DEBATE AP: PALABRAS, REALIDADES Y URGENCIAS
Ausencia de equipos reales y atención comunitaria
El decreto que consolidó la atención primaria señalaba en su artículo 3 en qué consistían los equipos de AP.
Álvaro Sánchez León | 07/04/2014 00:00
En 1984, el decreto que consolidó la atención primaria señalaba en su artículo 3 en qué consistían los equipos de AP. 30 años después, la experiencia demuestra que esos equipos se han quedado en mucho menos de lo que deberían ser. Ana Pastor lo destaca como una de las grandes lagunas del modelo real de primaria: "Aunque en algunos centros funciona bien, un déficit importante es el trabajo en equipo con enfermería". Y añade: "Enfermería tiene un problema de asunción de responsabilidades. Sin eso, el trabajo en equipo es imposible". El resto de los ponentes asienten. Casado, por ejemplo, completa esta impresión señalando que "los enfermeros tienen muchos grados de libertad para asumir nuevas tareas. Si creen que deben asumir nuevos roles... ¡que los asuman!".
Otra laguna que comparten todos es el déficit de actividad comunitaria. Pastor considera que se hace mucha prevención personal, y poca comunitaria. "Con nuestra actitud, hemos podido contribuir a la masificación de las consultas. El enfoque comunitario de nuestra especialidad ayudaría a medicalizar menos a la población". Clara Benedicto y Salvador Casado coinciden con este punto de vista. Los dos ven que se ha dejado "de salir de la consulta". Casado observa, además, que no se ha sabido explicar a la sociedad "qué es la AP y para qué sirve. La consulta no está para un catarro, y que conste que no es por quitarnos cosas de encima...".
- El enfoque comunitario de Medicina de Familia ayudaría a medicalizar menos a la población. Se hace mucha prevención personal y poca comunitaria
Las lagunas más destacadas de AP para Santiago Álvarez son "la falta de universalidad de la primaria desde que se ha excluido a los inmigrantes en situación irregular" y las "condiciones laborales penosas que sufren la mayoría de los profesionales del nivel".
Casado apunta otro déficit serio que tiene que ver con el personal: la gestión del talento. En su opinión, "hay mucha gente que se pudre y se quema en atención primaria porque no se le permite que tenga habilidades docentes, de gestión... El sistema debe ofrecer posibilidades para mover a los profesionales que sirven.
Además, tenemos un serio problema con un modelo de desarrollo profesional que ni incentiva a los seniors, ni contrata a los juniors".
Los cuatro apuntan también lo que consideran enfermedades crónicas de primaria: burocratización, escasa dotación presupuestaria, la falta de estima propia de los médicos y su trabajo, el desprestigio de la AP frente a políticos y otros especialistas, el liderazgo de la queja sin propuestas y la distancia con el ámbito científico y la investigación.
Fortalezas que lo pueden todo
Atención primaria está acostumbrada a sobrevivir, y eso le ofrece un talento especial. Es un nivel asistencial lleno de creativos y de innovación, "aunque no nos vendemos bien", dice Pastor. "Tenemos una posición privilegiada por estar tan cerca de la gente. Nadie es tan bueno como un médico de Familia para gestionar la incertidumbre", subraya Benedicto. El generalismo en un mundo hiperespecializado, la atención personal, la accesibilidad, la longitudinalidad y la formación son las fortalezas de AP, según Casado. Álvarez, por su parte, destaca la alta resolución y su estructura socialmente protegida y valorada.
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