La I+D+i, ante una nueva encrucijada

El próximo Gobierno lidiará con una lenta recuperación presupuestaria aún insuficiente para recuperar lo perdido. El Ejecutivo en funciones defiende mejoras en personal, la principal preocupación de la comunidad investigadora.

José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 09/05/2016 00:00

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Carmen Vela, secretaria de estado de I+D+i (Seidi) en funciones. (DM)

¿Luz al final del túnel, o linterna que apenas ilumina? La lenta y progresiva recuperación presupuestaria que la I+D+i emprendió en 2014, tras tocar fondo el año anterior, se mira con cierto optimismo, pero también con recelo: las mejoras no sirven para recuperar todo lo perdido.

Además, el personal ha sustituido a los fondos como principal preocupación del sistema. La crisis, unida a una tradicional falta de confianza política, deja a una I+D+i tocada a las puertas de una nueva legislatura que se prevé clave para su futuro a corto y medio plazo.

La Secretaría de Estado de I+D+i ve "el germen de una nueva carrera científica no funcionarial, cuya continuidad quedará condicionada al logro de resultados"

Promesas y escepticismo
Promesas no faltan, más aún en periodo electoral. Para las elecciones de diciembre de 2015, todos los partidos auguraban mejoras en financiación, gestión y formación,promesas que se mantendrán de cara a los nuevos comicios del 26 de junio. El sector escucha tan expectante como receloso los clásicos cantos de sirena de los partidos.

La Secretaría de Estado de I+D+i (Seidi) en funciones, liderada por Carmen Vela, ha puesto sobre la mesa para DM lo que considera sus principales logros en la pasada legislatura, y ha añadido los deberes que quedan pendientes.

Además de la recuperación presupuestaria de los tres últimos años, la tasa de reposición del personal investigador es su principal baza para intentar ver el vaso medio lleno: "Este año vuelve a ser del cien por cien, tras haber estado por encima del resto de colectivos durante toda la legislatura. En 2012 fue del 10 por ciento, cuando para el resto de la Administración fue nula, y el año pasado los científicos fueron el único colectivo con un cien por cien".

Se ha cuidado especialmente, según la Seidi, a los investigadores Ramón y Cajal: "Durante la legislatura, 112 de estos doctores han obtenido plaza permanente. Se ha autorizado la contratación de 75 investigadores como personal laboral fijo y desde 2013 las instituciones que los contraten permanentemente contarán con un incentivo de 100.000 euros".

Esta política sobre los Cajales sería "el germen de una nueva carrera científica no funcionarial, cuya continuidad queda condicionada al logro de resultados".

Modelo funcionarial
Con este modelo, aún en ciernes, se busca paliar una de las principales críticas al modelo público de I+D+I: su tinte burocrático y funcionarial, algo de lo que el CSIC lleva años quejándose. Su esperado contrato de gestión debería permitirle una mayor flexibilidad, pero, pese a las promesas, aún no ha cristalizado.

El CSIC ha sido protagonista. El Gobierno se vio obligado a aprobar cuatro suplementos de crédito, por valor de 364,6 millones, "para garantizar la continuidad de las convocatorias de proyectos y sanear el Consejo".

El CSIC pasó una primera mitad de legislatura crítica, en la que llegó a hablarse de corralito, de posible desaparición de centros y de quiebra financiera. Varios rescates del Gobierno solucionaron la papeleta, pero el CSIC quedó tocado y necesitado de una apuesta económica renovada y de una nueva política de gestión y personal, que espera lograr en la próxima legislatura.

Racionalidad y eficiencia son dos de las palabras más utilizadas. Para "unificar las políticas estatales y regionales, evitar dispersión de esfuerzos y eliminar duplicidades", en la pasada legislatura se creó el Consejo Asesor de Ciencia, Tecnología e Innovación, constituido por científicos e integrado por 10 ministerios y las comunidades autónomas.

'H2020' y la Agencia
La integración de la estrategia española de I+D+i con la europea es uno de los logros más significativos, que ha beneficiado especialmente a la biomedicina: los retornos económicos de la participación en el programa europeo Horizonte 2020 casi se han duplicado en los últimos dos años.

La creación de la Agencia Estatal de Investigación, prometida en la Ley de Ciencia de 2011 y retrasada hasta finales del año pasado, es otro de los logros de la legislatura, aunque ha quedado empañado por su aprobación a última hora, con un Gobierno en funciones y en plena precampaña electoral. No empezará a funcionar hasta 2017, y cabe la posibilidad de que un nuevo Gobierno quiera retocar el proyecto.

Por último, la Seidi destaca el impulso que se está dando a la inversión en I+D+i empresarial, con el objetivo de que ésta represente al menos dos tercios de la total.