28º CONGRESO NACIONAL DE LA SEPEAP
Pediatría de AP alerta de un futuro incierto en Europa
Shimon Barak, presidente del grupo de Primaria de la Academia Europea de Pediatría, dice que la especialidad está amenazada por la disminución del personal y falta de interés entre los jóvenes.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 27/10/2014 00:00
Shimon Barak, presidente del Grupo de Atención Primaria de la Academia Europea de Pediatría; Luis Sánchez, moderador y tesorero de la Sepeap, y Manuel Katz, presidente de la Sociedad Israelí de Pediatría Ambulatoria y de la Iniciativa Global de Consenso en Pediatría (CIP). (Enrique Mezquita)
VISTA:
Hay que reaccionar ante la pérdida de peso y espacio en modelos de atención médica pediátrica mixtos o realizados por médicos generales y de Familia. Ésta es una de las conclusiones del 28º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap), celebrado en Valencia la semana pasada. Según expuso Shimon Barak, presidente del Grupo de Atención Primaria de la Academia Europea de Pediatría, "aunque en los últimos años multitud de estudios han demostrado que es mejor que la atención al menor sea realizada por pediatras, la realidad es que, según una comparativa entre 1999 y 2009, el número de países europeos con un sistema basado en ellos ha descendido".
Según Barak, "el porvenir de la pediatría ambulatoria es incierto y los pesimistas dicen que se encamina a la extinción", y añadió que la razón principal es "la disminución del personal, culpa, por un lado, del desgaste, descontento e insatisfacción de los veteranos, y por el otro, de la tendencia de los jóvenes colegas de menospreciar la medicina de primaria y preferir un futuro en la alta complejidad tecnológica de la medicina hospitalaria y las súperespecialidades".
Señaló que "el hueco dejado por los pediatras es ocupado por médicos de Familia que, aunque tienen buena voluntad, no disponen de la formación adecuada para fomentar en el niño y su familia un estilo de vida saludable e inculcar recomendaciones de crianza positiva, con la aspiración de conseguir, a través del niño, un adulto equilibrado física, mental y socialmente, bien integrado a su medio familiar, social y laboral."
Señaló que "el hueco dejado por los pediatras es ocupado por médicos de Familia que, aunque tienen buena voluntad, no disponen de la formación adecuada para fomentar en el niño y su familia un estilo de vida saludable e inculcar recomendaciones de crianza positiva, con la aspiración de conseguir, a través del niño, un adulto equilibrado física, mental y socialmente, bien integrado a su medio familiar, social y laboral."
- Barak observa que el médico de Familia no tiene la formación adecuada para inculcar un estilo de vida saludable al niño ni dar recomendaciones de crianza positiva
Modelo de eeuu
Según dijo, la solución a esta situación "no es fácil" y requiere esfuerzos conjuntos de todos los que forman parte del sistema de educación médica y de la atención primaria: paciente, políticos, funcionarios y miembros de la sociedad, maestros y profesores universitarios y los propios pediatras. En su opinión, la práctica en primaria debe evolucionar hacia el Modelo Integrado de Hogar Médico -un sistema con medio siglo de experiencia en Estados Unidos-, "ubicado en la comunidad, proporcionando un atención médica rentable, segura, oportuna, eficiente, eficaz, equitativa y centrada en el paciente, y ocupándose no sólo con la enfermedad sino que integrando todos los aspectos del cuidado de salud". Este tipo de centro, "dirigido por pediatras competentes pero haciendo uso óptimo del profesionalismo de un equipo multidisciplinar", bien organizado, delegando poderes, modernizando la parte administrativa y usando inteligentemente las tecnologías más modernas, "crearía un ambiente y carga de trabajo razonables con una compensación remunerativa justa y adecuada". Barak concluyó que estas revisiones "pueden rejuvenecer la especialidad de primaria y hacerla más atractiva a las futuras generaciones de médicos, para el bienestar de nuestros niños".
Según dijo, la solución a esta situación "no es fácil" y requiere esfuerzos conjuntos de todos los que forman parte del sistema de educación médica y de la atención primaria: paciente, políticos, funcionarios y miembros de la sociedad, maestros y profesores universitarios y los propios pediatras. En su opinión, la práctica en primaria debe evolucionar hacia el Modelo Integrado de Hogar Médico -un sistema con medio siglo de experiencia en Estados Unidos-, "ubicado en la comunidad, proporcionando un atención médica rentable, segura, oportuna, eficiente, eficaz, equitativa y centrada en el paciente, y ocupándose no sólo con la enfermedad sino que integrando todos los aspectos del cuidado de salud". Este tipo de centro, "dirigido por pediatras competentes pero haciendo uso óptimo del profesionalismo de un equipo multidisciplinar", bien organizado, delegando poderes, modernizando la parte administrativa y usando inteligentemente las tecnologías más modernas, "crearía un ambiente y carga de trabajo razonables con una compensación remunerativa justa y adecuada". Barak concluyó que estas revisiones "pueden rejuvenecer la especialidad de primaria y hacerla más atractiva a las futuras generaciones de médicos, para el bienestar de nuestros niños".
Amenazas a la igualdad en la asistencia
Los pediatras consideran que existe mayoritariamente un acceso igualitario a los sistemas de salud, según una encuesta realizada en diez países europeos (incluyendo España) sobre el conocimiento e implementación de los derechos de los niños reconocidos por la ONU. No obstante, Manuel Katz, presidente de la Sociedad Israelí de Pediatría Ambulatoria y de la Iniciativa Global de Consenso en Pediatría (CIP), señaló que sería discutible en algunas situaciones, como la atención en áreas rurales, a las de minorías étnicas o a los pacientes inmigrantes.
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