"La troncalidad limita la formación en Anestesia"

Fernando Gilsanz inicia un segundo mandato consecutivo al frente de la Sedar dispuesto a contribuir en la lucha que mantiene Anestesiología para lograr que su futura formación posgraduada dure al menos cinco años.

F. Goiri | 26/10/2011 00:00

Cuatro años después de asumir la Presidencia de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (Sedar), Fernando Gilsanz ha sido reelegido para un segundo mandato que, inevitablemente, vendrá marcado por el nuevo contexto de la reforma posgraduada. Precisamente, el papel que el controvertido proyecto de troncalidad reserva a su especialidad es una de las preocupaciones más candentes en el seno de la sociedad.

Encuadrada en el tronco médico, Anestesia tendrá cuatro años de formación MIR, lo que automáticamente la sitúa en el pelotón de las descontentas. "La especialidad de 4 años sólo existe en España y en otros tres países europeos. En el resto, el posgrado dura 5 y, en ocasiones, hasta 6 ó 7 años, y todos los expertos internacionales en Anestesiología coinciden en que 5 años es el periodo mínimo imprescindible para cubrir todas las expectativas docentes de los MIR y adquirir las competencias necesarias". Gilsanz, catedrático de su rama en la Universidad Autónoma de Madrid, sentencia que la troncalidad "limita claramente la formación, y aunque el fondo de la idea es bueno, la preparación específica de muchos futuros especialistas es claramente insuficiente".

Las disonancias que el diseño del futuro posgrado está provocando en el ámbito profesional son, según Gilsanz, un reflejo evidente de que "el poder político y las directrices económicas -tan importantes en el contexto actual- priman sobre los criterios clínicos, que deberían regir una decisión tan trascendente como la configuración de la troncalidad".

¿Cuántos hay?
A esos mismos políticos se refiere el jefe del servicio de Anestesiología del Hospital Universitario La Paz cuando dice que "se les debería caer la cara de vergüenza por no haber hecho el registro de profesionales".

La ausencia de esta herramienta fundamental impide, entre otras cosas, "algo tan elemental como saber exactamente el número de anestesistas que tenemos. Siempre se ha dicho que somos deficitarios, pero más bien es una especialidad mal distribuida".

Gilsanz también aspira a que la Sedar, que actualmente agrupa a unos 3.500 socios, profundice en la elaboración de sus guías clínicas "para ayudar a los profesionales y contribuir a la seguridad de los pacientes".

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