La FADSP incide en las "múltiples caras de la estrategia para privatizar la Sanidad”
Madrid (21/12/2013-07/01/2014) - Redacción
Junto a las diversas fórmulas a utilizar con un fin privatizador en hospitales y Atención Primaria, la organización define como "una perversión de la gestión" la utilización de la gestión clínica
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha incidido en los "momentos críticos" que vive ésta y la seria apuesta que, a su juicio, están realizando "el gobierno del PP a nivel central, y muchos gobiernos autonómicos" por "los recortes, el deterioro y la privatización de la Sanidad Pública". La FADSP explica que esta "estrategia privatizadora" está adoptando multitud de concreciones prácticas, "que en muchos casos pueden pasar desapercibidas por lo que es necesario evidenciarlas".
Así, por medio de un documento, la organización pretende "desvelar sólo las más significativas, pero hay que ser conscientes de que los privatizadores utilizaran todo tipo de argucias y maquillajes para avanzar en sus objetivos".
Según la FADSP, las estrategias de privatización sanitaria pasan en primer lugar por "la fusión de empresas tecnológicas, laboratorios farmacéuticos, multinacionales de servicios sanitarios, consultoras, bancos y fondos de capital riesgo que están adquiriendo centros, servicios y parcelas enteras del sistema sanitario con el apoyo y complicidad de los responsables políticos".
También, por "fórmulas utilizadas en hospitales: PFI, concesiones, consorcios... que dejan en manos de empresas privadas la construcción, los servicios denominados como 'no sanitarios' y a veces todo el hospital, o permiten la presencia de capital privado en los centros, encareciendo los costes, disminuyendo significativamente el personal y cambiando la lógica de la atención sanitaria por la lógica del mercado y la rentabilidad económica".
En tercer lugar, la FASDP se refiere a "fórmulas utilizadas en AP: EBAs que son 'miniempresas' formadas por algunos profesionales sanitarios a las que se les concede la atención sanitaria de una zona básica de salud (existen en Cataluña y quieren desarrollarlas en Madrid), inclusión de la AP en las concesiones administrativas de áreas sanitarias (en Valencia: Alzira, Denia, Torrevieja,...)".
Y además en "planes de choque de listas de espera derivando sistemáticamente enfermos con patologías rentables a los centros privados, ahí suelen jugar un papel sustancial los centros de llamadas en manos de empresas privadas que se encargan de manipular y/o sesgar la información a favor de los centros privados", señala la organización.
En quinto lugar alude la FADSP a "las 'externalizaciones' de prestaciones: pruebas diagnosticas y tratamientos, derivando hacia centros privados, en muchos casos desde los propios centros públicos a los enfermos para determinadas actuaciones sanitarias".
La gestión clínica
La organización analiza con detenimiento "la utilización de la llamada Gestión Clínica (basada en la coordinación de los diferentes recursos que intervienen en los procesos asistenciales, con implicación de los profesionales y utilización de instrumentos que garanticen la racionalidad científicamente comprobada de las decisiones), para fragmentar los centros y niveles en empresas con personalidad jurídica, presupuesto propio, capacidad de comprar y vender sus servicios y lucrase de ello en un marco de competencia cambiando el Estatuto del Personal por el laboral de la libre empresa", señala.
Para la FADSP, "esta perversión de la gestión supondrá también una oportunidad para seleccionar las parcelas más atractivas del sistema y para influenciar las estrategias de las mismas (como, por ejemplo, generalizar los cribados poblacionales que necesitan importantes y costosos recursos tecnológicos en detrimento de las estrategias comunitarias basadas en la promoción, la prevención y la Atención Primaria). Algunas de estas estrategias ya están siendo promovidas desde algunas asociaciones profesionales (presuntamente científicas)", añade.
En séptimo lugar, la organización se refiere al "desarrollo acelerado de la informatización del sistema (plataformas informáticas, historia clínica electrónica), que está siendo asignada a empresas multinacionales relacionadas con los seguros, laboratorios, industria de tecnologías sanitarias, bancos, fondos de inversión y consultoras, etc., que además de enormes beneficios económicos tendrán acceso a la información de salud de todos los ciudadanos para organizar impunemente sus estrategias para apoderarse del conjunto del sistema sanitario público".
Y en octavo y último, a "la cesión al sector privado de los servicios estratégicos del sistema como la planificación, información, acreditación de servicios, adquisición y evaluación de los recursos tecnológicos, investigación, docencia, es decir toda la inteligencia del sistema. Esta política además de incrementar de manera dramática el gasto sanitario y proporcionar una enorme oportunidad de negocio al sector privado, está poniendo en manos privadas la información más sensible del sistema y de los ciudadanos", sostiene.
En resumen, la FADSP señala que todos estos mecanismos "funcionan de manera complementaria y sólo tienen como finalidad: fragmentar, deteriorar y desmantelar la Sanidad Pública, favorecer el crecimiento de negocio del sector privado, aunque sea con elevados sobrecostes. Y después permitir un cambio del modelo sanitario en el que las personas con más recursos reciban la asistencia sanitaria del sector privado según su capacidad de pago directo o las coberturas de su seguro privado, los trabajadores continúen con la asistencia sanitaria a cargo de una seguridad social, recortada y deteriorada, y el resto de la población quede en manos de la beneficencia".
"Si lo consiguieran se trataría de un retroceso de 40 años en nuestro sistema sanitario que produciría un notable empeoramiento en el nivel de salud de la población. Está en nuestra mano evitarlo", concluye.
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