lunes, 2 de junio de 2014

Las farmacéuticas, obligadas a emplear predictores de éxito en procesos de I+D - DiarioMedico.com

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EMPRESAS

Las farmacéuticas, obligadas a emplear predictores de éxito en procesos de I+D

Un informe del Tufts Center revisa las herramientas más utilizadas con este objetivo. La expiración de patentes y la prolongación en del desarrollo son algunos desencadenantes.
Cristina G. Real. Madrid | cgr@unidadeidtorial.es   |  02/06/2014 00:00

Las compañías farmacéuticas están desarrollando herramientas que les ayuden a predecir la probabilidad de lograr la aprobación regulatoria de los productos y a planificar mejor sus procesos en etapas más tempranas del desarrollo clínico en un intento por aumentar las tasas de éxito de los candidatos en ensayos, según un informe del Tufts Center for the Study of Drug Development.
Pese a que el modelo dominante en el desarrollo de medicamentos sigue siendo aquel en el que los compuestos progresan de forma secuencial en las sucesivas fases de desarrollo clínico, moviéndose del estudio de propiedades farmacológicas y farmacocinéticas propio de la fase I a la determinación de eficacia de la fase II y el mejor entendimiento de la efectividad, riesgos y beneficios en la fase III, la fórmula se está transformando en busca de un nuevo paradigma.
Algunas compañías han sido capaces de recortar los tiempos de desarrollo y reducir costes asociados empleando estudios de prueba de mecanismos y de prueba de conceptos. La tendencia actual de desarrollo de medicamentos para grupos más concretos y limitados de pacientes, esperando sin embargo tasas similares de éxito, puede no ser sostenible en términos de financiación si quienes tienen que pagar por los fármacos -incluidas las administraciones, y en Estados Unidos las aseguradoras- rechazan su financiación.
Fórmulas
Entre las estrategias más utilizadas para impulsar el éxito de la I+D, el Tufts Center destaca el empleo de biomarcadores y objetivos secundarios en la investigación, la incorporación de sistemas de análisis de megabases de datos, la colaboración con otras organizaciones, instituciones académicas y grupos de pacientes, el desarrollo de información genómica personalizada, el uso compartido de forma voluntaria de datos de pacientes y la explosión de información que se ha producido recientemente en el terreno del metabolismo celular, factor que tiene "un importante potencial de transformar los ensayos clínicos".
"La industria investigadora está adoptando rápidamente medidas para impulsar las carteras en desarrollo en un contexto en el que muchas patentes están expirando y en que los plazos de desarrollo siguen prolongándose", señala Kenneth Kaitin, director del centro, adscrito a la Universidad de Tufts en Boston y especializado en la elaboración de estudios estratégicos del sector.
Tasas de éxito
El trabajo del centro recuerda que la tasa de éxito de los ensayos clínicos, que mide el porcentaje de compuestos que finalmente obtienen la aprobación en relación con los que iniciaron el desarrollo, fue del 16 por ciento entre las mayores farmacéuticas en el periodo comprendido entre 1993 y 2004, y ha ido descendiendo desde entonces. También se ha observado que la interrupción del desarrollo de compuestos que se revelan poco prometedores en etapas más tempranas del proceso sigue siendo una de las vías más eficaces para reducir los costes de I+D (ver cuadro de la izquierda). En cualquier caso, un problema importante sigue siendo que algunos candidatos que parecen seguros y eficaces en las primeras etapas se comportan de otra manera cuando llegan a grupos de población mayores.

Apgar y ANDI, dos formas de evaluar primeras etapas

Entre las tácticas empleadas para predecir tasas de éxito en la I+D se recurre al empleo de modelos estadísticos que ayuden a predecir el éxito clínico. Por ejemplo, un equipo del Tufts Center en colaboración con la compañía estadounidense Janssen ha creado un simple modelo algorítmico, llamado Índice de Nuevos Medicamentos Aprobados (en inglés, ANDI), siguiendo el modelo de los cinco factores del test de Apgar ampliamente utilizado para evaluar la salud de los neonatos. Con él han logrado predecir de forma fiable qué productos oncológicos en fase II tienen probabilidades de recibir la aprobación de comercialización. 
En concreto, el equipo reunió y analizó más de 30 variables determinantes de la seguridad clínica y eficacia, la seguridad preclínica y los factores operativos y de marketing de 61 medicamentos oncológicos que entraron en desarrollo clínico entre 1998 y 2007 de la mano de las 50 mayores farmacéuticas según datos de ventas de 2006. 
Esta información generó un a tabla de puntuación -ANDI- según la cual el compuesto puede obtener una puntuación total máxima de 8 en función de la que logra en los cuatro factores evaluados, con un margen entre 0 y 2 para cada uno.
La comparación de las puntuaciones obtenidas por los 61 compuestos analizados reveló que el 57 por ciento de los que al finalizar la fase III tenían una puntuación global de 6 llegaron finalmente al mercado, y los que alcanzaron 7 y 8 llegaron al mercado en un 75 y ciento por cien de los casos.

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