debe incluirse en las facultades
El MIR subestima las habilidades comunicativas
La habilidad comunicativa ha de figurar en el portafolio del MIR para relacionarse de forma correcta con los pacientes y con los compañeros de equipo, pero lo cierto es que los futuros especialistas observan esa competencia como una maría que no requiere esfuerzos. Tampoco son conscientes de que una mala gestión de la comunicación podría aumentar de forma significativa su estrés. Por ello, los expertos en la materia creen que es preciso que las facultades de Medicina incluyan una asignatura sobre habilidades de comunicación en sus planes de estudio.
Santiago Rego. Santander | 13/07/2012 00:00
Eulalia Massachs, Ana Sobrino, Sonia Cibrián, José Ramón Gómez y Nuria Ros. (Roberto Ruiz)
Un MIR responsable
"El residente ha de procurarse formación y apoyo para saber afrontar momentos de ansiedad y de estrés, y para aprender a manifestar sus sentimientos de manera racional y ajustada a las situaciones de un profesional que ya no es un estudiante. Y ese nuevo papel de profesional significa exigencia y responsabilidad", explica Eulalia Massachs, médico y coordinadora de Formación de la Fundación Galatea, quien ha reclamado la presencia de esta materia comunicativa durante el grado. Massachs dice que es imprescindible que los médicos se sientan parte de un equipo, ya que entonces "habrá menores niveles de estrés, tendrán la percepción de ser más útiles, sentirán más apoyo y menos sobrecarga, la cohesión del equipo como unidad organizativa será mayor, y se logrará un liderazgo efectivo con autonomía de gestión y poder de decisión".
- El médico de primaria tiene una predisposición mayor que el de especializada para conseguir una buena relación con el enfermo
A juicio de Sonia Cibrián y Nuria Ros, médicos de Familia y miembros del grupo estatal Comunicación y Salud, los datos confirman que la Medicina es una profesión con riesgos psicosociales que puede hacer especialmente vulnerable al médico joven si no sabe manejar adecuadamente la competencia comunicativa. "La residencia es un periodo de aprendizaje proclive al estrés, que puede afectar al proceso de formación del médico, pero también es un momento idóneo para adquirir habilidades y competencias frente a compañeros y pacientes", dice Ros.
- Las guardias y las urgencias producen gran estrés en el MIR, que se podría mitigar con una mejor comunicación con el paciente
Controlar el estrés
En opinión de Ana Sobrino, médico de Familia del SCS, son varios los factores que generan estrés en los futuros especialistas. "El estar cara a cara con el paciente en un sistema sanitario que plantea dilemas éticos y morales, y la necesidad de estar al día en conocimientos y tecnologías que avanzan constantemente en un escenario laboral incierto, acentúan la necesidad de desarrollar buenas habilidades de comunicación". Así, Masachs ha destacado que las guardias y las urgencias son algunos de los factores más importantes de malestar y estrés para el residente. "A los médicos no nos asusta el trabajo, porque es una profesión vocacional, pero sí nos afectan las condiciones en las que se desarrolla. Por ello, el MIR que se encuentre ante situaciones difíciles, ya sean profesionales o personales, debe pedir ayuda y consejo a los demás. La experiencia de los residentes más mayores le será útil". Gómez, no obstante, observa mejor que hay una mayor predisposición comunicativa en el personal de atención primaria que en el de especializada. "Cada vez hay más médicos de ambos niveles interesados en formarse en el trabajo en equipo y en lograr una buena relación con el enfermo. Los pacientes y sus problemas constituyen una relación intensa y en ocasiones muy emotiva".
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