"La Ley de Ciencia fue una oportunidad desaprovechada"

Aunque aún puede desarrollarse, Carlos Andradas, presidente de la Cosce, cree que la Ley de la Ciencia fue una oportuniadad perdida y que se pecó de timidez con ella. Se muestra expectante con la Agencia Estatal de Investigación, que debe encargarse de numerosos frentes abiertos.

José A. Plaza | 17/07/2012 00:00

Carlos Andradas, presidente de la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce). (DM)

Carlos Andradas, presidente de la Confederación Española de Sociedades Científicas (Cosce), sigue de lejos las evoluciones de la I+D+i española, ya que lleva una temporada en Estados Unidos. Desde allí ha respondido a Diario Médico: cree que ha habido errores y que queda mucho por mejorar.

¿Qué piensa la Cosce de los recortes?
-Hemos sido siempre claros: rechazo rotundo a los recortes presentados en I+D+i. Es justo en este sector donde más hay que trabajar para constituir un nuevo modelo económico y productivo. Nadie duda de que la situación presupuestaria es difícil, pero no tiene sentido que, mientras la media de reducción presupuestaria es del 16 por ciento, en I+D+i sea del 26 por ciento.

Se han primado criterios políticos sobre los científicos, y tenemos un sistema burocratizado y basado en la desconfianza hacia el uso de fondos

El mensaje que se envía a la sociedad es erróneo: que la ciencia es menos importante que lo demás o que contaba con excesivo dinero. Ambas cosas son mentira. Recordemos: estamos en el 1,38 por ciento del PIB en inversión en I+D, muy por debajo del 2 por ciento de media europea.

¿Cómo valora a los responsables de la I+D+i en los últimos años?
-Parto de que siempre intentan hacer lo mejor; más que de ellos, hablo de lo que han hecho. Se ha abusado de los presupuestos de las partidas financieras (créditos), que son de difícil utilización y ejecución; en ocasiones han primado los criterios políticos sobre los científicos en el diseño de instalaciones y actuaciones, y tenemos un sistema excesivamente burocratizado y basado en la desconfianza hacia el uso de los fondos. Además, no se ha logrado hacer atractiva la inversión en I+D al capital privado, ni la captación y retención de talento. Y creo que la Ley de Ciencia fue una oportunidad desaprovechada por ser excesivamente tímida.

Estamos a la expectativa de cómo se configura la Agencia Estatal de Investigación, que debiera servir para hacer frente a muchas de estas cuestiones.

¿Qué soluciones o alternativas ofrece?
-El dinero contante y sonante que el Gobierno español destina a I+D (descontando la parte de préstamos que hay que devolver a intereses superiores al 5 por ciento) es de unos 2.600 millones de euros, de un total de más de 300.000 millones de gastos no financieros que contienen los presupuesto generales para 2012. Sobre esta cifra, la cantidad que reclamamos para que no se resientan inevitablemente los programas de investigación y recursos humanos es de sólo unos pocos cientos de millones. Se podía haber hecho un esfuerzo para que el mensaje de apuesta por la I+D+i fuera claro y nítido, como lo es el de la UE, de la que nos estamos distanciando en este sentido.

Debemos optimizar el uso de cada euro en I+D, analizando si nuestra burocracia y modo de organización es el más adecuado para hacer frente a los retos que tenemos que afrontar. Pensar que la excelencia es cosa barata y de buena voluntad es precisamente sólo eso: buena voluntad.