TRIBUNA. AURELIO LUNA MALDONADO
Del futuro de la Medicina Legal
Las últimas noticias sobre el futuro de la especialidad de Medicina Legal y Forense no resultan nada alentadoras.
Aurelio Luna Maldonado. Presidente de la Sociedad Española de Medicina Legal y Forense. | 16/12/2013 00:00
Las últimas noticias sobre el futuro de la especialidad de Medicina Legal y Forense no resultan nada alentadoras. Una vez más, la sombra del desconocimiento de algunas disciplinas se proyecta sobre decisiones nada afortunadas. No es el momento de recordar la historia de nuestra especialidad en nuestro país, pero sí de realizar una breve reflexión y proponer una modificación del proyecto de real decreto de troncalidad manteniendo nuestra especialidad en un momento donde se reconoce su necesidad ahora más que nunca, y cuando en Europa se destaca su importancia, como ha ocurrido en Chipre en el European Union of Medical Specialists Board and Council Meetings (UEMS). Allí se aprobó su inclusión como especialidad médica en la UE con el voto favorable de 21 países, una sola abstención y ningún voto en contra.
Para los redactores del proyecto de real decreto no parece tener ninguna importancia que países como Alemania, Francia, Italia, Portugal, Grecia y Finlandia, entre otros, tengan esta especialidad (por cierto, algo que no se puede decir de alguna de las nuevas especialidades propuestas ni de todas las que se mantienen en el proyecto), pero lamentablemente el eslogan Spain is different, mantiene su vigencia en el peor de los sentidos.
Esta decisión refleja el desconocimiento profundo de nuestra especialidad por parte de algunas personas, que parece que piensan en ella únicamente desde las imágenes transmitidas por series televisivas (C.S.I., Bones...), sin realizar el esfuerzo de leer y comprender las informaciones e informes elaborados desde hace más de diez años por la comisión nacional.
La importancia y trascendencia de la Medicina Legal y Forense no radica sólo en su función pericial, sino también en su papel asesor en temas que van desde la seguridad del paciente en los centros sanitarios hasta su participación necesaria en muchos comités hospitalarios. Resulta descorazonador comprobar cómo los esfuerzos realizados para comunicar la realidad de nuestra especialidad, o no llegan a las personas indicadas o no son comprendidos por éstas. Hay decisiones que sólo pueden entenderse desde la mala fe o desde la ignorancia (lamentablemente no son cualidades que se excluyan entre sí).
Quiero dejar claro que no pretendemos el mantenimiento del actual sistema de escuelas profesionales, sino una residencia en hospitales e institutos de Medicina Legal con los mismos derechos y obligaciones del resto de MIR. Hago propias las reflexiones y recomendaciones de la comisión nacional de la especialidad y solicito la reincorporación de la Medicina Legal y Forense al Anexo I del proyecto de real decreto.
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