BEATIFICACIÓN DE ÁLVARO DEL PORTILLO
Ciencia y amistad, binomio para una Medicina humana de calidad
Jesús Prieto, catedrático de Patología Médica de la Universidad de Navarra, considera que la empatía entre colegas precede a la sana relación entre médico y pacientes.
Álvaro Sánchez León. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 18/09/2014 00:00
El Centro de Cuidados Laguna, de Madrid, se ha sumado a los actos previos a la beatificación de Álvaro del Portillo, que subirá a los altares el sábado 27 de septiembre, con unas jornadas sobre Los Cuidados Paliativos y la humanización de la Medicina. El centro, de hecho, nació bajo la inspiración de Álvaro del Portillo.
En la primera sesión de este encuentro ha participado Jesús Prieto, catedrático de Patología Médica de la Universidad de Navarra y médico personal del futuro beato madrileño. Entre sus recuerdos de la atención en la consulta a Álvaro del Portillo, ha destacado que le conoció en enero de 1985, "cuando ingresó en la Clínica Universidad de Navarra aquejado de una severa hipertensión arterial. Presentaba además insuficiencia cardiaca e insuficiencia renal, ambas dolencias de difícil manejo terapéutico. Era un paciente con una importante pluripatología que siempre llevó su enfermedad con gran serenidad y alegría. Era un hombre recio, sacrificado y muy dócil a los consejos del médico. En mí dejó la huella de un maravilloso ejemplo de aceptación gustosa y llena de paz interior de la voluntad de Dios".
- Álvaro del Portillo aconsejó a los médicos de la CUN mejorar su formación profesional de forma continua y trabajar siempre en equipo para complementarse
Prieto ha subrayado también el impacto que le produjo en esos años "su preocupación por los enfermos. Cuando venía a la Clínica Universidad de Navarra siempre sacaba tiempo para ir a visitar a los pacientes ingresados, deteniéndose particularmente en la planta de Pediatría. Nos transmitía a todos los médicos que le cuidábamos una visión muy sobrenatural y esperanzada de la enfermedad".
Sin personalismos
Prieto también recuerda consejos profesionales ofrecidos por Álvaro del Portillo: "En sus visitas, nos sugirió dos consejos muy claros. En primer lugar, nos recordó la necesidad de mejorar continuamente nuestra preparación profesional. Además, nos animó a hacer nuestro trabajo en equipo, complementándonos unos a otros y huyendo de personalismos. Estos fueron los dos mensajes principales que nos quiso transmitir a todo el conjunto del personal sanitario de la Clínica Universidad de Navarra, consejos que son válidos también para los profesionales sanitarios de cualquier parte del mundo".
Prieto también recuerda consejos profesionales ofrecidos por Álvaro del Portillo: "En sus visitas, nos sugirió dos consejos muy claros. En primer lugar, nos recordó la necesidad de mejorar continuamente nuestra preparación profesional. Además, nos animó a hacer nuestro trabajo en equipo, complementándonos unos a otros y huyendo de personalismos. Estos fueron los dos mensajes principales que nos quiso transmitir a todo el conjunto del personal sanitario de la Clínica Universidad de Navarra, consejos que son válidos también para los profesionales sanitarios de cualquier parte del mundo".
Prieto ha aprovechado la ocasión para subrayar la importancia del permanente avance en la humanización de la asistencia sanitaria. Entre otras cuestiones, ha señalado que "hay quien piensa que el médico debe prestar al paciente una escueta atención técnica impregnada de una objetividad científica que excluya los componentes afectivos. Otros consideran que la Medicina, en su dimensión plena, es una combinación de ciencia con caridad y que el médico tiene que ofrecer al paciente su ciencia, pero también su amistad, acompañándole en su sufrimiento con una proximidad que sea consuelo, y en la que se incluya también a los familiares más cercanos. Esta conjunción es la mejor forma de hacer Medicina, ya que la amistad aumenta el compromiso del médico con el paciente y, en consecuencia, la calidad asistencial".
El catedrático de Patología Médica de la Universidad de Navarra entiende que "es crucial que se transmitan al estudiante estos conceptos, en especial en la asignatura que se ocupa de los cuidados paliativos. De todas formas, aunque la adquisición de capacidades y actitudes por parte del médico en formación se logra a través de clases formales, es esencial el ejemplo que le dan sus mentores en su relación con los pacientes en la práctica diaria".
Servicio y actitud
Prieto ha subrayado también la relación entre la empatía con los pacientes y la empatía con los compañeros de trabajo en el ámbito sanitario. En su opinión, "la apertura a los demás con espíritu de servicio, si es auténtica, es una actitud básica de la persona que se proyecta en todos los que le rodean, tanto en pacientes como colegas. Es muy difícil ser servicial con los primeros y mostrar indiferencia, o incluso enemistad, con los otros. Ser médico es una bella profesión porque su ejercicio impulsa a modelar el propio carácter y esto tiene una importante repercusión en todas sus relaciones personales".
Prieto ha subrayado también la relación entre la empatía con los pacientes y la empatía con los compañeros de trabajo en el ámbito sanitario. En su opinión, "la apertura a los demás con espíritu de servicio, si es auténtica, es una actitud básica de la persona que se proyecta en todos los que le rodean, tanto en pacientes como colegas. Es muy difícil ser servicial con los primeros y mostrar indiferencia, o incluso enemistad, con los otros. Ser médico es una bella profesión porque su ejercicio impulsa a modelar el propio carácter y esto tiene una importante repercusión en todas sus relaciones personales".
Una mano tendida
Álvaro del Portillo (Madrid, 1914 - Roma, 1994) fue ingeniero, filósofo, obispo, y sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei. Su biografía, entre otras cuestiones, se caracteriza por el impulso de labores sociales y educativas, muchas centradas en promover una asistencia sanitaria digna. Además de inspirar en España centros como Laguna, de impulsar el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, y ONG de apoyo a enfermos, promovió en los países más pobres hospitales como el de Monkole (Congo), el Niger Foundation Hospital (Nigeria), dispensarios de salud, y proyectos de mejora de la calidad de la asistencia sanitaria como el programa contra la desnutrición infantil que desarrollará el Centro Rural Illomba (Costa de Marfil) con los donativos que se recaudarán entre los asistentes a su inminente beatificación.
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