Infecciosas pide al CI del miércoles que aborde la creación de su especialidad

Infecciosas quiere que los consejeros de Sanidad aprovechen la reunión del Interterritorial del miércoles para abordar la creación de la especialidad que reclaman desde hace años. 600 infectólogos que ejercen en el SNS sin una especialidad reconocida esperan esa decisión.

Francisco Goiri. Madrid | 19/06/2017 09:26

José Miguel Cisneros, presidente de la Sociedad Española de Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). (DM)

Miles de ojos están pendientes de la reunión que el Consejo Interterritorial (CI) del Sistema Nacional de Salud (SNS) celebra el miércoles en Madrid. Cientos de esos miles, concretamente los de los 600 infectólogos que ejercen en el SNS, esperan que las 17 autonomías aprovechen un punto del orden del día (el relativo al decreto de troncalidad) para dar curso a una petición tan antigua como ignorada por las sucesivas administraciones: el reconocimiento de la especialidad de Enfermedades Infecciosas.

Uno de esos infectólogos, José Miguel Cisneros, asumió la semana pasada la presidencia de una sociedad dual, la de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y, con el cargo, heredó el doble frente que sus 3.500 socios tienen abierto desde hace años: los infectólogos, la reclamación de su especialidad, y los microbiólogos (que ya la tienen reconocida), la exigencia de que no la conviertan en una especialidad troncal. La troncalidad sólo otorgaba a Infecciosas la categoría de área de capacitación (ACE) y ubicaba a Microbiología en el tronco de Laboratorio.

El primer argumento de Cisneros en favor de la especialidad de Infecciosas es muy reciente (del pasado mayo) y muy relevante, por el cargo de la persona a quien se lo atribuye: Carlos Moreno, director de Ordenación Profesional de Sanidad y uno de los artífices de la troncalidad.

"En el congreso nacional de la Seimc de mayo, y a una pregunta expresa por mi parte, Moreno reconoció abiertamente que Infecciosas cumplía todos los criterios técnicos precisos para ser considerada una especialidad completa, pero matizó que la decisión última sobre su aprobación compete al Consejo Interterritorial". En suma, una "decisión meramente política", que explica el interés de esos 600 pares de ojos en la reunión de este miércoles.

"Hablamos de 600 infectólogos sin papeles que trabajan desde hace años en más de un centenar de servicios, unidades de sección y unidades clínicas distribuidas en las 17 autonomías". La mera existencia de esa red asistencial en el SNS, con plantillas y carteras de servicios específicas, es, según Cisneros, el "reconocimiento explícito de las comunidades autónomas de la necesidad administrativa de la especialidad. A falta de respuesta oficial, los consejeros se han adelantado a la regulación formativa que pedimos". Y éste es el segundo argumento de Cisneros.

Razones políticas

Pero aunque la decisión dependiera sólo de criterios políticos (casi un anatema para Cisneros), al presidente de la Seimc le sobran argumentos. "Existen hasta 4 proposiciones no de ley (PNL) de sendos partidos políticos, dos de ellos con responsabilidades de gobierno a nivel nacional, pidiendo la creación de la especialidad: en 2010, una del PP, aprobada por mayoría en el Parlamento; otra de CiU en 2012; una tercera de Ciudadanos en 2016, y la cuarta, en febrero de este mismo año, defendida por el PSOE. Los argumentos de cualquiera de ellas, matiz arriba o abajo, los suscribiría hoy mismo la Seimc".

Y más allá de nuestras fronteras, también hay razones administrativas: 23 de los 28 países de la UE reconocen la especialidad de Infecciosas; la directiva comunitaria de 2005 (que España traspuso al ordenamiento español en el Real Decreto 1837, de 2008) reconoce expresamente a Enfermedades Infecciosas (y a Urgencias y Emergencias y Psiquiatría Infanto-Juvenil) como especialidades, y la UEMS y la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Escmid) escribieron en 2012 una carta al Ministerio de Sanidad español reclamando la especialidad y "alertando de su necesidad".

Desbrozadas las razones políticas y administrativas, Cisneros llega a los argumentos estrictamente científicos; según él, "los más importantes y los que más deberían tenerse en cuenta". Los infectólogos "reducen la mortalidad de los pacientes con infecciones graves y/o complejas y, junto con los microbiólogos clínicos, son claves en el diagnóstico y tratamiento de las crisis sanitarias causadas por patógenos como el VIH, la gripe aviar, la hepatitis C o el virus Ébola".

Nivel científico

Cisneros cree que únicamente esas razones "hacen innecesario cualquier otro argumento". Pero aún hay más: "El extraordinario nivel científico, a la vanguardia de Europa y del mundo, de los infectólogos y microbiólogos españoles". De los 124 países reunidos en Viena en el último Congreso de la Esmic, España fue el segundo del mundo en volumen de comunicaciones científicas, y "el último estudio bibliométrico sitúa a España en cuarto lugar del mundo en artículos científicos de Infecciosas en revistas indexadas, y en sexto en Microbiología".

Cisneros aporta una última reflexión que tampoco parece baladí: "El cien por cien de esos 600 infectólogos ejercen en la sanidad pública y siempre han estado en primera línea en todas esas graves crisis sanitarias. Lo hacemos de forma callada, sin alharacas y con plena convicción. No obstante, algunos políticos parecen pensar que como siempre hemos estado ahí, sin especialidad y sin protestar, para qué vamos a cambiar las cosas".