“Que algunas CC.AA. no reconozcan la especialidad de Geriatría supone una intolerable discriminación hacia las personas mayores”
Septiembre de 2014 - Silvia C. Carpallo
El presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), José Antonio López Trigo, ha concedido una entrevista a EL MÉDICO
Realizar una valoración integrada geriátrica del paciente, que permita la ubicación idónea del mismo en cada momento, no sólo para conseguir reducir costes, que también, sino para mejorar la atención del paciente crónico y pluripatológico, el paciente mayor, es uno de los grandes objetivos de la SEGG y de su actual presidente, José Antonio López Trigo. No sólo ese, puesto que también nos habla, por supuesto, de la importancia que tiene que población mayor se sienta partícipe del envejecimiento activo, de la mejora sanitaria de las residencias geriátricas, y de los retos de la propia especialidad, que aún no es reconocida en todas las CC.AA.
España ha vuelto a tener cifras record en cuando a esperanza de vida. Vivimos más, pero, ¿vivimos mejor?
El aumento de longevidad de las sociedades, que duda cabe, es el logro social más importante de los últimos dos siglos. Hemos conseguido, entre todos, hacer la vida más larga, pero no necesariamente más ancha. Siguiendo la hipótesis de compresión de la morbilidad, vivimos más años a costa de aumentos de la morbilidad y, en muchas ocasiones, de situaciones de dependencia en los últimos años de la vida.
¿Cómo puede el especialista en Geriatría coordinar la asistencia sanitaria, en especializada, de los pacientes crónicos pluripatológicos de avanzada edad?
El geriatra aporta una visión global de la persona, desde una herramienta de trabajo que para nosotros es esencial, que es la valoración geriátrica integral. Ésta aborda las cuatro esferas que modulan la vida en la persona mayor. A saber, salud física, capacidad funcional, capacidad mental o cognitiva y esfera social. Al contemplar todos estos aspectos, tenemos una visión más completa de algunas situaciones, lo que supone que, además, trabajamos en equipo con un objetivo central, la persona mayor. La Geriatría es una especialidad más centrada en la persona de forma integral y menos "organicista" que otras. Reivindicamos el manejo de situaciones complejas en pacientes complejos, aquellos denominados pacientes frágiles o de mayor riego.
¿Y qué aporta la figura del consultor en Geriatría en los centros de salud?
El integrar especialistas en Geriatría en los equipos de Atención Primaria supone trabajar coordinadamente con nuestros compañeros en la prevención, detección y abordaje de los pacientes mayores más frágiles, con más patologías, en situaciones de complejidad funcional y tendencia a/o en situaciones de dependencia. El resultado de esta colaboración e integración del geriatra tanto en la comunidad como en el manejo de situaciones a nivel hospitalario, agudo o en convalecencia, ha demostrado mejoras en la calidad de vida de las personas mayores y en la atención sanitaria, siendo más eficaz y eficiente la intervención.
¿Qué supone que algunas comunidades no reconozcan esta especialidad?
Supone una intolerable discriminación hacia las personas mayores. Esta discriminación se sustenta en una desigualdad por el lugar de residencia y lo que ello comporta de estar en Comunidades Autónomas con diferentes situaciones políticas e incluso, dentro de ellas, con diferentes formas de plantear las cosas, insisto, intolerable. Desde la SEGG no decimos que, de forma general, se atienda mal a la población mayor en ninguna Comunidad, pero sí reivindicamos que ese plus de mejora de la atención que supone la Geriatría pueda llegar a todos los mayores con independencia de dónde vivan y quiénes gobiernen. ¿Se imaginan que alguna Comunidad se negara el acceso a la atención especializada, por ejemplo, en Endocrinología, basándonos en que hay otros médicos que pueden tener conocimientos en problemas de salud relacionados con esta especialidad? ¿Discutiríamos la necesidad de pediatras?
Además de este reto, ¿cuáles son los otros objetivos a cumplir en el corto plazo por parte de la SEGG?
Entre los objetivos a corto plazo destacaría la promoción del envejecimiento activo como esencia de mantener la autonomía personal y prevenir la dependencia; mejorar la comunicación y la presencia de nuestra Sociedad con los mayores; además aportar a nuestros socios opciones de mejora y formación continuada.
Asimismo, recientemente señalaban desde su Sociedad que el modelo de atención al paciente geriátrico está totalmente desfasado en España, ¿qué mejoras serían necesarias? ¿Cree que la Estrategia de Cronicidad del Ministerio de Sanidad mejorará la atención al paciente mayor?
El modelo se ve sobrepasado por el hecho demográfico del aumento del envejecimiento y, especialmente, por el sobre envejecimiento. Basta recordar que un 5 por ciento de la población total de nuestro país tiene 80 o más años y, precisamente en este grupo, se concentran más problemas de salud y dependencia. Entiendo que para mejorar o, al menos, para empezar a paliar la situación actual, hemos de ir en dos sentidos. Por un lado ir haciendo prevención de la dependencia en esos grupos de personas en situación de fragilidad o en situación de buena funcionalidad. Por otro, abordando integralmente los problemas de las personas en situación de cronicidad y dependencia. En este sentido, desde la SEGG proponemos una serie de actuaciones por niveles asistenciales: comunidad, nivel de hospitalización en agudos y convalecencia, y a nivel institucional. La coordinación entre niveles y el trabajo, en el equipo multidisciplinar que atiende a la persona mayor, hace que se produzcan las mejoras necesarias, para una mejor atención a nuestros mayores. Qué duda cabe que la puesta en marcha de una estrategia es mejor que la ausencia de ella, como ocurría hasta ahora. La estrategia debe ir, obviamente, acompañada de un desarrollo posterior. En la génesis de una y en la puesta en marcha del otro, creo que la Geriatría podrá aportar mucho y bueno. No concebimos que se desarrollen planes de atención médica a las personas mayores sin los médicos especialistas en ello.
Es consabido que alrededor del 70 por ciento del gasto sanitario es consumido por los pacientes crónicos, ¿hay alguna forma de reducir este gasto sin tocar criterios de calidad?
Se establece una curiosa paradoja, si bien el 70 por ciento del gasto corresponde a pacientes con cronicidad, cuando hablamos de personas mayores con comorbilidad o pluripatología, las que en teoría debieran frecuentar más los servicios de salud, de ésta cifra sólo un 25 por ciento, corresponde a atención directa (consultas, pruebas, rehabilitación, etc.) y el 75 por ciento restante corresponde a gasto farmacéutico. Posiblemente, si incrementamos, algo tan sencillo y menos caro, como puede ser la ubicación idónea para el paciente idóneo en cada momento, podríamos reducir o racionalizar el gasto, no solo sin detrimento de la calidad asistencial, sino con sustanciales mejoras en ella. No podemos perder de vista que, a pesar de estas cifras tan llamativas, hay muchos procesos como la demencia que están infradiagnosticados e infratratados en nuestro medio.
Otra de las críticas habituales es que se hace un uso abusivo del sistema, ¿saben realmente los pacientes crónicos cómo hacer un uso eficiente del SNS o falta información?
Quizá los pacientes no lo saben porque los recorridos dentro del sistema no están bien definidos o porque no se lo explicamos bien. Creo que no debe "culparse" al débil de "abuso del sistema", sino crear sistemas idóneos a las necesidades de los pacientes. Sinceramente, no creo que a muchas personas les apetezca frecuentar o "hiperfrecuentar" consultas, servicios de urgencias y otros dispositivos. Si creamos una buena red de atención que contemple aspectos clínicos y psicosociales, seguro que racionalizamos el uso de los servicios del sistema.
¿Y cómo se forma al paciente para empoderarle y concienciarle de la importancia del envejecimiento activo?
Desde la SEGG establecemos actividades, campañas y recursos para que la persona mayor conozca la importancia de envejecer activamente, saludablemente y participativamente, como el Foro LideA (Liderazgo de Mayores Activos) o los programas de divulgación que hacemos con instituciones y organismos públicos, que llevamos a cabo con asociaciones de mayores y profesionales del sector. Sólo llegaremos a que las personas mayores consigan un envejecimiento activo cuando se sientan convencidos y partícipes en cómo quieren que sea éste.
Más allá de la atención dentro del sistema sanitario, ¿es adecuada la atención sanitaria en las residencias en España?
El profundo cambio, en cuanto a población usuaria, de las residencias en nuestro país en las últimas décadas ha hecho que se conviertan en establecimientos, dentro del ámbito socio-sanitario, con un marcado perfil sanitario. Hemos pasado del concepto de "residencias de pensionistas", donde las personas acudían voluntariamente tras la jubilación, a instituciones donde la carga de dependencia y pluripatología de los residentes es el común. En este sentido la carga asistencial se ha desplazado a un importante matiz sanitario que se cumple, de media, con un buen nivel asistencial. Para llegar a niveles óptimos se hace necesaria la presencia de más personal especializado y una mejora en las ratios de personal de atención sanitaria directa.
Sin embargo, según últimas cifras la crisis parece haber acabado con las listas de espera de las residencias en algunas regiones, ¿cómo valoraría este dato?
Desconozco en profundidad los datos a los que se refiere, no obstante, manejo la impresión de que puede haber una relación directa con el hecho de que se asume en el hogar el cuidado de los mayores a cambio de la prestación directa que se contempla la Ley de Promoción de Autonomía Personal y Prevención de la Dependencia. Así, por mor de la crisis puede haber familias que, precisando del ingreso económico que puede suponer la prestación por dependencia de su familiar, contemple el cuidado de éste a cambio de la prestación económica. Hasta donde conozco estos hechos están en vías de solución, ya que suponen una vía de excepcionalidad en lo recogido en la Ley y no existen garantías algunas de la calidad de los cuidados que están proveyendo a personas en situación de dependencia.
También podría traducirse en que serían necesarios más recursos para la atención domiciliaria, ¿es otro de los retos de la atención a crónicos?
Evidentemente. Si partimos de la base de que las personas quieren estar en su domicilio mejor que en cualquier lugar, sería lógico y deseable, destinar o mejorar los recursos consignados a la atención domiciliaria.
¿Realmente hay pacientes que han dejado de tomar sus fármacos debido al copago?
No conozco cifras por lo que sería una frivolidad por mi parte manifestarme en un sentido u otro. Desde luego que, tal como están muchas pensiones en España, puede suponer un serio handicap el afrontar el copago y además llegar a final de mes. Entiendo que habría que buscar fórmulas alternativas que no penalicen al más enfermo, que no vayan, siempre, contra el más frágil.
¿Cómo han afectado los recortes en dependencia a pacientes y cuidadores?
En gran medida, en una medida desproporcionada. Para una persona mayor en situación de dependencia "un euro vale más que un euro". Las asignaciones que cada Comunidad hace a la dependencia y las modificaciones que han sufrido en estos años han sido desiguales, no tanto para los que ya estaban siendo atendidos por nuestro sistema como para los que debieran haberse incorporado ya o haber modificado su situación y todavía no lo han hecho. Deseo sinceramente que con las nuevas medidas a implementar, y con los que parecen mejores tiempos a futuro, se puedan paliar situaciones que actualmente llegar a ser dramáticas.
Por último, ¿cuáles son las claves en el cuidado del paciente mayor, desde su perspectiva como profesional, tanto para médicos como para cuidadores?
Las claves para el cuidado, desde mi perspectiva, pasan por la formación y conocimiento adecuado de las personas y sus problemas, a lo que habría que unir una importante dosis de vocación al cuidar. ¡Pero, ojo!, no basta con la buena disposición para cuidar, debe estar sedimentada, por el bien de la persona a cuidar y de su cuidador, en una base de conocimiento y formación, incluso cuando la familia cuida en el hogar. En este sentido y conocedores del déficit de formación que las personas que cuidan pueden tener, desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, hemos puesto en marcha planes de formación para las personas que cuidan en el hogar, tanto de forma altruista (familiares), como profesionalmente. Así, uno de estos planes ha sido llevado a cabo desde nuestra Sociedad con la Comunidad de Madrid para hacer llegar a más de siete mil personas cuidadoras los rudimentos de los conocimientos para el cuidado en el domicilio. Actualmente trabajamos, desde nuestra plataforma de formación on line, con dos nuevos cursos, destinados a familias y profesionales tanto del cuidado en domicilio como en instituciones. Estas y otras muchas actividades pueden ser consultadas en nuestra página web.
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