"La innovación construirá el mundo posterior a la crisis"

Tras la tempestad llega la calma, y tras la crisis, la estabilidad. Pero entre una y otra es necesario un punto de inflexión que marque un cambio social; en el ámbito sanitario, este cambio dependerá de la importancia que se dé a la innovación, según Bernat Soria.

Rosalía Sierra | 19/10/2011 00:00

Bernat Soria durante su conferencia en el Instituto de Empresa, ayer. (José Luis Pindado)

La Historia se compone de ciclos que se repiten una y otra vez: descubrimientos, revoluciones tecnológicas, grandes cambios sociales y una crisis que se cierra poniendo el punto de partida para un nuevo cambio. Huelga decir en qué fase estamos; lo que falta saber ahora es qué llegará después. O lo que es lo mismo, "es hora de construir el mundo que habrá después de la crisis, y la innovación será la encargada de hacerlo", afirmó ayer Bernat Soria, investigador y ex ministro de Sanidad, durante el XVI Foro de la Industria Farmacéutica, organizado por IMS y el Instituto de Empresa.

Dentro del ámbito sanitario, Soria afirmó rotundo que "lo que no podemos pensar es que todo va a seguir igual; las empresas no pueden mantener el mismo modelo escudándose en que siempre se ha hecho así, algo que por otra parte no es cierto, porque hace pocas décadas el modelo actual de big pharma no existía".

Es preciso contar con una estructura firme que traslade las ideas innovadoras a la sociedad para generar verdaderos cambios en la vida diaria

Y esas pocas décadas serán lo que haya durado, puesto que, a su juicio, ese sistema está agotado. Llega el momento de "diversificar el mercado, buscar muchos pequeños nichos en lugar de uno grande, y considerar que los nuevos fármacos quizá no vengan de la química, sino de las células". Ante esto, es preciso primar la libertad de investigación, de modo que "sea posible probar todas las opciones que haya hasta encontrar la solución. Y no hablo de células madre, sino de vencer las resistencias al cambio que la innovación genera".

Sin embargo, "la innovación es condición necesaria, pero no suficiente". Para muestra, un ejemplo: "En 1986, algunos indicadores de salud -como esperanza de vida y mortalidad evitable- en España y Estados Unidos eran similares; 25 años después, nosotros estamos mucho mejor que uno de los países más innovadores del mundo". ¿Qué ha marcado la diferencia? Soria lo tiene claro: "El Sistema Nacional de Salud. No tenemos centros que superen en calidad al Johns Hopkins o a la Clínica Mayo, pero los nuestros están integrados dentro de un sistema".

Estructura firme
Esto demuestra que "para que la innovación genere un verdadero cambio social es necesaria una estructura firme que ayude a trasladar las ideas geniales a la vida".

Además, un SNS "es más que sanidad, dado que implica salud laboral, lo que puede motivar a empresas extranjeras para instalarse aquí; es un plus añadido para el turismo, nuestra principal fuente de ingresos; es despreocupación económica en ese sentido para la población, y es una fuente de trabajo de calidad no deslocalizable. Además, debería garantizarse como un cliente estable para los proveedores, porque lo que necesita la industria, sobre todo ahora, es poder planificar sus inversiones a medio y largo plazo", concluyó Soria.

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