lunes, 2 de enero de 2012

Jóvenes talentos buscan laboratorio propio - DiarioMedico.com

quieren liderar un grupo de investigación

Jóvenes talentos buscan laboratorio propio

La nueva generación de cerebros posdoctorales en el extranjero llega pisando fuerte. Desarrollan líneas de trabajo tan prometedoras como la anulación de los recuerdos traumáticos gracias al conocimiento de los mecanismos moleculares de la memoria, la lucha contra el cáncer utilizando células madre tumorales como dianas terapéuticas o los hallazgos sobre los órganos linfoides y el tráfico celular que ayudarán a modular la respuesta inmune. Tienen intención de volver, pero no de cualquier manera; sus proyectos son lo primordial.
María Sánchez-Monge   |  02/01/2012 00:00

Investigación
Los jóvenes científicos desarrollan líneas prometedoras, como la anulación de los recuerdos traumáticos. (Getty Images)
 
Rondan la treintena, un buen día partieron en busca de nuevas experiencias y  poseen un nutrido currículo. Desconocen cuándo volverán y saben que el trabajo de laboratorio no les hará ricos, pero aspiran a convertirse en científicos de provecho con su propio grupo de investigación. Son los jóvenes investigadores en el extranjero que regresan a casa por Navidad y, de paso, participan en la jornada que cada año les dedica el Centro Nacional de Biotecnología, del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid.
  • Carmen Inda: "La memoria de miedo se extingue con periodos largos de activación. Es una posible terapia del estrés postraumático"
El evento surgió hace 19 años con la intención de fomentar el retorno de cerebros. En las actuales circunstancias, los organizadores reconocen que la investigación patria no está para grandes ofertas. Por eso, se conforman con ayudarles a mantener vivo el vínculo con su tierra natal.

Algunos ya han recorrido varios países, como Eva Galán, que recaló en Francia después de una breve estancia en Estados Unidos, siguiendo a la investigadora que lidera su grupo. Desde 2009 trabaja en el Instituto Cochin de París, dependiente del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación (Inserm, según sus siglas francesas), donde realiza su posdoctorado sobre microambiente tumoral. "Trabajo en glioblastoma. En estos y otros tumores se ha descrito una población de células madre tumorales que vienen a representar el 2 por ciento del total y tienen capacidad de autorrenovación y multipotencia. Se supone que son las responsables de la iniciación del tumor, la agresividad, la recurrencia y la resistencia a los tratamientos", relata.
  • Eva Galán: "Bloquear las señales endoteliales que mantienen las células madre tumorales podría ser una oportunidad terapéutica"

Dianas terapéuticas
Los estudios realizados in vivo han demostrado que la eliminación de los vasos sanguíneos con terapias antiangiogénicas también acaba con las células madre del glioblastoma. "Mi proyecto se basa en usar esas células madre como dianas terapéuticas", señala Galán, y añade que para ello es preciso "identificar en el endotelio los factores que controlan su crecimiento y el mantenimiento de su identidad".

En concreto, hay una vía de señalización que se llama AKT/mTOR que se sabe que está implicada en la supervivencia tumoral. Galán señala que "se encuentra basalmente activa en las células madre tumorales" y ha comprobado que "controla que esas células tengan todo su potencial tumoral".
  • Noelia Alonso: "El tráfico celular hacia los ganglios linfáticos es crucial para el mantenimiento de la respuesta inmune"

En sus experimentos ha constatado que las responsables de que esa vía de señalización se mantenga activa podrían ser las secreciones que provienen del endotelio, es decir, de los vasos sanguíneos. "Interferir y bloquear las señales endoteliales que mantienen la población de células madre tumorales en el glioblastoma podría representar una nueva oportunidad para el diseño de nuevos tratamientos que tengan como diana los nichos de las células madre tumorales en el glioblastoma", concluye la joven investigadora. Su contrato en Francia expira en 2013. Ya piensa en la vuelta.

Tráfico celular
Otros científicos tienen menos prisa por retornar. Al otro lado del Atlántico, en la Universidad de Yale, investiga desde el verano de 2010 Noelia Alonso. "Mi gran ambición sería, en un futuro, formar mi propio grupo de investigación, pero para eso queda mucho", confiesa. De momento, se conforma con terminar el proyecto que le llevó a Estados Unidos.

"En mi laboratorio están principalmente interesados en la formación de órganos linfoides y en la migración dentro del sistema inmune, que es crucial para el mantenimiento de la respuesta inmune y la lucha frente a enfermedades autoinmunes e inflamatorias crónicas", explica Alonso.

Su trabajo se centra específicamente en "los mecanismos moleculares que determinan que las células inmunes vayan desde las zonas del cuerpo donde hay inflamación hasta los ganglios linfáticos, donde generan la respuesta inmune, y cómo retornan y luchan contra la inflamación".

Quien sí desea instalarse ya en España es Carmen Inda. Lleva tres años investigando en Estados Unidos, primero en el Hospital del Mount Sinai y actualmente en la Universidad de Cornell. Su campo de estudio es la denominada memoria de reconsolidación, que es, según sus palabras, "la parte de la memoria que se activa una vez que ya hemos aprendido".
En experimentos con animales ha demostrado que "la reactivación fortalece la memoria y previene el olvido". A las dos semanas se vuelve más estable pero, cuando ya tiene un mes de duración, se extingue. "Esa extinción tiene un carácter inhibidor, es un aprendizaje de miedo", expone.

Estos hallazgos podrían ser de gran utilidad para el tratamiento del estrés postraumático. En esos pacientes, "con periodos largos de activación podríamos conseguir que esa memoria de miedo se extinga", precisa. "También se trata de establecer cuál es el mejor momento para actuar".

Regresar en tiempos de crisis

¿Volver o quedarse? Lo importante para los jóvenes investigadores emigrados es hacerlo en las mejores condiciones. "Lo que empieza como una experiencia puede convertirse en un modo de vida", según Carmen Inda. "En Estados Unidos no tengo el trabajo garantizado, pero al menos hay más posibilidades de continuidad", añade. No obstante, no todo son ventajas: allí "los investigadores son ciudadanos de segunda" al tener un visado restringido. Para Noelia Alonso, trabajar en una gran institución estadounidense se nota sobre todo en la amplia disponibilidad de recursos y en cómo fluye el dinero. "Tienen cualquier técnica que se te pueda ocurrir", subraya. Lo mismo piensa Eva Galán, quien se queja de que en España "las convocatorias se van retrasando: cada vez hay menos financiación y los sueldos no tienen ni punto de comparación con los del resto de Europa".
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