Extremadura es la CC.AA. que más afectada ha visto su calidad en Sanidad por los recortes

Madrid (02/09/2014) - Silvia C. Carpallo

Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la FADSP, recuerda, en el segundo aniversario del RDL 16/2012, que en general todas las CC.AA. suspenden en Sanidadrespecto a sus propios datos en 2009, pero que algunas empeoran más que otras, siendo significativos datos como el empeoramiento de los servicios de urgencias o el hecho de que un 14,76 por ciento de la población no retire medicamentos prescritos por causas económicas

La Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) presentaba, como ya es habitual, su informe anual sobre "Los servicios sanitarios en las CCAA", pero en esta ocasión lo hacía de forma significativa al cumplirse justo dos años de la aprobación del Real Decreto Ley 16/2012. Por eso, su portavoz, Marciano Sánchez Bayle no podía evitar hacer una valoración de una legislación que calificaba como "un fracaso estrepitoso", ya que no sólo no ha conseguido, en su opinión, ahorros significativos, sino que además ha afectado sensiblemente a la calidad de la Sanidad, en unos resultados en salud que aún están por ver. Lo que sí estaba documentado al respecto de los efectos de esta ley eran "tres inmigrantes fallecidos en Valencia, Murcia y Baleares ". Por todo ello, valoraba a Ana Mato como "la peor ministra de Sanidad que hemos tenido, y ya es decir", por lo que "podría dedicarse a otras actividades en las que fuera más útil".

Igualmente, antes de valorar los datos disgregados por autonomías, Sánchez Bayle iniciaba la presentación con una perspectiva general de la Sanidad española en este último año, ofreciendo datos como que ha bajado susceptiblemente la satisfacción de la población. Concretamente, en el caso de los servicios de urgencias, si en el anterior barómetro sanitario un 28,31 por ciento de los pacientes creían que había empeorado la atención, en el último, ya era de esta opinión el 39,9 por ciento. Otro dato significativo era sin duda la repercusión del copago farmacéutico, que según las cifras aportadas por Sánchez Bayle habría provocado que un 14,76 por ciento de la población no retirase medicamentos prescritos por causas económicas, cifras que aumentan si nos fijamos sólo en la población de jubilados, un 20 por ciento, o de parados, un 23 por ciento.

Un empeoramiento generalizado, pero de unas más que otras

Sánchez Bayle insistía en que estar menos mal, no significa estar mejor, y es que, pese a las diferencias significativas entre unas Comunidades y otras, no quería valorar realmente como positiva la evolución de ninguna. Pese a ello si mencionaba la mejoría concreta de Castilla La Mancha, que asciende dos posiciones en la clasificación general, e igualmente, el importante deterioro de Extremadura, que desciende tres. De hecho, viendo la evolución de esta autonomía desde 2009, cuando se encontraba en el primer lugar de la lista, es llamativo ver como en tan sólo 5 años ha descendido hasta casi los últimos puestos, localizándose actualmente en el número doce.

Se mantienen sin embargo las tres primeras, Navarra, Aragón y País Vasco, y las tres últimas, Murcia, Canarias y Valencia, sin cambios respecto al año pasado. Es revelador comparar estos datos con el presupuesto por habitante per cápita de 2014, donde se observa que País Vasco es la comunidad que más invierte, con 1540 euros, y Andalucía la que menos, con 980 euros, pese a lo cual se mantiene en sexto puesto, mejorando una posición respecto al año anterior. Igualmente, en lo referente al gasto farmacéutico per cápita en 2013, la cifra más alta pertenece a Extremadura con 253,22 y la más baja a Madrid, con 119, 54, que en la posición global se sitúa precisamente por debajo de la anterior. Lo que sigue siendo evidente es que las diferencias entre autonomías son llamativas y elevadas.

A modo de cierre, el portavoz de la FADSP también señalaba los próximos retos de futuro de la Sanidad española, que centraba en varios aspectos "los anuncios de nuevos recortes en los presupuestos, que parece difícil que no lleguen a Sanidad, y las privatizaciones, que aumentan el gasto sanitario, ya que entre ambos se produce un estrangulamiento del sistema". Sánchez Bayle no quería dejar de mencionar asimismo una nueva amenaza para la profesión sanitaria, "la represión", ante la posible sanción de "aquellos profesionales que hagan ejercicio de su derecho a la expresión".