miércoles, 11 de julio de 2012

Muchos polímeros terapéuticos esperan aprobación regulatoria - DiarioMedico.com

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LA INDUSTRIA YA ESTÁ INVIRTIENDO EN ESTE TERRENO

Muchos polímeros terapéuticos esperan aprobación regulatoria

Fernando Palacio, investigador del ICMA, ha explicado durante un seminario de biomedicina varios de los proyectos que en este campo está desarrollando su instituto. Analizando el estado de todos ellos se ha comprobado que la nanotecnología encara el futuro con fuerza.
Carmen Serrano. Zaragoza   |  11/07/2012 00:00

 
 
La nanotecnología ya está en la clínica. "Hay ya muchos polímeros terapéuticos esperando recibir el visto bueno de los agentes regulatorios", ha anunciado Fernando Palacio, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA) y en la Universidad de Zaragoza y vicepresidente del Instituto Europeo de Magnetismo Molecular, durante los seminarios biomédicos de la Universidad de Zaragoza.

"Se están haciendo muchas cosas, también en España, porque la industria farmacéutica ya invierte en nanotecnología". A las puertas de la clínica sitúa diferentes maneras de transportar los fármacos en el organismo o el cemento con nanopartículas para rehabilitación de osteopatías.

"En torno a las partículas magnéticas hay gran ebullición de ideas y estudios". Ésta es la especialidad de Palacio: el comportamiento magnético de sistemas moleculares, nanomateriales magnéticos compuestos y ferrofluidos. "Ya estudiamos el anclaje de anticuerpos a las nanopartículas y experimentamos con animales, pero aún tenemos un sinfín de preguntas sin responder". Sin embargo, se muestra esperanzado en cuanto a la unión de nanotecnología y medicina, porque "muchos de los obstáculos ya los han resuelto en otros países".

Una de las líneas de trabajo de Palacio es determinar cómo inyectar los ferrofluidos en un tumor para que éste se caliente todo lo posible sin causar daños adyacentes. "Obtuvimos un resultado positivo con un paciente al que le desapareció el tumor completamente al cabo de año y medio. El problema es que la técnica empleada para calentar es poco selectiva. Y como hay que inyectar una dosis brutal de partículas magnéticas, sólo sirve para tumores grandes". Por eso buscan vectorizar las partículas para que vayan al lugar de la lesión y se acoplen y que el calentamiento sea más selectivo.

Otro pero es que la eficiencia del calentamiento es, en general, muy baja. "El calentamiento puede no ser suficiente para acabar con el tumor, pero la célula calentada es más vulnerable en los tratamientos de radio y quimioterapia".

Otra bandera que guía el trabajo investigador de Palacio es la búsqueda de una partícula que haga al mismo tiempo diagnosis y terapia.


Nanotoxicidad
Por tanto, el diseño de las nanopartículas biomédicas y su posible toxicidad son los actuales caballos de batalla. El equipo de Palacio ha obtenido ya resultados de ensayos con ratones de un ferrofluido creado en el ICMA: "No se han observado daños en los órganos con dosis máximas; sólo algunas acumulaciones en hígado y riñón". Y ha comprobado también que diferentes tamaños tienen diferentes consecuencias, y que las partículas más grandes son menos citotóxicas". El nanocompuesto es un polímero disuelto en sal metálica, del que se obtiene un óxido de hierro que genera el ferrofluido. "En hematología puede funcionar como anticoagulante".

Además trabajan con otras partículas magnéticas que ofrecen "muy buena resolución en resonancias magnéticas. Con ellas se detecta hasta una célula".

Entre los nanodiseños del ICMA figuran también un sensor que detecta esteroides anabolizantes y un termómetro molecular que permite conocer la bioquímica de los procesos térmicos que ocurren en la célula.

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