Los casos de sarampión se triplican en Estados Unidos
El país registra 175 casos este 2013, la cifra más alta en una década. Los expertos alertan de que la enfermedad es un riesgo
Carolina García Washington6 DIC 2013 - 19:25 CET
A pesar de que el sarampión está virtualmente erradicado en Estados Unidos, hay ocasiones en las que los brotes regresan de forma agresiva y este 2013 es una de ellas; un año en el que el país se está enfrentando al mayor número de casos en una década.
"Exactamente, los infectados se han triplicado, mostrando la agresividad del sarampión medio siglo después del descubrimiento de la vacuna", según anunció ayer jueves el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de EE UU (CDC, por sus siglas en inglés). "De momento, se han contabilizado 175 afectados, cuando el promedio anual es de 60. Desde principios de 2013, ha habido nueve brotes. Tres han sido muy importantes en los Estados de Nueva York, Carolina del Norte y Texas. 20 personas han sido hospitalizadas", siguió el CDC.
"Un brote de esta enfermedad en cualquier lugar del mundo es un riesgo. Esta situación es un recordatorio de que las infecciones mortales nos están poniendo a prueba cada día", explicó el director del CDC, Tom Frieden. "La enfermedad es muy contagiosa, pero la vacuna es muy efectiva", añadió Frieden.
El sarampión fue erradicado en EE UU en el año 2000 aunque reapareció en 2011, continúan los expertos. “Y al igual que ocurrió ese año, este 2013 la mayoría de casos se han producido por contagio con gente que ha viajado a otros países -sobre todo europeos- y no estaban vacunados. Esta situación se produjo en 172 casos de los 175 reportados", prosiguieron desde el CDC. “No sabemos lo que sucedió en los otros tres casos".
A principios de este año, el organismo federal vinculó 58 personas infectadas en Brooklyn con un joven de 17 años que había viajado a Londres. Otros 23, sucedidos en Carolina del Norte, fueron relacionados con un hombre que había pasado tres meses en la India. La última vez que murió alguien por esta enfermedad en la nación fue en 2003, continuó el CDC.
El sarampión es una enfermedad infecciosa que afecta al sistema respiratorio, la piel y otros órganos. Se caracteriza por fiebre, erupciones cutáneas, inflamación de las glándulas y, especialmente en los adultos, por dolores en las articulaciones. El contagio se produce de persona a persona mediante el aliento, la tos o los estornudos y puede darse antes de que el infectado presente algún tipo de indicio de la enfermedad.
El CDC recomienda vacunar a los niños a partir de los 12 meses de edad y cada año, de promedio, cuatro millones de menores de 15 años son inmunizados en EE UU. Antes de la implantación del programa de vacunas contra el sarampión en 1963, fallecían por esta causa de 450 a 500 estadounidenses anualmente; 48.000 eran hospitalizados y unos 1.000 sufrían secuelas como daño cerebral o sordera, entre otras.
Desde el año 2001, el CDC y otras agencias sanitarias a nivel mundial han vacunado a 1.100 millones de niños en todo el planeta, “unos esfuerzos que han podido prevenir la muerte de hasta 10.000 millones de menores”, continuó el organismo. “Debemos seguir trabajando porque, a pesar del progreso que hemos hecho en los últimos años, todavía, hoy uno de cada cinco países no tiene los recursos para luchar contra el sarampión”, concluyeron desde el organismo sanitario.
A nivel mundial, cada año, mueren por esta enfermedad 158.000 personas y, cada día, 430 niños del planeta padecen por esta causa, según un estudio elaborado por Mark Papania, médico del CDC, y publicado en la revista JAMA Pediatrics.
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