El elevado número de casos de VIH no diagnosticados dificulta un mejor control de la infección
Madrid (30-02/12/2013) - Redacción
• La infección por relaciones sexuales continúa predominando por encima del consumo de drogas por vía intravenosa y la transmisión madre-hijo
• Seguir reforzando el diagnóstico precoz, facilitar el acceso a los tratamientos y disponer de una vacuna eficaz serán las claves para controlar la infección
• La Real Academia Nacional de Medicina, la de Farmacia y la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales han organizado, con la colaboración de Janssen, una sesión científica dedicada al VIH/SIDA en el marco del Día Mundial de esta enfermedad
A pesar de los avances registrados en los últimos años, el elevado número de casos de VIH no diagnosticados dificulta un mejor control de la infección. A lo que hay que unir que España en uno de cada diez casos nuevos de VIH se desconoce cuál ha sido la vía de transmisión. "Las vías apenas han variado: lo más frecuente es adquirir la infección por relaciones sexuales no protegidas (homosexuales, 53,6 por ciento; heterosexuales, 30,6 por ciento), seguida del consumo de drogas por vía intravenosa (5,4 por ciento) y la transmisión madre-hijo", ha explicado la profesora Carmen Maroto, Académica de Número de la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), institución que junto con la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) y la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC), han organizado, con la colaboración de Janssen, por primera vez de forma conjunta una sesión científica extraordinaria dedicada al VIH/SIDA en el marco de la conmemoración del Día Mundial del SIDA. Los últimos datos oficiales publicados por el Ministerio de Sanidad indican que en nuestro país se registraron en el año 2011 un total de 2.292 infectados nuevos con un mayor número de hombres (1.927) que de mujeres (364).
El VIH continúa siendo una pandemia de difícil control, pese a los recursos invertidos y la efectividad del arsenal terapéutico que ha permitido cronificar la infección.
La jornada celebrada en la RANM ha supuesto un repaso a la situación analizando el momento actual y hacia dónde se dirigen los esfuerzos en marcha. Han pasado más de tres décadas de la aparición de los primeros casos. En la actualidad, el VIH/SIDA afecta a cerca de 33 millones de personas en todo el mundo y ha costado la vida a 25 millones. Reforzar el diagnóstico precoz, favorecer el acceso a los tratamientos antirretrovirales y la disponibilidad de una vacuna efectiva serán claves en su prevención. "Desde la década de los años ochenta, el avance en el conocimiento de la infección y el desarrollo de terapias ha seguido un camino vertiginoso. Pero, aun así, sigue existiendo un elevado número de infectados", señala la profesora Maroto.
El SIDA se considera una enfermedad prioritaria por su rápida difusión, la variada patología que puede producir y por el enorme gasto que conlleva tanto su diagnóstico como tratamiento. Una de las grandes barreras para controlar la infección es la diversificación del virus. Como explica el profesor Esteban Domingo, Académico de Número de la RAC, "la capacidad de mutación del VIH hace muy difícil la preparación de vacunas eficaces, ya que la respuesta inmune inducida por antígenos virales no alcanza a proteger frente a la cantidad de variantes que circulan y que se producen continuamente cuando el virus se multiplica". Una barrera que es más evidente en aquellos lugares donde la incidencia es muy elevada. "Aunque en España se han descrito formas mutantes y recombinantes del virus, es en África donde realmente la diversificación de la enfermedad es más notable y, por tanto, su control más complejo", aclara el profesor Domingo.
A pesar de las campañas de concienciación sobre las conductas de riesgo y los beneficios de la prueba del VIH, lo cierto es que aún se producen muchos diagnósticos cuando la infección se encuentra en una fase avanzada. "Esta situación suele traducirse en mayores dificultades para obtener buenos resultados terapéuticos, en una mayor morbimortalidad y en una peor calidad de vida", afirma la profesora Maroto. En palabras de esta experta, "es necesario controlar ese número invisible de infectados y poder hacer diagnósticos tempranos con la finalidad de que, a partir de ellos, no existan nuevos casos. El reto, en este caso, es desarrollar nuevas técnicas ultrasensibles para mejorar el diagnóstico y ofrecer a los médicos datos seguros sobre el estadio real en que se encuentran sus pacientes".
Aparte de todo ello, el profesor Esteban Domingo recuerda que, junto a estas dificultades para controlar la infección y erradicar al virus causante, "confluyen también factores socioeconómicos derivados de las desigualdades actualmente existentes en el mundo".
Entre los años 1986 y 1996 la enfermedad alcanzó su pico de mortalidad. "La incidencia y mortalidad eran tan altas que llamaron la atención de las autoridades sanitarias y sociales de todo el mundo. De hecho, no existe ninguna enfermedad a la que se le haya asignado un presupuesto más elevado para su estudio", comenta la profesora Maroto. Se han desarrollado tratamientos cada vez más eficaces que han permitido no sólo ampliar la esperanza de vida sino facilitar un consumo que es, hoy por hoy, para toda la vida. "Si hace unos años los pacientes tenían que tomar un elevado número de pastillas al día, la llegada de los fármacos con dosis única ha mejorado no sólo la adherencia sino también la eficiencia del tratamiento", añade la especialista de la RANM.
Ante estos logros, las Academias han querido subrayar el importante esfuerzo investigador que se ha llevado a cabo. "Nunca se han escatimado recursos económicos y científicos. Prueba de ello es el descubrimiento del virus responsable, la aportación de las técnicas más sencillas para su diagnóstico y de las más complejas de biología molecular para su control, incluyendo además la cantidad de estudios epidemiológicos que se han realizado. En este momento, en diferentes lugares del mundo se investiga para encontrar una vacuna, de la cual se empieza a vislumbrar un futuro más o menos inmediato", augura la profesora Maroto.
En este sentido, el profesor Mariano Esteban, Académico de Número de la RANF, comenta que, a pesar de los fracasos, "los resultados del único ensayo clínico profiláctico en fase III con 16.000 voluntarios en Tailandia, el cual ha demostrado una eficacia limitada (31,2 por ciento) de control del VIH, ha servido para acrecentar el esfuerzo investigador en la consecución de una vacuna más eficaz". Varios países, entre los que está España, están desarrollando nuevos prototipos vacunales. De hecho, ya se han llevado a cabo ensayos clínicos fase I, en España y en el extranjero, con buen comportamiento inmunogénico. Por tanto, "la esperanza de controlar la infección en pacientes infectados y poder eliminar los reservorios virales se presenta como una opción posible combinando los medicamentos antirretrovirales con vacunación. En cualquier caso, aún queda un tiempo para poder disponer de una vacuna que pueda controlar eficazmente la infección por VIH", concluye este experto.
El VIH continúa siendo una pandemia de difícil control, pese a los recursos invertidos y la efectividad del arsenal terapéutico que ha permitido cronificar la infección.
La jornada celebrada en la RANM ha supuesto un repaso a la situación analizando el momento actual y hacia dónde se dirigen los esfuerzos en marcha. Han pasado más de tres décadas de la aparición de los primeros casos. En la actualidad, el VIH/SIDA afecta a cerca de 33 millones de personas en todo el mundo y ha costado la vida a 25 millones. Reforzar el diagnóstico precoz, favorecer el acceso a los tratamientos antirretrovirales y la disponibilidad de una vacuna efectiva serán claves en su prevención. "Desde la década de los años ochenta, el avance en el conocimiento de la infección y el desarrollo de terapias ha seguido un camino vertiginoso. Pero, aun así, sigue existiendo un elevado número de infectados", señala la profesora Maroto.
El SIDA se considera una enfermedad prioritaria por su rápida difusión, la variada patología que puede producir y por el enorme gasto que conlleva tanto su diagnóstico como tratamiento. Una de las grandes barreras para controlar la infección es la diversificación del virus. Como explica el profesor Esteban Domingo, Académico de Número de la RAC, "la capacidad de mutación del VIH hace muy difícil la preparación de vacunas eficaces, ya que la respuesta inmune inducida por antígenos virales no alcanza a proteger frente a la cantidad de variantes que circulan y que se producen continuamente cuando el virus se multiplica". Una barrera que es más evidente en aquellos lugares donde la incidencia es muy elevada. "Aunque en España se han descrito formas mutantes y recombinantes del virus, es en África donde realmente la diversificación de la enfermedad es más notable y, por tanto, su control más complejo", aclara el profesor Domingo.
A pesar de las campañas de concienciación sobre las conductas de riesgo y los beneficios de la prueba del VIH, lo cierto es que aún se producen muchos diagnósticos cuando la infección se encuentra en una fase avanzada. "Esta situación suele traducirse en mayores dificultades para obtener buenos resultados terapéuticos, en una mayor morbimortalidad y en una peor calidad de vida", afirma la profesora Maroto. En palabras de esta experta, "es necesario controlar ese número invisible de infectados y poder hacer diagnósticos tempranos con la finalidad de que, a partir de ellos, no existan nuevos casos. El reto, en este caso, es desarrollar nuevas técnicas ultrasensibles para mejorar el diagnóstico y ofrecer a los médicos datos seguros sobre el estadio real en que se encuentran sus pacientes".
Aparte de todo ello, el profesor Esteban Domingo recuerda que, junto a estas dificultades para controlar la infección y erradicar al virus causante, "confluyen también factores socioeconómicos derivados de las desigualdades actualmente existentes en el mundo".
Entre los años 1986 y 1996 la enfermedad alcanzó su pico de mortalidad. "La incidencia y mortalidad eran tan altas que llamaron la atención de las autoridades sanitarias y sociales de todo el mundo. De hecho, no existe ninguna enfermedad a la que se le haya asignado un presupuesto más elevado para su estudio", comenta la profesora Maroto. Se han desarrollado tratamientos cada vez más eficaces que han permitido no sólo ampliar la esperanza de vida sino facilitar un consumo que es, hoy por hoy, para toda la vida. "Si hace unos años los pacientes tenían que tomar un elevado número de pastillas al día, la llegada de los fármacos con dosis única ha mejorado no sólo la adherencia sino también la eficiencia del tratamiento", añade la especialista de la RANM.
Ante estos logros, las Academias han querido subrayar el importante esfuerzo investigador que se ha llevado a cabo. "Nunca se han escatimado recursos económicos y científicos. Prueba de ello es el descubrimiento del virus responsable, la aportación de las técnicas más sencillas para su diagnóstico y de las más complejas de biología molecular para su control, incluyendo además la cantidad de estudios epidemiológicos que se han realizado. En este momento, en diferentes lugares del mundo se investiga para encontrar una vacuna, de la cual se empieza a vislumbrar un futuro más o menos inmediato", augura la profesora Maroto.
En este sentido, el profesor Mariano Esteban, Académico de Número de la RANF, comenta que, a pesar de los fracasos, "los resultados del único ensayo clínico profiláctico en fase III con 16.000 voluntarios en Tailandia, el cual ha demostrado una eficacia limitada (31,2 por ciento) de control del VIH, ha servido para acrecentar el esfuerzo investigador en la consecución de una vacuna más eficaz". Varios países, entre los que está España, están desarrollando nuevos prototipos vacunales. De hecho, ya se han llevado a cabo ensayos clínicos fase I, en España y en el extranjero, con buen comportamiento inmunogénico. Por tanto, "la esperanza de controlar la infección en pacientes infectados y poder eliminar los reservorios virales se presenta como una opción posible combinando los medicamentos antirretrovirales con vacunación. En cualquier caso, aún queda un tiempo para poder disponer de una vacuna que pueda controlar eficazmente la infección por VIH", concluye este experto.
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