muchos problemas similares en el trabajo que realizamos. Como resultado, mis colegas del NHLBI, del NIAID y yo organizamos un grupo de trabajo informal entre los tres institutos, que son los más grandes de los NIH y cuentan con la mayor presencia internacional. Nuestro grupo de trabajo informal se ha convertido en un subcomité del Equipo de Trabajo e Investigación Trans- NIH para la Salud Mundial del doctor Collins (Trans-NIH Global Health Research Working Group).
Como parte de estos esfuerzos, hemos trabajado estrechamente con la Fundación Europea para las Ciencias y los Consejos Europeos para la Investigación Médica para ayudarlos a identificar algunos de los problemas que han tenido en relación con su Directiva Europea de Estudios Clínicos en Europa, los cuales han obstaculizado la investigación académica en Europa y la colaboración trans-atlántica. También hemos trabajado con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Esperamos que nuestro trabajo haga que los gobiernos nacionales en todo el mundo entiendan que deben apoyar la creación de una infraestructura para los estudios clínicos y eliminar parte de la burocracia existente.
En los últimos años también he viajado por todo el mundo en representación del NCI con el fin de determinar qué puede hacerse para poner en práctica un programa amplio de vacunación contra el virus del papiloma humano y mejorar los programas de detección y tratamiento del cáncer del cuello uterino. Me he reunido con personas fuera de Estados Unidos, en la Organización Mundial de la Salud (OMS), las oficinas regionales de la OMS, la Unión Internacional contra el Cáncer y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC). En el proceso, he podido analizar el estado en el que se encuentra el control del cáncer del cuello uterino en el mundo desde otras perspectivas. Este tipo de cáncer representa la segunda o la tercera causas principales de muerte por cáncer entre las mujeres en los países en vías de desarrollo.
¿Qué diferencia hay entre el nuevo centro y la manera como el NCI abordaba anteriormente la colaboración internacional?
El NCI ha hecho mucho en el mundo entero en el pasado, sin embargo, estos esfuerzos se han dispersado por todo el instituto. No hemos hecho el mejor trabajo en la coordinación de estos esfuerzos. Tampoco hemos aprendido en el NCI las mejores maneras de trabajar con los ministerios de salud de otros países para, por ejemplo, transportar las muestras biológicas de un país a otro, resolver los problemas de propiedad intelectual o abordar los problemas de los consentimientos informados. Cada división del NCI se vio en la necesidad de re-inventar la rueda en sus intentos por establecer programas de colaboración internacional para la investigación.
La Oficina de Relaciones Internacionales del NCI y, más recientemente, la Oficina para el Desarrollo de Programas de Cáncer en América Latina han ayudado a enfrentar estos retos. Sin embargo, no existía una oficina de coordinación de todos estos esfuerzos que nos permitiera compartir la información.
Además, el NCI tampoco tomaba en cuenta lo que hacían los otros institutos de los NIH internacionalmente que pudiera serle de utilidad. Por ejemplo, en el mundo en vías de desarrollo, al menos el 20% de los casos de cáncer están relacionados con enfermedades infecciosas, lo cual significa una gran oportunidad de colaboración entre el NCI y nuestros colegas del NIAID. En realidad hasta ahora no habíamos hecho ningún esfuerzo coordinado que nos permitiera encontrar ese tipo de sinergias.
La prevención y el control del cáncer, un elemento clave de discusión en la reunión de las Naciones Unidas
El NCI y otras dependencias federales participaron el 19 y 20 de septiembre en una reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre enfermedades no transmisibles. La meta de la reunión en Nueva York fue hablar de la prevención y el control de enfermedades no transmisibles, incluidos muchos tipos de cáncer, en el mundo entero. Los participantes se centraron en diversos retos, incluido el de desarrollo, así como en los impactos sociales y económicos, en particular en los países en vías de desarrollo.
Para más información sobre esta reunión y este esfuerzo mundial, lo invitamos a visitar la siguiente página.
También nos entusiasma la oportunidad de trabajar con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). El director de los CDC, doctor Thomas Frieden, tiene una nueva iniciativa para ayudar a controlar las enfermedades no transmisibles en todos los países. El NCI puede trabajar muy bien con los CDC en esta área. El doctor Varmus y el doctor Frieden han hablado ampliamente sobre la manera como nuestras organizaciones pueden trabajar conjuntamente para controlar las enfermedades infecciosas relacionadas con el cáncer así como otros factores de riesgo como la obesidad y el consumo de tabaco.
¿Cuáles son las metas del Centro para la Salud Mundial?
En primer lugar, queremos coordinar internamente las actividades internacionales del NCI. El centro dará apoyo a otras divisiones, oficinas y centros (DOCs) del NCI en los proyectos internacionales que se lleven a cabo en estas dependencias. Además, el centro trabajará con los DOCs para ayudar a crear nuevas iniciativas científicas en el ámbito de la salud mundial.
El doctor Varmus y yo también queremos que el centro fortalezca el diálogo del NCI con otros institutos y centros de los NIH, en particular con el Centro Internacional Fogarty. Queremos ayudar a establecer una estrategia mundial de investigación del cáncer conjuntamente con los CDC, organizaciones no gubernamentales, universidades y otros centros oncológicos que tengan sólidos programas mundiales de salud. Igualmente está en nuestros planes trabajar con la OMS y sus oficinas regionales y el IARC a fin de coordinar programas salud para el control del cáncer alrededor del mundo. Como parte de ese esfuerzo, el doctor Varmus participó en la Reunión de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre Enfermedades No Transmisibles. Esta es la primera vez que las Asamblea General de las Naciones Unidas se centra en problemas de salud diferentes del VIH / SIDA. (Ver más información sobre esta reunión en el recuadro a la derecha).
Además, el centro trabajará con compañías farmacéuticas y de biotecnologías para ayudar a crear nuevas y económicas herramientas diagnósticas y buscar la manera de hacer que los nuevos tratamientos contra el cáncer estén disponibles a bajo costo a personas en países con poder adquisitivo medio y bajo.
¿Qué iniciativas mundiales específicas lanzarán el NCI y el nuevo centro el año próximo o en el futuro cercano?
El doctor Varmus ha promovido reuniones entre el centro y nuestros colegas de los DOCs a fin de identificar las brechas que existen en el portafolio de investigación de salud mundial del NCI y proponer algunas iniciativas. No quiero decir que el centro vaya a patrocinar estos proyectos por sí solo. Necesitaríamos hacerlo conjuntamente con los DOCs del NCI o con Fogarty y otros institutos de los NIH.
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