"El pensamiento lógico produce desasosiego"

El ex vicepresidente de la OMS Pedro Caba tiene ya pocas horas de consulta. Dispone de mucho tiempo para otros menesteres, como desenmascarar las terapias sin base científica.

María Sánchez-Monge | 16/07/2012 00:00

Pedro Caba, ex vicepresidente de la OMS. (José Luis Pindado)

Lejos quedan los años de vicepresidente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Pedro Caba. Sigue pasando consulta en Madrid -unas pocas horas a la semana- y forma parte del Consejo Social de la Universidad Autónoma de Madrid. Siempre ha sentido inquietud por los asuntos más variopintos, pero es ahora cuando dispone de más tiempo para dedicarse de lleno a ellos. "Tengo mucho tiempo libre. Me despierto muy temprano y dispongo de todo el día para escribir y leer. No veo prácticamente la televisión ni leo la prensa española porque me pone de mal humor", comenta. Ha escrito sobre historia de la medicina, enología, Drácula, pseudociencias, medicinas alternativas... A estas últimas ha dedicado numerosos artículos y conferencias. Sin escatimar ninguna descalificación. Habla siempre sin tapujos. "Soy libre, no tengo jefe", afirma.

Las medicinas alternativas tienen mucho éxito en España. ¿En qué situación nos encontramos?
-El 40 por ciento de la población española recurre a ellas. Yo digo siempre que es como si el Ministerio de Agricultura patrocinase el Calendario zaragozano por su popularidad o en los viajes espaciales se consultase el horóscopo. Aquí hay una confusión: no es lo mismo medicinas alternativas que medicinas primitivas tradicionales. Estas últimas las defendíamos en la OMS. Las tradicionales están basadas en tabúes, en tradiciones religiosas y culturales arraigadas en lugares que, como no tienen otra alternativa, dan medicinas basadas en plantas, emplastos, etc., mientras no llegue la medicina científica. Otra cosa son las medicinas que se llaman ahora alternativas, como la acupuntura, la homeopatía, el naturismo o la reflexología. ¿Fundamento de esto? Científico, ninguno. Tienen un efecto placebo, alivian la ansiedad...

En todo caso, terapias como la homeopatía o la acupuntura no suponen ningún peligro.
-Sí que plantean riesgos porque, en algunos casos, hacen que se retrase la administración del tratamiento más adecuado.

Recurrir a las prácticas médicas acientíficas podría equipararse a que en los viajes espaciales se consultase el horóscopo

¿Por qué tienen tanta aceptación este tipo de terapias, incluso las que pueden resultar más dañinas?-Mucha gente no ha perdido el sentimiento mágico de la vida. No todo tiene que ser racional; un poema no tiene por qué serlo. Pero la gente quiere ciencia mágica, y eso no existe. La ciencia es transitoria, efímera, no dogmática. La ciencia y el pensamiento lógico producen desasosiego. Lo simple siempre es erróneo; lo complejo es incomprensible.

Hoy en día los políticos no tienen buena prensa. ¿Cómo valora la población la medicina y la ciencia?
-Muy bien. Los primeros son los científicos y después están los médicos.

Valoran bien a los médicos, pero recurren a terapias sin base científica...-Claro, porque las pseudociencias son globales. Valen para todo, supuestamente resuelven todos los problemas. Y son sencillas. Hay que tener en cuenta que el efecto placebo también lo usamos los médicos. La ciencia médica no está acabada. Tiene lagunas y fallos.

Y el efecto placebo es muy poderoso, ¿no?-Sí, y la medicina se aprovecha de ese conocimiento. El 30 por ciento de los medicamentos no sirven para nada. Eso es un dato estudiado. La medicina está llena de placebos. Y luego está la parte fraudulenta. Médicos que realizan un estudio de intolerancias alimenticias y mandan los análisis a Alemania. Todo mentira. Estafas hay muchas.

Usted pone el dedo en la llaga de muchas cosas que no funcionan. Estuvo en la OMS, que ha sido muy criticada últimamente.
-La OMS vivía antes de las cuotas que pagaban los países de acuerdo con su PIB. Había un artículo que decía que cuando un país nuevo entra en la OMS tiene una carencia de dar dinero durante 10 ó 15 años. Cuando se vino abajo el muro de Berlín surgieron numerosos países y no pagaba nadie. Hubo un momento de quiebra. Solución: los laboratorios se hicieron cargo del presupuesto de la OMS. Algo el Banco Mundial, alguna persona con mala conciencia... Pero, sobre todo, las compañías farmacéuticas. Y es fácil deducir que, si dan dinero, será por algo.

Se atreve a escribir sobre cualquier tema. ¿Cómo le dio por aproximarse a Drácula?-Fue el aniversario de Drácula y me pidieron un artículo. Le di forma de cuento y lo titulé Drácula cumple cien años... aún conserva sus dientes. En él relataba que el autor, Bram Stoker, escritor ocasional para llegar a fin de mes, al parecer publicó Drácula como consecuencia de una ingestión de mariscos que le ocasionó pesadillas durante un sueño ligero.

¿Qué escribe ahora?-Estoy terminando un libro en el que hago un repaso del cambio de la medicina que he vivido.