viernes, 13 de junio de 2014

La recesión obligó a muchas familias a buscar cobertura con Medicaid: MedlinePlus

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La recesión obligó a muchas familias a buscar cobertura con Medicaid

Los datos de Illinois muestran que los que tenían hijos con enfermedades crónicas fueron los más afectados
Traducido del inglés: miércoles, 11 de junio, 2014
Imagen de noticias HealthDay
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MARTES, 10 de junio de 2014 (HealthDay News) -- Durante la última recesión económica, las familias de muchos niños con afecciones crónicas de salud tuvieron que recurrir al programa de Medicaid de Illinois, reportan unos investigadores de Chicago.
De hecho, el número de niños crónicamente enfermos inscritos en el programa de seguro público de salud del estado aumentó en un 26.7 por ciento entre 2007 y 2010, en comparación con un aumento de apenas un 14.5 por ciento entre los niños sin enfermedades crónicas, halló el equipo.
Los padres con un hijo que se enfrentaba a una enfermedad en curso parecieron haber estado más estresados económicamente que las familias con niños sanos, explicó el autor del estudio, el Dr. Rishi Agrawal, pediatra del Hospital Pediátrico Lurie y del Hospital Pediátrico La Rabida, ambos en Chicago.
Ante la llegada de las dificultades económicas, esos padres con un hijo enfermo se vieron obligados a buscar ayuda pública de Medicaid o del Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP), un programa federal para los niños de familias que no califican para Medicaid, para mantener la atención médica que su hijo necesitaba. Los hallazgos aparecen en línea el 9 de junio y en la edición impresa de julio de la revista Pediatrics.
"Una crisis económica potencialmente afecta más duramente a las familias con niños con afecciones crónicas", planteó Agrawal. "Se trata de una población vulnerable, y cuando llegó la crisis, esas familias eran más propensas a no poder trabajar ni mantener un seguro privado".
Angela Mattie, profesora asociada de administración y presidenta del programa de liderazgo en la gestión de la atención médica y organizacional de la Universidad de Quinnnipiac en Hamden, Connecticut, dijo que estas cifras pueden considerarse como un éxito para el programa de Medicaid de Illinois, al mostrar que funcionó como debía y ayudó a los niños que más necesitaban de ayuda.
"El hecho de que haya una red de seguridad es algo maravilloso, sobre todo si uno tiene un hijo con una afección crónica", aseguró Mattie. "Esas afecciones pueden exacerbase en pacientes que no cuentan con una atención continua con un pediatra ni acceso a los fármacos".
El equipo de investigación realizó su estudio sobre niños de Illinois que tenían Medicaid o CHIP entre 2007 y 2010. Observaron específicamente a niños menores de 19 años que participaban en la atención de tarifa por servicio.
El mayor aumento ocurrió entre los usuarios que sufrían de afecciones crónicas episódicas como el asma o la depresión, señaló Agrawal, seguidos por los niños que sufrían de cáncer o de afecciones complejas y progresivas, como la parálisis cerebral.
Agrawal anotó que las familias con un hijo crónicamente enfermo por lo general tienen más dificultades para mantener el empleo y llegar a final de mes, y con frecuencia se enfrentan a unos niveles mayores de estrés.
Estas familias también se enfrentarán a unas facturas médicas más altas. "Si tiene un hijo con una enfermedad crónica, habrá más copagos y será un gasto más alto", advirtió.
El gasto gubernamental general en Medicaid aumentó en ese periodo, pero los investigadores hallaron que la cantidad gastada en cada persona en realidad se redujo, en promedio.
Por ejemplo, el costo para tratar las enfermedades crónicas episódicas se redujo en alrededor del 17 por ciento entre 2007 y 2010. Los costos para todos los niños en Medicaid se redujeron en alrededor de un 12 por ciento.
Los autores especularon que esto podría deberse a mejoras en la atención pediátrica, o a un control administrativo más estricto de los gastos.
Quizá los niños que ingresaron a Medicaid que antes tenían seguro privado estaban más sanos, con una enfermedad crónica mejor controlada, comentó Mattie.
"Esos niños han tenido una atención bastante buena para mantener esas afecciones", dijo. "Sabemos que en las personas sin seguro de salud las afecciones se exacerban porque no reciben atención".
Cambiar a Medicaid a partir de un seguro privado probablemente tenga tanto beneficios como desventajas. Antes de la Ley de Cuidado Médico a Bajo Precio, la ley federal obligaba a Medicaid a cubrir los servicios para los niños con necesidades especiales a quienes muchos seguros privados no atendían, como la atención privada de enfermería o el equipo médico duradero, apuntó Agrawal.
Por otro lado, para los pacientes de Medicaid hallar un médico puede resultar difícil, comentó. Históricamente, el programa ha pagado menos por los servicios médicos que Medicare o el seguro privado, haciendo que muchos médicos elijan no atender a las personas con Medicaid.
Los autores anotaron que el impacto de sus hallazgos se limita a Illinois, dado que cada estado cuenta con un programa distinto de Medicaid.
Tampoco podían especificar si la recuperación económica o la Ley del Cuidado Médico a Bajo Precio habían hecho que alguno de esos niños volviera a cambiar al seguro privado.
"Será interesante ver qué sucedió tras la recesión, y lo haremos en algún momento", afirmó Agrawal.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Rishi Agrawal, M.D., M.P.H., pediatrician, Lurie Children's Hospital and La Rabida Children's Hospital, Chicago; Angela Mattie, M.P.H., J.D., associate professor, management, and chair, health care management and organizational leadership program, Quinnipiac University, Hamden, Conn.; July 2014Pediatrics
HealthDay
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