“Las organizaciones humanitarias tenemos un papel de respuesta y denuncia, que en ocasiones realizamos bien y en otras nos confundimos”
Noviembre de 2013 - Ana Montero
Esperanza Santos, enfermera de Médicos sin Fronteras (MSF), ha concedido una entrevista a EL MÉDICO
Esperanza Santos es enfermera y desde el año 2006 está trabajando con Médicos sin Fronteras (MSF), concretamente, dentro de la Unidad de Emergencias. Durante el tiempo que ha permanecido en el terreno, entre otros destinos, Sudán, Sri Lanka, Nigeria, Kenia, Haití, Congo o Zambia, ha estado inmersa en diferentes proyectos ofreciendo apoyo quirúrgico en las zonas de conflicto, llevando a cabo programas de vacunación de meningitis o dando respuesta a temas relacionados con la malaria, el sarampión o la desnutrición. Su labor es puramente vocacional y, para ella, su trabajo es una responsabilidad ciudadana.
¿Qué supone manejar la asistencia sanitaria en un entorno de estas características?
Es complicado, claro está... sobre todo en algunos contextos donde la asistencia sanitaria es muy precaria y el personal sanitario cualificado difícil de encontrar. Por otro lado, se debe entender muy bien la cultura de la población donde vas a trabajar y entender el concepto de la salud y la enfermedad que tienen y la relación previa con las estructuras sanitarias para poder definir bien las actividades que debes realizar y pasar la información de manera correcta para obtener buena aceptación por parte de la población y del personal de salud.
¿En qué consiste exactamente su trabajo?
Yo soy enfermera y formo parte de la Unidad de Emergencias. Mi trabajo consiste en ir allí donde surge una necesidad y definir, preparar y realizar la respuesta a la emergencia lo más rápido posible. Los escenarios son muy variados, puede ser desde una crisis nutricional, a una epidemia, una catástrofe natural o una crisis humanitaria causada por algún conflicto. Como organización médica, nuestro objetivo es disminuir la morbi-mortalidad de las poblaciones en un momento de crisis. En muchas ocasiones, durante una emergencia, las capacidades locales son inexistentes o están desbordadas de manera que lo que intentamos es asegurar la asistencia sanitaria a estas poblaciones en crisis.
¿Se sigue algún protocolo especial?
Sí. Afortunadamente, MSF es una organización con muchos años de experiencia en la que existen protocolos y herramientas para afrontar cualquier tipo de emergencia. Por supuesto que hay que adaptar las estrategias a cada contexto, pero tenemos mucha documentación y material listo para resultar lo más eficaces posible. Estos protocolos aseguran además la calidad y la continuidad en el trabajo aunque los equipos o las circunstancias varíen.
¿Con qué tipo de dotación tecnológica, materiales y equipos, cuentan?
Trabajamos con todo tipo de material médico y logístico. El material que se utiliza se adapta a las necesidades y a la capacidad del sitio donde trabajas. Desde luego, no es el mismo equipamiento tecnológico el que puedes tener en un hospital de una zona rural de Níger, donde atiendes niños desnutridos, que el que tengas en un hospital de Siria, donde realizas cirugía de guerra. Tenemos desde equipo muy básico, que no necesita personal especializado ni grandes recursos energéticos para ser utilizado, hasta equipamiento sofisticado de cirugía, diagnóstico o laboratorio.
Junto al médico, ¿qué otros profesionales intervienen?
De todo. A nivel sanitario, cubrimos todos los perfiles: enfermeros, farmacéuticos, técnicos de laboratorio, psicólogos, agentes de educación sanitaria... Y todo el equipo médico va acompañado de logistas (transporte, construcción, electricidad, agua y saneamiento, comunicaciones...), de responsables de administración, financieros, responsables de recursos humanos...
¿Cuál es la formación que ha de tener un profesional que se dedique a la Medicina en este entorno?
Es recomendable tener conocimientos de Medicina tropical porque muchas de las enfermedades que vas a encontrar en estos contextos no se ven en nuestros países de origen.
¿Se requiere alguna formación adicional a la estrictamente sanitaria? ¿Quién la proporciona?
Lo fundamental, idiomas (inglés o francés), para poder comunicarte con el equipo. Antes de comenzar a trabajar con MSF, todo el mundo recibe un curso introductorio donde se te explica cómo funciona la organización, qué es lo que te puedes encontrar, cuáles son las herramientas de las que dispones en el terreno y se comienza a trabajar en equipo. Una vez que estás trabajando en la organización, se realizan formaciones internas y/o externas para potenciar la especialización de los distintos profesionales. Hay cursos de especialización técnica (sanitaria o logística), pero también de gestión y coordinación. Puede ser un curso organizado y financiado por MSF o un curso externo y que MSF facilite parcial o completamente el acceso.
¿A qué clase de incidentes violentos están expuestos los médicos que prestan asistencia sanitaria a los refugiados y población desplazada?
Pues depende del contexto. Pero en MSF, antes de comenzar cualquier intervención se hace un análisis de contexto, de riesgos y vulnerabilidades para tomar las medidas de seguridad necesarias para reducir al mínimo la posibilidad de cualquier incidente violento. Una de las medidas más eficaces es la aceptación de la que he hablado antes: si todos los distintos grupos que habitan en el entorno entienden por qué estamos ahí y cuáles son nuestros objetivos, los riesgos disminuyen automáticamente.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes con que se encuentran?
En los contextos donde trabajamos, donde las condiciones de vida y la asistencia sanitaria son muy precarias, encontramos muchas enfermedades intestinales, respiratorias, malaria, infecciones y complicaciones gineco-obstétricas.
¿Algunas son evitables?
Prácticamente todas. Con agua potable, vivienda en condiciones, vacunas y acceso a servicios sanitarios se solucionarían la mayoría de las patologías que encontramos.
En este sentido, en materia de prevención, ¿qué se está haciendo?
Depende del proyecto, pero se intenta siempre tomar medidas preventivas acorde a la situación de la población: desde mejorar las condiciones de agua y saneamiento, a vacunación de los niños, distribución de mosquiteras, consultas prenatales y postnatales, educación sanitaria...
¿Cuáles son las prioridades en materia de Salud Pública tanto en población adulta como infantil?
A nivel global, asegurar la vacunación completa de todos los niños que atendemos en nuestras estructuras, realizar consultas prenatales a todas las mujeres embarazadas para evitar complicaciones y evitar la transmisión del VIH de madre a hijo, distribución de mosquiteras y quimio-prevención de la malaria, educación sanitaria sobre higiene y alimentación. Estas en general, pero, luego, depende de cada país y contexto.
¿Qué necesidades hay en los campos de refugiados en los que ha prestado asistencia?
Normalmente la población desplazada no tiene nada, han huido de sus casas con lo poco que les ha dado tiempo a coger y se encuentran en un medio en muchas ocasiones inhóspito (por ejemplo, en Darfur, estaban en medio del desierto). Necesitan agua, vivienda, comida, medicamentos... todo.
Sin duda, la suya es una labor vocacional, ¿qué le lleva a una profesional sanitaria como usted a asistir aquí?
Siempre me había llamado la atención y después de un par de experiencias cortas de voluntariado en India y Perú, decidí que quería dedicarme a esto de una manera más continuada y a nivel profesional. Lo considero una responsabilidad como ciudadana del mundo. Creo que tenemos muchas cosas que cambiar en este mundo para que todos podamos desarrollarnos en igualdad de condiciones y oportunidades. Hay mucho trabajo que hacer desde cada lugar del mundo, pero yo me siento más capacitada para hacerlo de esta manera.
¿Las organizaciones humanitarias están respondiendo adecuadamente a las incesantes situaciones de emergencia?
Creo que esta pregunta no se puede responder con un SÍ o un NO rotundo. Creo que no sólo es responsabilidad de las organizaciones humanitarias, sino que todos los gobiernos y organizaciones internacionales deberían implicarse, no sólo en la respuesta sino en la prevención y causas de las mismas. Creo que las organizaciones humanitarias tenemos un papel de respuesta y denuncia, que en ocasiones realizamos bien y en otras nos confundimos. Los contextos van cambiando y actualmente los conflictos son cada vez más complejos y hacen que el acceso a la población sea muy complicado. Cada vez tenemos más mecanismos de alerta para prever grandes catástrofes humanitarias.
Está claro que no siempre se hacen las cosas de la manera óptima, pero de todas aprendemos e intentamos seguir mejorando para responder mejor a futuras crisis, eso es lo importante y debería ser nuestro objetivo.
¿Qué supone manejar la asistencia sanitaria en un entorno de estas características?
Es complicado, claro está... sobre todo en algunos contextos donde la asistencia sanitaria es muy precaria y el personal sanitario cualificado difícil de encontrar. Por otro lado, se debe entender muy bien la cultura de la población donde vas a trabajar y entender el concepto de la salud y la enfermedad que tienen y la relación previa con las estructuras sanitarias para poder definir bien las actividades que debes realizar y pasar la información de manera correcta para obtener buena aceptación por parte de la población y del personal de salud.
¿En qué consiste exactamente su trabajo?
Yo soy enfermera y formo parte de la Unidad de Emergencias. Mi trabajo consiste en ir allí donde surge una necesidad y definir, preparar y realizar la respuesta a la emergencia lo más rápido posible. Los escenarios son muy variados, puede ser desde una crisis nutricional, a una epidemia, una catástrofe natural o una crisis humanitaria causada por algún conflicto. Como organización médica, nuestro objetivo es disminuir la morbi-mortalidad de las poblaciones en un momento de crisis. En muchas ocasiones, durante una emergencia, las capacidades locales son inexistentes o están desbordadas de manera que lo que intentamos es asegurar la asistencia sanitaria a estas poblaciones en crisis.
¿Se sigue algún protocolo especial?
Sí. Afortunadamente, MSF es una organización con muchos años de experiencia en la que existen protocolos y herramientas para afrontar cualquier tipo de emergencia. Por supuesto que hay que adaptar las estrategias a cada contexto, pero tenemos mucha documentación y material listo para resultar lo más eficaces posible. Estos protocolos aseguran además la calidad y la continuidad en el trabajo aunque los equipos o las circunstancias varíen.
¿Con qué tipo de dotación tecnológica, materiales y equipos, cuentan?
Trabajamos con todo tipo de material médico y logístico. El material que se utiliza se adapta a las necesidades y a la capacidad del sitio donde trabajas. Desde luego, no es el mismo equipamiento tecnológico el que puedes tener en un hospital de una zona rural de Níger, donde atiendes niños desnutridos, que el que tengas en un hospital de Siria, donde realizas cirugía de guerra. Tenemos desde equipo muy básico, que no necesita personal especializado ni grandes recursos energéticos para ser utilizado, hasta equipamiento sofisticado de cirugía, diagnóstico o laboratorio.
Junto al médico, ¿qué otros profesionales intervienen?
De todo. A nivel sanitario, cubrimos todos los perfiles: enfermeros, farmacéuticos, técnicos de laboratorio, psicólogos, agentes de educación sanitaria... Y todo el equipo médico va acompañado de logistas (transporte, construcción, electricidad, agua y saneamiento, comunicaciones...), de responsables de administración, financieros, responsables de recursos humanos...
¿Cuál es la formación que ha de tener un profesional que se dedique a la Medicina en este entorno?
Es recomendable tener conocimientos de Medicina tropical porque muchas de las enfermedades que vas a encontrar en estos contextos no se ven en nuestros países de origen.
¿Se requiere alguna formación adicional a la estrictamente sanitaria? ¿Quién la proporciona?
Lo fundamental, idiomas (inglés o francés), para poder comunicarte con el equipo. Antes de comenzar a trabajar con MSF, todo el mundo recibe un curso introductorio donde se te explica cómo funciona la organización, qué es lo que te puedes encontrar, cuáles son las herramientas de las que dispones en el terreno y se comienza a trabajar en equipo. Una vez que estás trabajando en la organización, se realizan formaciones internas y/o externas para potenciar la especialización de los distintos profesionales. Hay cursos de especialización técnica (sanitaria o logística), pero también de gestión y coordinación. Puede ser un curso organizado y financiado por MSF o un curso externo y que MSF facilite parcial o completamente el acceso.
¿A qué clase de incidentes violentos están expuestos los médicos que prestan asistencia sanitaria a los refugiados y población desplazada?
Pues depende del contexto. Pero en MSF, antes de comenzar cualquier intervención se hace un análisis de contexto, de riesgos y vulnerabilidades para tomar las medidas de seguridad necesarias para reducir al mínimo la posibilidad de cualquier incidente violento. Una de las medidas más eficaces es la aceptación de la que he hablado antes: si todos los distintos grupos que habitan en el entorno entienden por qué estamos ahí y cuáles son nuestros objetivos, los riesgos disminuyen automáticamente.
¿Cuáles son las patologías más frecuentes con que se encuentran?
En los contextos donde trabajamos, donde las condiciones de vida y la asistencia sanitaria son muy precarias, encontramos muchas enfermedades intestinales, respiratorias, malaria, infecciones y complicaciones gineco-obstétricas.
¿Algunas son evitables?
Prácticamente todas. Con agua potable, vivienda en condiciones, vacunas y acceso a servicios sanitarios se solucionarían la mayoría de las patologías que encontramos.
En este sentido, en materia de prevención, ¿qué se está haciendo?
Depende del proyecto, pero se intenta siempre tomar medidas preventivas acorde a la situación de la población: desde mejorar las condiciones de agua y saneamiento, a vacunación de los niños, distribución de mosquiteras, consultas prenatales y postnatales, educación sanitaria...
¿Cuáles son las prioridades en materia de Salud Pública tanto en población adulta como infantil?
A nivel global, asegurar la vacunación completa de todos los niños que atendemos en nuestras estructuras, realizar consultas prenatales a todas las mujeres embarazadas para evitar complicaciones y evitar la transmisión del VIH de madre a hijo, distribución de mosquiteras y quimio-prevención de la malaria, educación sanitaria sobre higiene y alimentación. Estas en general, pero, luego, depende de cada país y contexto.
¿Qué necesidades hay en los campos de refugiados en los que ha prestado asistencia?
Normalmente la población desplazada no tiene nada, han huido de sus casas con lo poco que les ha dado tiempo a coger y se encuentran en un medio en muchas ocasiones inhóspito (por ejemplo, en Darfur, estaban en medio del desierto). Necesitan agua, vivienda, comida, medicamentos... todo.
Sin duda, la suya es una labor vocacional, ¿qué le lleva a una profesional sanitaria como usted a asistir aquí?
Siempre me había llamado la atención y después de un par de experiencias cortas de voluntariado en India y Perú, decidí que quería dedicarme a esto de una manera más continuada y a nivel profesional. Lo considero una responsabilidad como ciudadana del mundo. Creo que tenemos muchas cosas que cambiar en este mundo para que todos podamos desarrollarnos en igualdad de condiciones y oportunidades. Hay mucho trabajo que hacer desde cada lugar del mundo, pero yo me siento más capacitada para hacerlo de esta manera.
¿Las organizaciones humanitarias están respondiendo adecuadamente a las incesantes situaciones de emergencia?
Creo que esta pregunta no se puede responder con un SÍ o un NO rotundo. Creo que no sólo es responsabilidad de las organizaciones humanitarias, sino que todos los gobiernos y organizaciones internacionales deberían implicarse, no sólo en la respuesta sino en la prevención y causas de las mismas. Creo que las organizaciones humanitarias tenemos un papel de respuesta y denuncia, que en ocasiones realizamos bien y en otras nos confundimos. Los contextos van cambiando y actualmente los conflictos son cada vez más complejos y hacen que el acceso a la población sea muy complicado. Cada vez tenemos más mecanismos de alerta para prever grandes catástrofes humanitarias.
Está claro que no siempre se hacen las cosas de la manera óptima, pero de todas aprendemos e intentamos seguir mejorando para responder mejor a futuras crisis, eso es lo importante y debería ser nuestro objetivo.
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