ESPAÑA: "La Ley General de Sanidad está siendo ignorada y desbordada por el SNS"

Gaspaz Llamazares

Diariomedico.com
ESPAÑA
ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE SANIDAD DEL CONGRESO
Gaspar Llamazares: "La Ley General de Sanidad está siendo ignorada y desbordada por el SNS"

Sobrepasado su primer año en la presidencia de la Comisión de Sanidad del Congreso, Llamazares cree que el Pacto de Estado va en buena dirección aunque demasiado lento, que la Salud Pública debe ganar peso en el sistema y que Trinidad Jiménez está a la altura de las exigencias del ministerio, aunque tiene pendientes retos como la Ley de Salud Pública.

José Mª Juárez - Martes, 14 de Julio de 2009 - Actualizado a las 00:00h.

llaves conceptuales:
1. La nueva ley debe reintegrar la parte de Salud Pública del Carlos III en Sanidad, porque no tiene sentido una norma sin organismos.
2. Dudo sobre si la incorporación de Política Social al ministerio reforzará el SNS o será una excusa para justificar la falta de iniciativas

¿Cómo valora la labor del Ministerio de Sanidad en el desarrollo del Pacto de Estado?
-Cuando surgió la idea el acuerdo era necesario, y hoy, en plena crisis, es imprescindible. El pacto está avanzando, aunque evoluciona lentamente, porque la idea inicial era que culminase en junio. Se ha retrasado por diferencias en las dos vertientes: en las mesas territoriales y en las parlamentarias. Es necesario que en el próximo otoño-invierno tengamos listo el acuerdo para garantizar la sostenibilidad.

¿Por qué distingue dos partes?
-Porque la primera está relacionada con la cohesión y la sostenibilidad y la segunda tiene que ver con la financiación. Es necesario mejorar de forma sustancial el fondo de cohesión, que ahora es pírrico, y buscar el liderazgo compartido del sistema, con un modelo de dirección en el que la participación de los profesionales sea mayor.

¿Será parecido al Pacto de Toledo?
-El objetivo del acuerdo es distinto al del Pacto de Toledo, que pretende la sostenibilidad de las pensiones sacándolas del debate partidario. Lo importante en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es garantizar la sostenibilidad sin descuidar la calidad y sin sacarla del debate político. Tiene además dimensiones mayores que el de las pensiones, pues la repercusión económica e investigadora del SNS es mayor.

¿Ha afectado la crisis al compromiso del Gobierno con la Sanidad?
-Aunque la mayor aportación a la sanidad la hacen las comunidades autónomas, el Gobierno central debe esforzarse por mejorar el modelo de financiación.

En Salud Pública...
-La gripe A ha demostrado que puede haber cohesión sin fisuras en esta área, que es esencial en cualquier sistema sanitario como algo estructural, no coyuntural. Es lo que le pido a la futura ley, que incorpore la Salud Pública al sistema sanitario español, porque sigue siendo una cuestión periférica.Además, la norma debe reincorporar todos los instrumentos de Salud Pública del Carlos III en el Ministerio de Sanidad. Aquí no vale la coordinación con el Ministerio de Ciencia e Innovación, pues no tiene sentido que Sanidad ponga en marcha una ley si no cuenta con organismos de Salud Pública.

¿Es necesario cambiar la Ley General de Sanidad?
-Si hay un acuerdo fuerte desde el pacto y conseguimos avanzar en una ley que incorpore la Salud Pública como un pilar del sistema, la modificación de la Ley General de Sanidad me parecería un buen broche a la legislatura para reconocer la universalidad del sistema, pues se está siendo desbordada e ignorada en áreas como la salud mental y la estructura de los servicios de salud.

¿Cómo ha contribuido la Comisión de Sanidad al desarrollo del SNS? -Hemos tomado posición en muchos temas; otra cosa es que el Gobierno sea sensible a nuestras propuestas. La Comisión de Sanidad ha hecho bien su trabajo, aunque somos una comisión de derecho y otra de hecho. De derecho somos de Sanidad y Consumo, y de hecho de Sanidad y Política Social. Esto se debe a que la remodelación del Gobierno ha provocado un cambio al que el Congreso todavía no se ha adaptado porque el PSOE y el PP no se han puesto de acuerdo para hacer que el hecho y el derecho vayan de la mano.

¿Le ha parecido acertada la llegada de Trinidad Jiménez al ministerio?
-Es pronto para hacer valoraciones. Aunque al principio despertó cierto escepticismo, he visto que tiene capacidad de liderazgo y de diálogo, que le servirán para dirigir el ministerio y resolver retos importantes como el Pacto de Estado, la escasez de especialistas, la equiparación de la cartera de servicios y reducción de las listas de espera.¿Ha sido oportuno incluir la Política Social en Sanidad?-Tengo dudas sobre si el cambio sirve para reforzar el SNS o es una nueva excusa para justificar la falta de iniciativas y la privatización del sistema. Debe haber un reforzamiento mutuo entre ambas áreas, con más presupuestos y la creación a medio plazo de una estrategia sociosanitaria fuerte para aprovechar las sinergias y mejorar la asistencia.

Finalmente, ¿qué le parece la directiva de Sanidad transfronteriza en la Unión Europea?
-Es una concepción del sistema sanitario del siglo XIX, una barbaridad pensada ajeno a los sistemas sanitarios. Medidas como ésta desestabilizan los sistemas y son caldo de cultivo para el euroescepticismo. O bien hay una solución coyuntural a los problemas con un reglamento o somos más osados y nos planteamos un sistema sanitarios europeo del mismo modo que se hizo una agencia europea del medicamento.


UN CAMBIO BUENO PARA SUS CORONARIAS.
Después de ocho años como coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares abandonó el cargo en octubre del año pasado. Esta decisión ha hecho posible la reducción de la tensión a la que estaba sometido en el partido, "pues la secretaría siempre es una silla caliente y complicada donde la tensión es algo cotidiano". Esta decisión "ha sido buena para mis coronarias". Llamazares reconoce haber tenido la suerte de haber accedido a la presidencia de la Comisión de Sanidad, "que es un grupo peculiar por su buen clima de trabajo y de complicidad que sólo se ha alterado en el último año por la gripe A". Esta situación "me ha permitido mantener la intensidad de mi actividad y retomar mis labores en el ámbito de la Salud Pública. Sólo tengo en el debe la lentitud de algunos casos en la comisión, porque los partidos somos lentos hasta un punto exasperante en el planteamiento de las decisiones. Debemos ser tan rápidos planteando como ejecutando".Con todo, el día a día de Llamazares es todo menos descafeinado, pues "también tengo que organizarme para sobrellevar mi presión parlamentaria, pues atender dos comisiones al mismo tiempo deja cierto nivel de insatisfacción. Soy como un médico de urgencias que cambia constantemente de área de acción". Aun así, "estoy satisfecho por este aterrizaje suave y amable que me ha permito la Comisión de Sanidad en la actividad parlamentaria y también en el sistema sanitario".