PROMETÍAN UNA CURA MILAGROSA
Denuncian a una empresa de tratamientos con células madre por presunto fraude
Seis pacientes de California van a demandar a una compañía de Texas (Estados Unidos) por un presunto engaño sobre la efectividad de sus tratamientos con células madre.
Redacción | 16/07/2012 00:00
Es la primera vez que los propios usuarios luchan contra estas empresas, uniéndose a iniciativas de la Agencia de Alimentos y Medicamentos norteamericana y el FBI.
Los pacientes se sometieron a una terapia que consistía en extraer células madre de la grasa, procesarlas y duplicarlas en el laboratorio y luego inyectársela a los enfermos para tratar diferentes enfermedades.
Uno de los afectados relata que se le dio una inyección en Corea del Sur, donde este tratamiento es ilegal, y le pidieron que guardara el secreto. El resto de inyecciones fueron en clínicas de China y Tijuana.
Efectividad no probada
Los pacientes sostienen que la compañía les hizo creer que los tratamientos tenían una efectividad científicamente probada, cuando en realidad todavía estaban en fase experimental. Las inyecciones de células madre supuestamente iban a curarles todas sus dolencias, incluidas la diabetes, artritis, hipertensión, dolor de espalda e insomnio, y además "revertiría su envejecimiento, restauraría su salud y virilidad incluyendo el deseo sexual, y rejuvenecería su organismo a las condiciones que tenían a los veinte o los treinta años". Ninguno ha notado beneficio alguno.
Los pacientes también quieren averiguar si las células madre fueron transportadas en condiciones adecuadas y si los facultativos que les atendieron tenían la formación apropiada. En total, los demandantes gastaron conjuntamente 75.000 dólares, que quieren que les sean devueltos, junto al coste del juicio, abogados e indemnizaciones por los posibles efectos adversos.
Procesos judiciales
Este caso podría abrir la puerta a más juicios. Hasta ahora, la única organización que se encargaba de luchar contra prácticas fraudulentas relacionadas con tratamientos de células madre era la Agencia de Alimentos y Medicamentos, que evalúa el uso clínico de las células madre.La agencia ha auditado a otra empresa relacionada con la demandada. Esta otra compañía habría realizado hasta 79 tratamientos sin verificar la calidad de las células madre utilizadas.
Los pacientes se sometieron a una terapia que consistía en extraer células madre de la grasa, procesarlas y duplicarlas en el laboratorio y luego inyectársela a los enfermos para tratar diferentes enfermedades.
Uno de los afectados relata que se le dio una inyección en Corea del Sur, donde este tratamiento es ilegal, y le pidieron que guardara el secreto. El resto de inyecciones fueron en clínicas de China y Tijuana.
Efectividad no probada
Los pacientes sostienen que la compañía les hizo creer que los tratamientos tenían una efectividad científicamente probada, cuando en realidad todavía estaban en fase experimental. Las inyecciones de células madre supuestamente iban a curarles todas sus dolencias, incluidas la diabetes, artritis, hipertensión, dolor de espalda e insomnio, y además "revertiría su envejecimiento, restauraría su salud y virilidad incluyendo el deseo sexual, y rejuvenecería su organismo a las condiciones que tenían a los veinte o los treinta años". Ninguno ha notado beneficio alguno.
Los pacientes también quieren averiguar si las células madre fueron transportadas en condiciones adecuadas y si los facultativos que les atendieron tenían la formación apropiada. En total, los demandantes gastaron conjuntamente 75.000 dólares, que quieren que les sean devueltos, junto al coste del juicio, abogados e indemnizaciones por los posibles efectos adversos.
Procesos judiciales
Este caso podría abrir la puerta a más juicios. Hasta ahora, la única organización que se encargaba de luchar contra prácticas fraudulentas relacionadas con tratamientos de células madre era la Agencia de Alimentos y Medicamentos, que evalúa el uso clínico de las células madre.La agencia ha auditado a otra empresa relacionada con la demandada. Esta otra compañía habría realizado hasta 79 tratamientos sin verificar la calidad de las células madre utilizadas.
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