tratamiento ambulatorio involuntario
La autonomía del enfermo mental debe respetarse
Expertos piden regular el tratamiento ambulatorio involuntario para mejorar la inserción social del paciente.
Nuria Monsó. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com | 09/12/2013 00:00
Javier De la Torre, Josep Ramos, Pascual Piles y Calixto Plumed, la semana pasada durante el acto, (Lenda)
"Una psiquiatría comunitaria que quiera volcarse en el paciente para que esté en casa y no hospitalizado eternamente tiene que plantearse de manera audaz; hay casos en los que deberíamos obligar al enfermo a seguir el tratamiento ambulatorio", afirmó Josep Ramos, director de Planificación de Salud Mental y Adicciones del Parque Sanitario San Juan de Dios en Barcelona, durante la presentación del libro Ética y modelos de atención a las personas con trastorno mental grave, en la Universidad Pontificia de Comillas, la semana pasada.
- Según Josep Ramos, el modelo comunitario de asistencia implica humanizar la atención a los enfermos con trastornos mentales, "entender la globalidad de la persona"
"Tenemos leyes para situaciones complicadas en el ámbito de las urgencias y para aquellos casos en los que el paciente está incapacitado, pero no para dar una respuesta menos restrictiva para aquellos que no necesitan hospitalización y sí cierta presión para que sigan el tratamiento y no se desvinculen de los servicios", observó Ramos. También añadió que preferiría "leyes en sentido positivo, que procuraran la protección y un mayor esfuerzo por parte del Estado para que los pacientes puedan insertarse como ciudadanos en nuestra comunidad" garantizándoles vivienda y trabajo.
Enfoque humano
Según este psiquiatra, el modelo asistencial del siglo XXI "es claramente comunitario", lo que implica "poder reconocer la enfermedad mental" y humanizar la asistencia, "que pasa por entender la globalidad de la persona". Defendió que la función de los profesionales "no consiste sólo en curar, sino también en ayudarles a construir proyectos de vida".
Ramos recalcó que para ello es preciso asumir y promover que el paciente tome decisiones autónomas acerca de su salud y su vida: "Ahí radica su dignidad. No somos quiénes para negar o pasar por encima, ni tan sólo bienintencionadamente, de lo que cada uno decida que es su visión del mundo".
"Es una profesión dura que nos puede convertir en personas poco sensibles", señaló Ramos refiriéndose a las restricciones físicas sobre los pacientes: "Es muy importante que éstas tengan un sentido, una sensibilidad. No es lo mismo hacerlo así que de un modo puramente funcional".
En la presentación también participó Calixto Plumed, coordinador de Docencia e Investigación de la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios de la Universidad Pontificia de Comillas, quien apuntó que es importante que el profesional sepa "conjugar en la alianza terapéutica sus propios valores con los del paciente: ni uno ni otro puede imponer". Se mostró convencido de que con el tiempo se utilizarán terapias combinadas, "donde la relación personal con el enfermo puede resolver gran parte de la patología".
Pascual Piles, presidente de la Fundación Juan Ciudad-Comisión Interprovincial de la Orden Hospitalaria de San Juan, destacó la importancia de apostar por una ética que responda a la situación de estos pacientes, "que les cuide su ser, dignidad, sus afectos, y muchos más aspectos a los cuales tienen derecho como todo el mundo, pero que por su enfermedad habían sido anulados".
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