La falta de acuerdo atasca de nuevo la ley más avanzada de transexualidad
El PSOE pospone el registro de la iniciativa por cuestiones de “terminología jurídica”
REYES RINCÓN Sevilla 29 DIC 2013 - 19:48 CET
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Cuando parecía que ya estaba todo hecho, la ley integral de transexualidad ha vuelto a atascarse por discrepancias entre las asociaciones de transexuales y los socios de Gobierno. PSOE, IU y representantes del colectivo comparecieron juntos el 7 de noviembre para anunciar el acuerdo sobre el texto que convertiría a Andalucía en la primera comunidad en reconocer la libre elección de género. Quedaban apenas unos flecos que, según los dos partidos, no iban a impedir que el documento se registrara en el Parlamento antes del 15 de diciembre. Pero mes y medio después de presentar el acuerdo, las tres partes todavía no han conseguido sellarlo.
La discrepancia, sobre todo, está entre el grupo socialista y los colectivos de transexuales. A estos no les gustó la propuesta definitiva de texto que le remitieron los socios tras el acuerdo de noviembre. Han vuelto a limarlo en las últimas semanas, pero, superadas las trabas fundamentales —que se centraban en la atención sanitaria— el escollo está ahora en el artículo 4, que define a los beneficiarios de la ley. Los transexuales quieren que lo puedan ser todas las personas que estén tramitando la obtención de la documentación administrativa acorde con su identidad de género; el PSOE, por su parte, había optado en la primera redacción por restringirlo a los que ya hayan obtenido esta documentación y, tras el rechazo de los representantes de los transexuales, está estudiando una nueva propuesta.
Mientras los socialistas aseguran que se está “peinando” el documento y que las diferencias son solo de “terminología jurídica”, las asociaciones de transexuales impulsoras de la ley dicen sentirse “indignadas”. “El PSOE lleva desde 2009 mareando la perdiz. Creemos que realmente no nos respetan ni nos consideran en igualdad al resto de la ciudadanía”, afirma Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía (Ata). Cambrollé coincide con los socialistas en que los cabos que quedan sueltos y sobre los que el colectivo ha mandado una nueva propuesta no suponen “cambios sustanciales” del contenido de la ley, pero asegura que por eso no entiende que el PSOE haya pedido nuevos informes jurídicos. “Es solo una excusa para seguir obstaculizando el proyecto”, sostiene la presidenta de Ata.
El PSOE baraja ahora la fecha del 7 de enero para llevar el texto al Parlamento, pero no la da por cerrada. Los socialistas aseguran que quieren que esté todo atado para evitar que el Gobierno central encuentre razones y resquicios para recurrir la ley tan pronto como el Parlamento la apruebe. Lo habitual cuando llega a la Cámara un proyecto o una proposición de ley es que esta sufra cambios durante el trámite parlamentario a través de las enmiendas de los grupos. Sin embargo, en esta ocasión, ni los transexuales quieren que entre una iniciativa que el colectivo no comparta al 100%, ni el PSOE está dispuesto a registrar un documento al que le vea lagunas jurídicas.
Y en medio está IU, que ya registró en solitario la proposición de ley en diciembre de 2012 y se vio obligada a retirarla poco después porque su socio amenazaba con tumbarla durante el trámite de toma en consideración por parte del Gobierno. La diputada de IU Alba Doblas, que ha ejercido de portavoz de su grupo en la ley de transexualidad, se muestra partidaria de registrar ya el texto y terminar de depurarlo en el Parlamento. “Por mí se registraba ya mañana y se arreglaba el problema”, asegura Doblas, que entiende que su socio quiera que el documento sea “jurídicamente perfecto”, pero cree eso puede conseguirse con las enmiendas.
Con ese mismo argumento intentó convencer al colectivo transexual para que aceptara el registro del texto propuesto por PSOE e IU en noviembre, pero tampoco lo consiguió. “El problema es que ahora hay mucha susceptibilidad por parte de las asociaciones y es difícil avanzar”, lamenta.
Doblas confía en que los socialistas den el visto bueno definitivo en los próximos días. La diputada de IU niega que la ley de transexualidad pueda convertirse en un foco de conflicto entre los socios de gobierno, pero admite que la situación actual, que califica de “tonta”, tiene mucho que ver con “un vicio de actuación” de los socialistas tras muchos años de Gobierno en solitario. “Cuando un grupo parlamentario registra una ley nunca pasa por un informe jurídico. Eso solo pasa con el PSOE, que no está acostumbrado al debate”, advierte Doblas, que descarta volver a registrar la ley en solitario. “Ya lo hice una vez y no salió. Esto es un proyecto de los dos grupos, hemos trabajado juntos y va a salir”, asegura.
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