"La crisis no puede servir de excusa al olvido del derecho sanitario"

Iñaki Alonso, coordinador del Comité Vasco de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), explicó en la en la conferencia El derecho a la Salud de las Personas Refugiadas que la crisis no puede ser una excusa para olvidar el derecho a la salud de los refugiados, tomando como ejemplo el caso de Filipinas y la guerra de Siria.

Santiago Rego. Santander | dmredaccion@diariomedico.com | 16/12/2013 00:00

"La crisis económica no puede ser una excusa para olvidar el derecho a la salud de los refugiados, y la atención médica es uno de principales". Lo ha asegurado Iñaki Alonso, coordinador del Comité Vasco de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), en la conferencia El derecho a la Salud de las Personas Refugiadas, celebrada la semana pasada en el Hospital de Valdecilla, Santander, al tomar como referencia algunos de los casos de emergencias de mayor actualidad, como la guerra de Siria o el reciente tifón que ha asolado Filipinas.

Alonso, experto en Derecho Público Internacional y Ayuda Humanitaria, trabaja desde hace 15 años con Save the Children-Unicef. Explica que, si bien la nutrición y la atención médica están aseguradas, debido a que Acnur distribuye entre los refugiados "raciones alimenticias altamente nutritivas y se encarga de la construcción y equipamiento de hospitales, el problema es que cada vez son más los países que olvidan sus obligaciones internacionales con la excusa de la crisis económica interior".

Frente al "compromiso solidario de médicos y enfermería, es necesario hacer un esfuerzo especial con los gobiernos, que dejan de lado el derecho y la obligación de cumplir con los tratados internacionales, y recordarles que el derecho a la salud es de obligado cumplimiento", señala Alonso.

Durante el debate en el centro de Valdecilla, Alonso explicó que Acnur tiene, por mandato, que "proteger los derechos de las personas que se quedan sin nada y, debido a que la salud está íntimamente ligada a la protección y los derechos humanos, los refugiados deben tener acceso a los servicios médicos equivalentes a los que posee la población de acogida, tal y como recoge la Convención de Refugiados de 1951"

Según contempla el Derecho Internacional, todas las personas deben acceder a los más altos niveles de salud física y mental recogidos en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966. "El agua potable y el saneamiento son dos aspectos claves, ya que evitan la propagación de enfermedades como el cólera. En situaciones de refugiados en países en vía de desarrollo las primeras cinco causas de muerte en niños menores de cinco años son la malaria, la desnutrición, el sarampión, la diarrea y las infecciones respiratorias".

"En una situación de emergencia, las prioridades son la vacunación contra el sarampión, la asistencia alimenticia, el control de enfermedades infectocontagiosas, y garantizar el acceso al agua potable desde un control médico público. Hasta que la situación se estabilice, estos servicios se deben ampliar al manejo de enfermedades crónicas y el apoyo a la salud mental".